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General: Lenin . La economía y la política de la dictadura del proletariado .
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 28/11/2012 21:17 |
V. I. Lenin
La economía y la política de la dictadura del proletariado
Escrito: En 1919. Primera publicación: En Pravda, núm. 250, 7 de noviembre de 1919. Fuente: Biblioteca de Textos Marxistas. Preparado para el MIA: Por Juan Fajardo, diciembre de 2000.
Tenía proyectado escribir para el segundo aniversario del Poder soviético un pequeño folleto sobre el tema indicado en el título. Pero con el ajetreo del trabajo diario no he logrado hasta ahora ir más allá de la preparación preliminar de algunas partes. Por eso, he resuelto tratar de hacer una exposición breve y sumaria de las ideas más esenciales, a mi modo de ver, en esta cuestión. Naturalmente, el carácter resumido de la exposición encierra muchas dificultades e inconvenientes. Pero quizás para un pequeño artículo periodístico puede ser realizable este objetivo modesto: plantear la cuestión y sus fundamentos para su discusión por los comunistas de los diferentes países.
1
Teóricamente, no cabe duda de que entre el capitalismo y el comunismo existe cierto período de transición. Este período no puede dejar de reunir los rasgos o las propiedades de ambas formaciones de la economía social, no puede dejar de ser un período de lucha entre el capitalismo agonizante y el comunismo naciente; o en otras palabras: entre el capitalismo vencido, pero no aniquilado, y el comunismo ya nacido, pero muy débil aún.
La necesidad de toda una época histórica, que se distinga por estos rasgos del período de transición, debe ser clara por sí misma, no sólo para un marxista, sino para toda persona instruida que conozca de una u otra manera la teoría del desarrollo. Y, sin embargo, todos los discursos que sobre la transición al socialismo escuchamos de labios de los actuales representantes de la democracia pequeñoburguesa (tales son, a pesar de su pretendida etiqueta socialista, todos los representantes de la II Internacional, incluyendo a gentes del corte de MacDonald y Jean Longuet, de Kautsky y Friedrich Adler) se distinguen por el completo olvido de esta verdad evidente. A los demócratas pequeñoburgueses les son propios la aversión a la lucha de clases, los sueños sobre la posibilidad de prescindir de ella, la aspiración a atenuar, conciliar y limar sus agudas aristas. Por eso, los demócratas de esta especie o se desentienden de cualquier reconocimiento de todo un período histórico de transición del capitalismo al comunismo o consideran que su tarea es inventar planes para conciliar ambas fuerzas en pugna, en lugar de dirigir la lucha de una de estas fuerzas.
2
En Rusia, la dictadura del proletariado tiene que distinguirse inevitablemente por ciertas particularidades en comparación con los países avanzados, como consecuencia del inmenso atraso y del carácter pequeñoburgués de nuestro país. Pero las fuerzas fundamentales -- y las formas fundamentales de la economía social -- son, en Rusia, las mismas que en cualquier país capitalista, por lo que estas particulariclades pueden referirse tan sólo a lo que no es esencial.
Estas formas básicas de la economía social son: el capitalismo, la pequeña producción mercantil y el comunismo. Y las fuerzas básicas son: la burguesía, la pequeña burguesía (particularmente los campesinos) y el proletariado.
La economía de Rusia en la época de la dictadura del proletariado representa la lucha que en sus primeros pasos sostiene el trabajo mancomunado al modo comunista -- en escala única de un enorme Estado -- contra la pequeña producción mercantil, contra el capitalismo que sigue subsistiendo y contra el que revive sobre la base de esta producción.
El trabajo está mancomunado en Rusia a la manera comunista por cuanto, primero, está abolida la propiedad privada sobre los medios de producción y, segundo, porque el Poder proletario del Estado organiza en escala nacional la gran producción en las tierras y empresas estatales, distribuye la mano de obra entre las diferentes ramas de la economía y entre las empresas, distribuye entre los trabajadores inmensas cantidades de artículos de consumo pertenecientes al Estado.
Hablamos de los "primeros pasos" del comunismo en Rusia (como lo dice también el programa de nuestro Partido aprobado en marzo de 1919), ya que estas condiciones las hemos realizado sólo en parte, o dicho con otras palabras: la realización de estas condiciones se encuentra sólo en su fase inicial. De una vez, con un solo golpe revolucionario, se ha hecho todo cuanto puede, en general, hacerse de un golpe: por ejemplo, ya el primer día de la dictadura del proletariado, el 26 de octubre de 1917 (8 de noviembre de 1917), fue abolida la propiedad privada de la tierra y fueron expropiados sin indemnización los grandes propietarios de la tierra. En unos meses fueron expropiados, también sin indemnización, casi todos los grandes capitalistas, los dueños de fábricas, empresas de sociedades anónimas, bancos, ferrocarriles, etc. La organización de la gran producción industrial por el Estado, el tránsito del "control obrero" a la "administración obrera" de las fábricas y ferrocarriles, está ya realizado en sus rasgos más importantes y fundamentales; pero con respecto a la agricultura esto no ha hecho más que empezar (las "haciendas soviéticas", grandes explotaciones organizadas por el Estado obrero sobre las tierras del Estado). Igualmente apenas ha comenzado la organización de las diferentes formas de cooperación de los pequeños labradores, como tránsito de la pequeña producción agrícola mercantil a la agricultura comunista*. Lo mismo cabe decir de la organización estatal de la distribución de los productos en sustitución del comercio privado, es decir, en lo que atañe al acopio y al envío de cereales a las ciudades y de los artículos industriales al campo por el Estado. Más abajo daremos los datos estadísticos que poseemos sobre esta cuestión.
