El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, ha advertido a Rusia que debe elegir entre alinearse con Estados Unidos o seguir apoyando al presidente sirio, Bachar el Asad, junto con Irán y el partido-milicia chií libanés Hezbolá. Washington, ha dicho Tillerson en el marco de la reunión del G7 en la localidad italiana de Lucca, "espera" la salida de El Asad. El responsable de política exterior de Donald Trump endurece así su postura sobre el presidente sirio y se alinea con la de otros miembros del Gabinete republicano que, como la embajadora ante la ONU, Nikki Haley, han exigido que El Asad abandone el poder en Siria. El secretario de Estado de EE UU hace estas declaraciones solo un par de horas antes de emprender su viaje hacia Moscú, donde empezará una visita clave para las relaciones de su país con Rusia.
Mientras, los países del G7 —EE UU, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá— han pedido un empujón diplomático para resolver el conflicto sirio y crear una paz duradera para una Siria unificada. "Nuestra esperanza es que El Asad no sea parte de ese futuro", ha recalcado Tillerson.
Sin embargo, los países del G7 y la UE —representada en la cita italiana por su responsable de Exteriores, Federica Mogherini— que se han reunido durante el lunes y este martes para abordar la guerra en Siria y mostrar su unidad antes del viaje del secretario de Estado de EE UU a Moscú, no han logrado trazar una postura común para imponer sanciones a Rusia y a Siria, después del ataque con armas químicas contra población civil en Jan Sheijun que el pasado 4 de abril acabó con la vida de más de 80 personas. Una posibilidad que había planteado Reino Unido.
Los ministros de Relaciones Exteriores de los países del G7 sí coinciden en que no hay ninguna solución para Siria mientras el presidente El Asad se mantenga en el poder, declaró el jefe de la diplomacia francesa Jean-Marc Ayrault en Lucca, Italia.
El G7 junto con Turquía y varios países árabes (Qatar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí), que han participado en una reunión sobre el futuro de Siria, han insistido este martes en que "no hay un futuro posible para Siria con El Asad", tal y como ha declarado a la prensa Ayrault. "No es una posición agresiva respecto a los rusos, sino más bien una mano tendida", ha insistido, "Ya basta", ha dicho,"hay que salir de la hipocresía y entrar claramente en el proceso político", ha añadido. "Queremos que Rusia respalde el proceso político para una resolución pacífica del conflicto sirio", afirmó el ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, citado en un comunicado.
Tillerson ha recalcado que no está claro si Rusia ha fallado en sus obligaciones en Siria o es que no se las ha tomado en serio. Sin embargo, "eso no les importa mucho a los muertos", ha declarado, recalcando que un ataque químico como el de la pasada semana es algo que no puede volver a suceder. "No podemos dejar que pase de nuevo".