Cada vez más se hace necesario potenciar, y a su vez proteger, las riquezas naturales que ofrece el planeta, y este año, dos acontecimientos son la plataforma idónea para continuar trabajando en aras de ello: la declaración del 2017 como Año Internacional del Turismo Sostenible, y la celebración –el próximo 22 de mayo- del Día de la Biodiversidad Biológica.
De acuerdo con las Naciones Unidas «la diversidad de especies, ecosistemas y paisajes atrae al turismo y fomenta el crecimiento económico. A su vez, un sector turístico bien gestionado contribuye de manera significativa a proteger la flora y la fauna, incluso a aumentar las poblaciones de determinadas especies claves, además de concienciar acerca del valor de la biodiversidad a través de los ingresos que genera el turismo».
Este es un sector económico de gran importancia a nivel mundial, que, a la vez que trae beneficios, como generación de empleos, ofrece oportunidades a zonas menos desarrolladas y fomenta inversiones en la infraestructura, puede ser igualmente nocivo, sobre todo en el ámbito medioambiental.
En ese contexto se inserta el turismo sostenible, que se va incrementando cada vez más en el planeta, como una iniciativa que contribuye y ensalza la conservación del patrimonio natural y cultural, minimiza los impactos negativos de tipo económico, social y ambiental, y proporciona una experiencia única a los turistas al ponerlos en contacto directo con la naturaleza, la población local y la comunidad.
CUBA, MÁS ALLÁ DEL SOL Y LAS PLAYAS
En la década de los '90 del pasado siglo, el turismo en Cuba se posicionaba como de «sol y playa», sin embargo esa oferta comenzó a diversificarse en los últimos años, y en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, se hace mención a ello.
El documento plantea como sector estratégico para la economía de la Isla el turismo y su diversificación «como turismo de marinas y náuticas, golf e inmobiliaria, de naturaleza, agrario, crucerismo, histórico, cultural y patrimonio, convenciones, congresos y ferias y en especial, de las modalidades de salud y calidad de vida; y con énfasis en su contribución al fortalecimiento de la integración interna de la economía».
La Isla cuenta con atractivos naturales para promover un turismo sostenible: 5 800 kilómetros de costas (600 de ellos con presencia de playas); 211 áreas protegidas, nueve sitios declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco; entre otros.