Vincenzo Paglia, el arzobispo italiano que postuló la causa de Monseñor Óscar Arnulfo Romero para su estudio en el Vaticano, llegó esta tarde a la cripta de Catedral Metropolitana, en San Salvador, donde descansan los restos del futuro beato. El religioso se encuentra en tierras salvadoreñas para definir los detalles de la próxima beatificación del mártir, el 23 de mayo.
 
“El mundo necesita mirar a Monseñor Romero (…) Es un ejemplo que todos debemos imitar”, expresó Paglia, quien durante años siguió el proceso dentro del vaticano.
 
Manifestó también que estar en el país de Monseñor Romero es una experiencia extraordinaria. “El pastor fue como Jesús que dio su vida por su pueblo”, agregó el representante católico.
 
Paglia afirmó también que Romero se convierte en el primer mártir después del Concilio Vaticano II.
 
"Yo quiero gritar San Romero del mundo, no solo de América”, expresó con júbilo el religioso italiano. "Ahora Monseñor Romero no solamente vive, si no que habla. Romero no necesita ser beatificado, el mundo necesita mirar a Monseñor", agregó.
 
Durante este evento también estuvieron presentes otros representantes de la iglesia católica salvadoreña. Monseñor Gregorio Rosa Chávez agregó que como sociedad salvadoreña “es una gran dicha y no tenemos palabras para agradecerlo”. 
 
“El Salvador se llena de gozo y agradece al papa y a todas las personas (en todo el mundo) por el afecto que le tienen”, expresó Rosa Chávez. 
 
Paglia, postulador de la causa de Romero, confirmó esta mañana que el sábado 23 de mayo la ceremonia de quien él mismo calificó como “un ícono de amor” tendrá lugar en la plaza Salvador del Mundo, en San Salvador, y será presidida por el cardenal italiano Angelo Amato.
 
“El pasado tres de febrero, día en que el papa Francisco firmó en decreto de beatificación, fue un día señalado por Dios”, dijo el arzobispo, quien también afirmó que la Congregación para las Causas de los Santos dio el “consentimiento unánime” para tal suceso, el cual es un don extraordinario para toda la iglesia y para El Salvador.
 
Monseñor Romero, el llamado “la voz de los sin voz”, fue asesinado el 24 de marzo de 1980, de un disparo al corazón, cuando daba la homilía pidiendo que cesara el genocidio .-