La economía campesina continúa siendo una pequeña producción mercantil. Hay aquí para el capitalismo una base extraordinariamente amplia y dotada de raíces muy profundas y muy sólidas. Sobre esta base, el capitalismo se mantiene y revive de nuevo, luchando de la manera más encarnizada contra el comunismo. Las formas de esta lucha son: la venta clandestina y la especulación contra los acopios estatales de cereal (al igual que de otros productos) y en general contra la distribución estatal de los productos.
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Para ilustrar estas tesis teóricas abstractas, citaremos datos concretos.
El acopio estatal de cereales en Rusia, según datos del Comisariado del Pueblo de Abastecimiento, ha dado, desde el 1.ƒ de agosto de 1917 al 1.ƒ de agosto de 1918, cerca de 30 millones de puds. Al otro año, cerca de 110 millones de puds. En los primeros tres meses de la campaña siguiente (1919-1920), los acopios alcanzarán, por lo visto, cerca de 45 millones de puds, contra 37 millones en los mismos meses (agosto-octubre) del año 1918.
Estas cifras revelan claramente un lento pero constante mejoramiento en el sentido de la victoria del comunismo sobre el capitalismo. Se obtiene este mejoramiento a pesar de las inauditas dificultades motivadas por la guerra civil, que los capitalistas rusos y extranjeros organizan poniendo en tensión todas las fuerzas de las potencias más poderosas del mundo.
Por eso, por más que mientan y calumnien los burgueses de todos los países y sus cómplices francos o encubiertos (los "socialistas" de la II Internacional), es indudable que, desde el punto de vista del problema económico fundamental de la dictadura del proletariado, en nuestro país está asegurada la victoria del comunismo sobre el capitalismo. Si la burguesía de todo el mundo está enrabiada y enfurecida contra el bolchevismo, si organiza invasiones armadas, complots, etc., contra los bolcheviques, es precisamente porque comprende muy bien lo inevitable de nuestra victoria en la reestructuración de la economía social, a menos que nos aplaste por la fuerza militar. Pero no consigue aplastarnos por ese procedimiento.
El cuadro que sigue a continuación permite ver en qué medida, precisamente, hemos vencido ya al capitalismo, en el poco tiempo que nos fue concedido y entre las dificultades sin precedentes en que nos hemos visto obligados a actuar. La Dirección Central de Estadística acaba de preparar para la prensa datos sobre la producción y el consumo de cereales no de toda la Rusia Soviética, sino de 26 provincias solamente.
He aquí las cifras:
26 provincias de la Rusia Soviética
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Poblaión (en millones)
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Produccíon de cereales (sin semillas ni piensos) (en millones de puds)
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Cereales suministrados
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Total de cereales de que disponía la población (en millones de puds)
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Consumo de cereales por habitante (en puds)
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por el Comisa- riado de Abaste- ciemento
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por los especu- ladores
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(en millones de puds)
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Provincias productoras
Provincias consumidoras
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Ciudades 4,4 Aldeas 28,6
Ciudades 5,9 Aldeas 13,8
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--- 625,4
--- 114,0
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20,9 ---
20,0 12,1
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20,6 ---
20,0 27,8
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41,5 481,8
40,0 151,4
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9,5 16,9
6,8 11,0
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Total
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(26 provincias) 52,7
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739,4
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53,0
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68,4
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714,7
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13,6
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Así, pues, aproximadamente la mitad de los cereales para las ciudades la da el Comisariado de Abastecimiento; la otra mitad, los especuladores. La investigación exacta de la alimentación de los obreros de las ciudades en 1918 ha dado precisamente esta proporción. Advirtamos que los obreros pagan por el cereal proporcionado por el Estado la novena parte que por el de los especuladores. El precio de especulación es equivalente al décuplo que el precio del Estado. Así lo dice el estudio concienzudo del presupuesto de los obreros.
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Los datos citados, si se piensa bien en ellos, proporcionan un material exacto acerca de todos los rasgos fundamentales de la economía actual en Rusia.
Los trabajadores han sido liberados de sus opresores y explotadores seculares, los terratenientes y capitalistas. Este paso de la verdadera libertad y de la verdadera igualdad, paso que por su grandeza, magnitud y rapidez no tiene precedente en el mundo, no ha sido tomado en consideración por los partidarios de la burguesía (incluidos los demócratas pequeñoburgueses), los cuales hablan de la libertad y de la igualdad en el sentido de la democracia burguesa parlamentaria, proclamándola falsamente "democracia" en general o "democracia pura" (Kautsky).
Pero los trabajadores toman en consideración precisamente la verdadera igualdad, la verdadera libertad (la que implica verse libre de terratenientes y capitalistas), por eso apoyan con tanta firmeza al Poder soviético.
