En un conversatorio en la sede de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina sobre el día de la independencia, el diplomático boliviano expresó que el 6 de agosto de 1825 se derrocó el imperio español formalmente, pero faltaba un proceso liberador.
De colonia pasamos a una República cuyas bases fueron la inestabilidad política, la concentración de tierras en manos de los criollos y la expoliación de las comunidades indígenas, aseguró.
El exministro de la Presidencia hizo referencia a procesos que marcaron la historia de Bolivia tales como la Guerra del Pacífico (1884), la del Chaco (1932) y la Revolución Nacional (1952).
Sobre este último hecho, Quintana afirmó que debía transformar políticamente el país, pero capituló y entregó las fuerzas del gobierno a Estados Unidos.
Luego ocurrió el golpe de Estado de 1964 que abrió el mayor periodo de intromisión estadounidense en la nación andino-amazónica mediante la Alianza para el Progreso, acotó.
En esa etapa los movimientos sociales que presionaron hasta la maduración de la Revolución Democrática y Cultural encabezada por el presidente Evo Morales cuando ganó la presidencia en 2005, expresó.
Quintana, sociólogo de formación, añadió que el gobierno tuvo que enfrentar la presencia de organizaciones no gubernamentales (ONG), muchas financiadas por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Llegaron a operar cerca de dos mil ONG, las cuales estaban ubicadas principalmente en la Amazonía y las zonas donde están los recursos naturales, señaló el representante boliviano en Cuba.
Esa fue otra batalla que libró el gobierno en los departamentos Pando, Beni y Santa Cruz, ejemplificó Quintana, quien agregó que las ONG 'secuestraron políticamente esos territorios'.
El diplomático manifestó igualmente que otra de las tareas pendientes es lograr el cambio de mentalidad y de narrativa de las Fuerzas Armadas.
Quintana resaltó la entrega de más de 10 mil obras sociales en 11 años que han llegado a los nueve departamentos del país y demuestra el compromiso del gobierno boliviano por la dignificación del pueblo.