En este país campesino, han sido los campesinos en general los primeros en salir favorecidos, los que más han ganado y los que de golpe han gozado los beneficios de la dictadura del proletariado. Bajo el régimen de los terratenientes y capitalistas, en Rusia los campesinos padecían hambre. En el transcurso de largos siglos de nuestra historia, los campesinos jamás tuvieron la posibilidad de trabajar para sí: pasaban hambre, entregando cientos de millones de puds de trigo a los capitalistas, a las ciudades y al extranjero. Bajo la dictadura del proletariado, el campesino por primera vez trabaja para sí y se alimenta mejor que el habitante de la ciudad. El campesino ha visto por primera vez la libertad de hecho: la libertad de comer su propio pan, la libertad de no pasar hambre. Se ha establecido, como es sabido, la igualdad máxima en el reparto de las tierras: en la gran mayoría de los casos, los campesinos reparten la tierra "por el número de bocas".
Socialismo significa la abolición de las clases.
Para abolir las clases, es preciso, primero, derribar a los terratenientes y a los capitalistas. Esta parte de la tarea la hemos cumplido, pero es sólo una parte y, ademas, no es la más difícil. Para abolir las clases, es preciso, en segundo lugar, suprimir la diferencia entre los obreros y los campesinos, convertir a todos en trabajadores. Esto no es posible hacerlo de golpe. Esta es una tarea incomparablemente más difícil y, por la fuerza de la necesidad, de larga duración. No es una tarea que pueda resolverse con el derrocamiento de una clase cualquiera. Sólo puede resolverse mediante la reorganización de toda la economía social, pasando de la pequeña producción mercantil, individual y aislada, a la gran producción colectiva. Este tránsito es, por necesidad, extraordinariamente largo, y las medidas administrativas y legislativas precipitadas e imprudentes sólo conducirían a hacerlo más lento y difícil. Solamente cabe acelerarlo prestando a los campesinos una ayuda que les permita mejorar en enorme medida toda la técnica agrícola, transformándola de raíz.
Para resolver esta segunda parte de la tarea, la más difícil, el proletariado, después de haber vencido a la burguesía, debe aplicar inalterablemente la siguiente línea fundamental en su política con respecto a los campesinos: el proletariado debe distinguir, diferenciar a los campesinos trabajadores de los campesinos propietarios, al campesino trabajador del campesino mercader, al campesino laborioso del campesino especulador.
En esta delimitación reside toda la esencia del socialismo.
Y no es extraño que los socialistas de palabra y demócratas pequeñoburgueses de hecho (los Mártov y los Chernov, los Kautsky y Cía.) no comprendan esta esencia del socialismo. La delimitación aquí indicada es muy difícil, pues en la vida práctica todos los rasgos propios del "campesino", por variados y contradictorios que sean, forman un todo único. No obstante, la delimitación es posible, y no sólo posible, sino que emana inevitablemente de las condiciones de la hacienda y de la vida del campesino. El campesino trabajador ha estado oprimido durante siglos por los terratenientes, los capitalistas, los mercaderes, los especuladores y su Estado, incluyendo a las repúblicas burguesas más democráticas. El campesino trabajador ha ido formando durante siglos su odio y su animosidad contra estos opresores y explotadores, y esta "formación", producto de la vida misma, obliga a los campesinos a buscar la alianza con los obreros contra el capitalista, contra el especulador, contra el mercader. Pero, al mismo tiempo, las circunstancias económicas, las circunstancias de la economía mercantil, convierten de modo inevitable al campesino (no siempre, pero sí en una gran mayoría de casos) en mercader y especulador.
Los datos estadísticos arriba citados muestran con claridad la diferencia que existe entre el campesino trabajador y el campesino especulador. Los campesinos que en 1918-1919 dieron a los obreros hambrientos de las ciudades 40 millones de puds de cereal, a los precios de tasa fijados por el Estado y a través de los organismos estatales, a pesar de todos los defectos de estos organismos, defectos perfectamente conocidos por el gobierno obrero, pero irremediables en el primer período de transición al socialismo, estos campesinos son unos campesinos trabajadores, unos camaradas de los obreros socialistas con todos los derechos, sus aliados más seguros, sus hermanos carnales en la lucha contra el yugo del capital. Pero esos otros campesinos que vendieron a escondidas 40 millones de puds de cereal a un precio equivalente al décuplo que el fijado por el Estado, aprovechándose de la penuria y del hambre del obrero de la ciudad, defraudando al Estado, aumentando y engendrando por todas partes el engaño, el pillaje y las maniobras fraudulentas, esos campesinos son unos especuladores, unos aliados del capitalista, unos enemigos de clase del obrero, unos explotadores. Pues tener sobrantes de cereal recolectado en las tierras que pertenecen al Estado, con la ayuda de aperos en cuya creación fue invertido, de uno u otro modo, no sólo el esfuerzo del campesino, sino también el del obrero, etc., tener sobrantes de cereal y especular con ellos significa ser un explotador del obrero hambriento.
Vosotros violáis la libertad, la igualdad, la democracia, nos gritan desde todos lados, señalando la desigualdad entre el obrero y el campesino en nuestra Constitución, la disolución de la Asamblea Constituyente, las requisas forzosas de los excedentes de cereal, etc. Nosotros replicamos: no ha habido en el mundo Estado que haya hecho tanto para eliminar la verdadera desigualdad y la verdadera falta de libertad que ha padecido durante siglos el campesino laborioso. Pero jamás reconoceremos la igualdad con el campesino especulador, como no reconoceremos la "igualdad" del explotador con el explotado, del harto con el hambriento, la "libertad" del primero de robar al segundo. Y a aquellos hombres instruidos que no quieran comprender estas diferencias, nosotros los trataremos como a los guardias blancos, aunque se llamen demócratas, socialistas, internacionalistas, los Kautsky, los Chernov, los Mártov.
5
El socialismo es la supresión de las clases. La dictadura del proletariado ha hecho en este sentido todo lo que estaba a su alcance. Pero no se puede suprimir de golpe las clases.
Y las clases han quedado y quedarán durante la época de la dictadura del proletariado. La dictadura dejará de ser necesaria cuando desaparezcan las clases. Y sin la dictadura del proletariado las clases no desaparecerán.
Las clases han quedado, pero cada una de ellas se ha modificado en la época de la dictadura del proletariado; han variado igualmente las relaciones entre ellas. La lucha de clases no desaparece bajo la dictadura del proletariado, lo único que hace es adoptar otras formas.
El proletariado, bajo el capitalismo, era una clase oprimida, una clase que había sido desprovista de toda propiedad sobre los medios de producción, la única clase opuesta directa e íntegramente a la burguesía, y por eso la única capaz de ser revolucionaria hasta el fin. El proletariado, al derrocar a la burguesía y conquistar el Poder político, se ha convertido en la clase dominante: tiene en sus manos el Poder del Estado, dispone de los medios de producción ya socializados, dirige a los elementos y las clases vacilantes, intermedios, aplasta la resistencia de los explotadores, que se manifiesta con energía creciente. Todas éstas son las tareas especiales de la lucha de clases, tareas que antes el proletariado no se las había planteado ni podía planteárselas.
La clase de los explotadores, los terratenientes y capitalistas, no ha desaparecido ni puede desaparecer de golpe bajo la dictadura del proletariado. Los explotadores han sido derrotados, pero no aniquilados. Aún tienen una base internacional, el capital internacional, del cual son una sucursal. Aún tienen, en parte, algunos medios de producción, aún tienen dinero, aún tienen amplios vínculos sociales. Precisamente a causa de su derrota, se ha multiplicado en cien y en mil veces su fuerza de resistencia. El "arte" de la administración estatal, militar y económica les da una superioridad, una superioridad muy grande, de modo que su importancia es inconmensurablemente mayor que su proporción numérica en la población. La lucha de clases que libran los explotadores derrocados contra la victoriosa vanguardia de los explotados, es decir, contra el proletariado, se ha vuelto incomparablemente más encarnizada. Y no puede ser de otra manera, si se trata de una revolución, si no se reemplaza este concepto (como lo hacen todos los héroes de la II Internacional) por ilusiones reformistas.
Por último, el campesinado, como toda la pequeña burguesía en general, ocupa bajo la dictadura del proletariado una situación intermedia: por un lado, representa una masa de trabajadores, bastante considerable (y en la Rusia atrasada, una masa inmensa), unida por el interés, común a los trabajadores, de emanciparse del terrateniente y del capitalista; y por otro lado, son pequeños patronos, propietarios y comerciantes aislados. Tal situación económica provoca inevitablemente su oscilación entre el proletariado y la burguesía. Y en las condiciones de la lucha agudizada entre estos últimos, de la ruptura extraordinariamente brusca de todas las relaciones sociales, ante la máxima costumbre de lo viejo, lo rutinario, lo invariable, tan arraigada precisamente entre los campesinos y los pequeños burgueses en general, es lógico que observemos inevitablemente entre ellos evasiones de un campo a otro, vacilaciones, virajes, inseguridad, etc.
En relación a esta clase -- o a estos elementos sociales --, al proletariado le incumbe la tarea de dirigir, de luchar por la influencia sobre ella. Conducir tras sí a los vacilantes e inestables es lo que debe hacer el proletariado.
Si confrontamos todas las fuerzas o clases fundamentales y sus relaciones mutuas modificadas por la dictadura del proletariado, veremos qué ilimitado absurdo teórico, qué estupidez constituye la opinión pequeñoburguesa en boga entre los representantes de la II Internacional de que se puede pasar al socialismo "a través de la democracia" en general. La base de este error reside en el prejuicio, heredado de la burguesía, de que la "democracia" tiene un contenido absoluto, independiente de las clases. Pero, de hecho, la democracia pasa a una fase absolutamente nueva bajo la dictadura del proletariado, y la lucha de clases se eleva a un grado superior, sometiendo a su dominio todas y cada una de las formas políticas.
Las frases comunes sobre la libertad, la igualdad y la democracia equivalen en el fondo a una repetición ciega de conceptos plasmados por las relaciones de la producción mercantil. Querer resolver por medio de estas frases comunes las tareas concretas de la dictadura del proletariado, significa pasarse en toda la línea a las posiciones teóricas y de principio de la burguesía. Desde el punto de vista del proletariado, la cuestión se plantea sólo así: ¿liberación de la opresión ejercida por qué clase?, ¿igualdad entre qué clases?, ¿democracia sobre la base de la propiedad privada o sobre la base de la lucha por la supresión de la propiedad privada?, etc.
En su Anti-Dühring, Engels aclaró hace tiempo que la noción de igualdad ha sido moldeada por las relacioncs de la producción mercantil; la igualdad se transforma en prejuicio si no se comprende como la abolición de las clases [**]. Esta verdad elemental relativa a la diferencia de la concepción democraticoburguesa y la socialista sobre la igualdad es olvidada constantemente. Cuando no se la olvida resulta evidente que el proletariado, al derrocar a la burguesía, da con ello el paso más decisivo hacia la supresión de las clases, y que para coronar esto el proletariado debe continuar su lucha de clase utilizando el aparato del Poder del Estado y aplicando diferentes métodos de lucha, de influencia, de acción con respecto a la burguesia derrocada y a la pequeña burguesia vacilante.
(Continuará )[***]
30 de octubre de 1919. |
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Excelente documental sobre lamuerte del camarada STALIN, en este video se puede observar el respeto y el cariño de todas partes del mundo hacia neustro querido camarada.
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“La glasnost es trotskismo…”
En el momento que la burguesía internacional reconocía que la restauración del capitalismo ya era un hecho, Mandel recibía los honores de la prensa anticomunista de la Unión Soviética. Su desvergüenza llega a tal extremo que lo llevó a declarar que Gorbachov era un gran revolucionario, retomador de las teorías trotskistas. Dice Mandel: “ahora pueden ver todos los comunistas del mundo quiénes son los verdaderos revolucionarios y contrarrevolucionarios. Trotski, los trotskistas, Gorbachov y los seguidores de Gorbachov se encuentran en el campo de la revolución; Stalin y los estalinistas están en el campo de la contrarrevolución”. Mandel declara en Managua que Stalin representa una “contrarrevolución violenta” (8). |
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Poema de Rafael Alberti dedicado al Camarada Stalin por su fallecimiento
Redoble lento por la muerte de Stalin
IPor encima del mar, sobre las cordilleras,a través de los valles, los bosques y los ríos,por sobre los oasis y arenales desérticos,por sobre los callados horizontes sin límitesy las deshabitadas regiones de las nievesva pasando la voz, nos va llegandotristemente la voz que nos lo anuncia.José Stalin ha muerto.A través de las calles y las plazas de losgrandes poblados,por los anchos caminos generales yperdidos senderos,por sobre las atónitas aldeas, asombradas campiñas,planicies solitarias, subterráneoscorredores mineros, olvidadasislas y golpeados litorales desnudosva pasando la voz, nos va llegandotristemente la voz que nos lo anuncia.José Stalin ha muerto.Va cruzando las horas oscuras de lanoche,la madrugada, el día, los extensoscrepúsculos,todo lo austral y nórdico quecomprende la tierra,y no hay razas, no hay pueblos, no hay rincones,no hay partículas mínimas del mundoen donde no penetre la voz que va llegando,la voz que tristemente nos lo anuncia.José Stalin ha muerto.II(A dos voces)1. Padre y maestro y camarada:quiero llorar, quiero cantar.Que el agua clara me ilumine,que tu alma clara me ilumineen esta noche en que te vas.2. Se ha detenido un corazón.Se ha detenido un pensamiento.Un árbol grande se ha doblado.Un árbol grande se ha callado.Mas ya se escucha en el silencio.1. Padre y maestro y camarada:solo parece que está el mar.Pero las olas se levantan,pero en las olas te levantasy riges ya en la inmensidad.2. Cerró los ojos la firmeza,la hoja más limpia del acero.Sobre su tierra se ha dormido.Sobre la Tierra se ha dormido.Mas ya se yergue en el silencio.1. Padre y maestro y camarada:vuela en lo oscuro un gavilán.Pero en tu barca una paloma,pero en tu mano una palomase abre a los cielos de la paz.2. Callan los yunques y martillos.El campo calla y calla el viento.Mudo su pueblo le da vela.Mudos sus pueblos le dan vela.Mas ya camina en el siencio.1. Padre y maestro y camarada:fuertes nos dejas, Mariscal.Como en las puntas de la estrella,como en las puntas de tu estrellaarde en nosotros la unidad.2. Vence el amor en este día.El odio ladra prisionero.La oscuridad cierra los brazos.La eternidad abre los brazos.Y escribe un nombre en el silencio.IIINo ha muerto Stalin. No has muerto.Que cada lágrima cantetu recuerdo.Que cada gemido cantetu recuerdo.Tu pueblo tiene tu forma,su voz tu viril acento.No has muerto.Hablan por ti sus talleres,el hombre y la mujer nuevos.No has muerto.Sus piedras llevan tu nombre,sus construcciones tu sueño.No has muerto.No hay mares donde no habites,ríos donde no estés dentro.No has muerto.Campos en donde tus manosabiertas no se hayan puesto.No has muerto.Cielos por donde no crucecomo un sol tu pensamiento.No has muerto.No hay ciudad que no recuerdetu nombre cuando era fuego.No has muerto.Laureles de Stalingradosiempre dirán que no has muerto.No has muerto.Los niños en sus cancioneste cantarán que no has muerto.Los niños pobres del mundo,que no has muerto.Y en las cárceles de Españay en sus más perdidos pueblosdirán que no has muerto.Y los esclavos hundidos,los amarillos, los negros,los más olvidados tristes,los más rotos sin consuelo,dirán que no has muerto.La Tierra toda girando,que no has muerto.Lenin, junto a ti dormido,también dirá que no has muerto. Rafael ALBERTI Buenos Aires, 9 marzo 1953
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En una carta del 17 de febrero de 1917 a Alejandra Kolontai, Lenin le dice a su amiga y camarada:
“!Que cerdo es este Trotski!: frases izquierdistas y bloque con los derechistas contra los zinmerwaldianos de izquierda! Habría que desenmascararlo (usted) por lo menos, con una breve carta a Social Demócrata”. |
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Lenin sobre Trotsky:
“¡Ese es Trotski. Siempre fiel a si mismo; se revuelve, estafa, posa a la izquierda y ayuda a la derecha”.
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¿PARTIDO DE VANGUARDIA leninista o PARTIDO DE MASAS antileninista?
Lenin decía al respecto;
“Pero no se puede ejercer la dictadura del proletariado a través de una organización que abarque la totalidad de esta clase, porque en todos los países capitalistas y no sólo en el nuestro, uno de los más atrasados, el proletariado está aún dividido, tan degradado y tan corrompido en algunas partes -por el imperialismo, en algunos países-, que una organización que englobe a la totalidad del proletariado no puede ejercer directamente la Dictadura del Proletariado. Sólo puede ejercerla la vanguardia que concentra la energía revolucionaria de la clase. El conjunto es algo así como un sistema de engranajes. Tal es el mecanismo básico de la Dictadura del Proletariado y la esencia de la transición del capítalismo al comunismo".
Y añadía;
“Aquél que reconoce la lucha de clases, pero sigue sin aceptar la Dictadura del proletariado, no puede llamarse marxista”.
Por tanto, lo que tenemos no son dos meras “opiniones divergentes”, sino dos antagonismos claros y evidentes; por un lado la concepción bolchevique de un partido que, abarcando la vanguardia de clase, tenga mil vínculos con las masas. Por el otro lado la concepción menchevique de una organización dónde "todo huelguista" pueda ser miembro del Partido.
Si el partido bolchevique hubiera seguido la concepción trotskista del Partido, es seguro que no hubiera habido revolución socialista en Rusia, pues el Partido hubiera sido destruido mucho antes de 1917. "
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El apoyo de Mandel a Yeltsin
Mandel, ferviente partidario de la Glasnost de Gorbachov, considera como obligación propia el apoyo a las fuerzas más a la "izquierda" de Gorbachov, ¡convirtiéndose así en el vocero de Yeltsin y Sakharov! A comienzos de 1989 Mandel presenta a Yeltsin como el representante de los trabajadores, el hombre de la democratización, que interpreta las ideas de la clase política consciente de la URSS! Mandel escribe en su libro sobre Gorbachov: "La destitución de Yeltsin (el 11 de noviembre de 1987) como dirigente del PCUS es un retroceso grave en el proceso de democratización de la URSS." (11) "Yeltsin es hoy la personalidad política más popular entre los trabajadores soviéticos. Espontáneamente se hicieron miles de etiquetas con el eslogan 'Que regrese Yeltsin'. Todo esto señala la voluntad de una clase política consciente, dispuesta a conservar y ampliar las libertades democráticas parciales obtenidas durante el período 19861988." (12) El 3 de abril de 1989 Mandel da la bienvenida "Al nacimiento de una izquierda más radical y masiva, con tres líneas directivas y progresistas que sobresalen en la plataforma de Yeltsin y Sakharov: contra los privilegios de la burocracia, por más igualdad y por un sistema multipartidario." (13) Sakharov el representante de la "izquierda radical" tenía ya hace muchos años la reputación de agente oficial de la C.I.A. en la Unión Soviética. El apoyó con entusiasmo la agresión norteamericana contra Vietnam. Compartía la idea de que los norteamericanos hubieran ganado la guerra "si hubiesen actuado con más decisión en el campo militar y sobre todo en el campo político." (14) La prensa internacional ha comentado la admiración de Yeltsin por el capitalismo norteamericano y reconoció los contactos de Yeltsin con la C.I.A., durante su primer viaje a los E.E.U.U. Incluso un periódico belga de derecha como De Gazet van Antwerpen, reconocía que Yeltsin exageraba al declarar: "El capitalismo no está en declive, al contrario florece. Con poco dinero se puede comprar todo. En las calles no hay ningún peligro durante la noche. Incluso los desamparados tienen una visión positiva de la vida." (15) Después de estos propósitos abiertamente antisocialistas Mandel seguía considerando a Yeltsin como ¡"la izquierda radical democrática" del partido comunista de la URSS! A principios de 1990 continuaba la prensa trotskista demostrando su apoyo a la "democracia radical", y a la oposición en la Unión Soviética: "El Moskovkja Pravda del 23 de febrero de 1990 publicó 'la plataforma democrática' de la oposición radical democrática dirigida por Yeltsin. La plataforma exige: el ejercicio del poder por los soviéticos, elegidos en base a un sistema multipartidario, la abolición del "rol" dirigente del PC y la aprobación de una ley que legalice el sistema multipartidario." (16) Está claro que los trotskistas permanecen apoyando esos puntos de vista de Yeltsin, al coincidir con su línea "revolucionaria". Mandel llega a un extremo tal, que declara a Yeltsin como el nuevo Trotski: "En este momento Yeltsin representa la tendencia que está por la enorme reducción del aparato burocrático. El camina sobre las huellas de Trotski." (17) Mientras en 1991 Yannaviev trató de improvisar un golpe de Estado, Yeltsin por su parte preparó un golpe de Estado auténtico que destruía toda la legalidad del sistema existente: fue apoyado por una mobilización internacional desenfrenada de todas las fuerzas imperialistas. Mandel y los trotskistas estaban por supuesto al lado de Yeltsin. "La mobilización, la nueva vida propagada por Yeltsin y el rechazo al sistema anterior muestran el fracaso de lo que más parece un cambio de ruta, que un golpe de Estado. Hay que oponerse contra los cabecillas, y estar al lado de Yeltsin para que desarrolle la autoorganización, el pluralismo político y la libertad de opinión, que son las únicas garantías de los cambios que se aproximan. Somos partidarios de la nacionalización de las propiedades del Partido Comunista y de los sindicatos oficiales." (18) Para todos los anticapitalistas honestos era claro que Yeltsin representaba las fracciones ultra-liberales y pro-norteamericanas de la nueva burguesía rusa, que conservaba con mucho honor la herencia zarista. Sin embargo los trotskistas aplaudieron el golpe de Estado contrarrevolucionario de Yeltsin, porque este abría camino a la "autoorganización", es decir la autoorganización de las masas contra el partido comunista, ya que el pluralismo introducía la libertad para los partidos liberales, socialdemocratas, fascistas y zaristas. La libertad para todos los partidos burgueses, acompañada de la inevitable represión contra las organizaciones comunistas, incluso llegando a su prohibición, lo que es propio de todo sistema burgués-pluralista. Un año más tarde nadie podía negar, incluso la gran burguesía internacional, el carácter de extrema derecha y proimperialista de Yeltsin. Como verdaderos provocadores anticomunistas, los trotskistas se atrevieron a titular: "¿Sigue Boris Yeltsin las huellas de Josef Stalin?" (19). Este ejemplo nos muestra que estos anticomunistas no retroceden ante ninguna bajeza. Ellos apoyaron hasta el final al liberal Yeltsin en su lucha anticomunista y lo compararon con su respetado jefe revolucionario, el gran Trotski; y después de algunos meses, cuando la restauración capitalista fue un hecho, luego que Yeltsin honró la memoria de los viejos Zares, los trotskistas declararon que Yeltsin, se parece a su peor enemigo: Stalin.
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Quien niegue ésto no es , no puede ser marxista leninista , y por ello y por mil cosas más el trotskismo nunca fué marxista leninista ... ni comunista ... por ello la felicidad de los troskos con la caida de la URSS :
" A medida que el capitalismo se desarrolla, la lucha clasista del proletariado adquiere carácter internacional y crea las condiciones para que los proletarios de todos los países se unan, para que se establezcan entre ellos lazos de solidaridad En la lucha contra la burguesía, el proletariado actúa como dirigente de todas las masas oprimidos y explotadas de la sociedad capitalista. Cumpliendo su misión histórico - mundial, el proletariado, por medio de la revolución socialista pone fin al dominio de la burguesía y de los terratenientes suprime la propiedad capitalista sobre los medios de producción e instaura la propiedad socialista. Vencedor en la revolución, el proletariado establece su dictadura, cuyo principio supremo es el de la alianza con el campesinado. La dictadura del proletariado es el arma fundamental para la edificación del socialismo. Con la victoria de la revolución socialista cambian la situación y el papel del proletariado en la sociedad: éste deja de ser una clase oprimida y se convierte en clase obrera liberada de todo yugo y explotación, dueña -junto con los demás trabajadores de la sociedad socialista- de las riquezas todas del país. "
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"La Glasnost es trotskismo..."
En el momento que la burguesía internacional reconocía que la restauración del capitalismo ya era un hecho, Mandel recibía los honores de la prensa anticomunista de la Unión Soviética. Su desvergüenza llega a tal extremo que lo llevó a declarar que Gorbachov era un gran revolucionario, retomador de las teorías trotskistas. Dice Mandel: ahora pueden ver todos los comunistas del mundo quienes son los verdaderos revolucionarios y contrarrevolucionarios. Trotski, los trotskistas, Gorbachov y los seguidores de Gorbachov se encuentran en el campo de la revolución, Stalin y los estalinistas están en el campo de la contrarrevolución. Mandel declara en Managua que Stalin representa una "contrarrevolución violenta" (8). Felizmente, gracias al esfuerzo de Mandel y Gorbachov, hemos avanzado en 1990 hacia la verdadera revolución. He aquí le declaración de Mandel a Temps Nouveaux: "Temps Nouveaux: Declara Gorbachov que la perestroika es la nueva revolución auténtica? Ernesto Mandel: Si, efectivamente el dice eso, y esto es en realidad muy positiva. Nuestro movimiento ha defendido durante 55 años esta tesis, por lo cual se le denominó contrarrevolucionario. Hoy en día se comprende bien, en la Unión Soviética y en el seno de la mayoría de los movimientos comunistas internacionales, donde se encontraban en realidad los verdaderos contrarrevolucionarios." (9) No hubo que esperar dos años, para ver caer la Unión Soviética en manos de la mafia pro-norteaméricana y zarista, para ver florecer las fuerzas fascistas y zaristas en Rusia y las otras repúblicas, y para ver diferentes guerras civiles reaccionarias entre las diferentes fracciones burguesas de la población civil. Esto descubre la verdadera faz de los "revolucionarios" de la Glasnost y la Perestroika; esto demuestra también para qué fuerzas políticas Mandel trabaja, este profesional del anticomunismo. Catherine Samary, la otra estrella de la IV-Internacional, confirmó a la prensa soviética, que Gorbachov aplicó el programa desarrollado por Trotski."
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Lenin se hace flamenco: Homenaje andaluz a la Revolución rusa en su centenario
Publicado: 4 jun 2017 10:39 GMT | Última actualización: 4 jun 2017 10:41 GMT
El flamenco conmemora por primera vez en la historia musical de España en un disco la Revolución de 1917 con letras inspiradas en poemas de Lenin y Mayakovsky entre otros.
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"Las efemérides sirven para que uno se reconozca y entienda el momento histórico que vive. Es muy complicado meter a Mayakovsky por marianas y a Lenin por trillas. Esto es 1917, que cada uno haga lo que quiera", admite a RT, consciente del reto, Joaquín Recio, alma máter de Atrapasueños, la cooperativa andaluza a la que se debe el nacimiento del disco '1917'. Un homenaje flamenco protagonizado por la poderosa voz del cantaor sevillano Manuel Romero y la virtuosa guitarra de Eduardo Rebollar. Una sentida celebración desde las entrañas de Andalucía, en el sur de España, del centenario de la Revolución rusa (y las demás).
Se trata de la primera vez que el flamenco y la lírica de diversos intelectuales revolucionarios se funden. Un disco pionero en la historia musical española que se rinde a unos hechos que cambiaron el mundo. Entre los autores que este cantaor de la Sierra Sur sevillana curtido en la potente fragua del cante atrás ha hecho flamencos se encuentran, además de los rusos Lenin y Mayakovsky, el inglés Shelley, el alemán Bertolt Brecht, el vietnamita Ho Chi Minh o los españoles Javier Egea, Moreno Galván o Quintín Cabrera.
1917 como esperanza
"1917 sirve para convocar a la gente, hay una necesidad de ver esperanza en el futuro, en un país como este en el que todo se está convirtiendo en un problema; cantarle a la esperanza 1917 fue un punto de inflexión en la liberación y emancipación de los pueblos. Hace falta gente que cante a esa esperanza", resume Recio en los prolegómenos de la presentación del disco en el centro de Sevilla.
"El flamenco, que es el cante de la Andalucía profunda, el cante de los pobres, tiene esa contradicción, se cantaba para los ricos, se decía que era el cante de la fiestas de los señoritos, pero hay mucha gente que no ha funcionado en ese tono de servidumbre: las voces que no callaron", ilustra Felipe Alcaraz, profesor, escritor y exdiputado en el Congreso español por la coalición Izquierda Unida.
"Muchos cantaores, como Manuel, no se sometieron a cantar en las mancebías o en bares malolientes, sino que empezaron a hacerlo contra la explotación, sublevando la voz 'jonda' frente a la Andalucía de la esclavitud", remata Alcaraz, profundo conocedor y admirador de la literatura rusa, al que se debe la selección y adaptación de los poemas.
"Estrechad vuestras filas,/levantaos como uno solo,/al encuentro/ de la roja libertad/ al encuentro todos, todos/ todos, todos, todos". Las palabras del padre de la Revolución por trillas -palo del flamenco de origen folclórico- retumban en el arranque de la presentación de '1917' ante una sala repleta y expectante. "¡Nos van a meter a todos en la cárcel", lanza al público entre cante y cante Romero, que provoca la carcajada general y se mete al público en el bolsillo.
"Es 1917 y algo más, porque Andalucía siempre es algo más, hay sentimiento y emoción, Manuel le ha echado todo ese pedazo de Andalucía encima", matiza Recio.
"Hay una idea que atraviesa todo el disco: un fantasma sigue recorriendo Europa y el mundo para una vida nueva, para que la respuesta de la gente a la explotación, la marginación y la esclavitud de este capitalismo postmoderno pueda empezar a marcar una esperanza de futuro", abunda Alcaraz.
Miradas de Sevilla a Moscú. Cien años y más de veinte grados de diferencia entre ambas capitales en esta caprichosa primavera. El calor aprieta y anima a beber botellines fríos de la cerveza 1917 que también la cooperativa ha lanzado con motivo de la efeméride. La sala de la plaza del Duque, puerta del llamado 'Moscú sevillano' de los años 30 del pasado siglo que hoy pone el corazón mirando hacia Rusia, vibra, abarrotada, con '1917'. "Torre, vamos, vente pa Rusia/yo te conseguiré el pasaporte", se emplea a fondo Romero por marianas -palo flamenco del grupo de los tangos- los versos de Vladímir Mayakovsky (en un poema en que se dirige a la torre Eiffel parisina).
Gorky para la segunda parte
¿Habrá segunda parte de '1917'? "Nos hemos quedado con las ganas de tener una segunda parte con [el escritor revolucionario ruso] Máximo Gorki y [el poeta y cantautor cubano] Silvio Rodríguez", reconoce Recio. ¿Qué le dicen a la Rusia de hoy? "Yo les diría que lo acojan como si fuera suyo, ellos fueron los que lo hicieron, son sus poetas y su gente la que se levantó en 1917", lanza el cantaor. "Es como levantar una bandera roja en el cante 'jondo', que no siempre se ha levantado a tiempo", remata Alcaraz. "Ahora lo vamos a conseguir", zanja Romero con indisimulado brillo en los ojos.
Antonio Navarro Amuedo
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