Donald Trump: "Nadie sabe si el cambio climático es real"
Publicado: 12 dic 2016 10:25 GMT
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El nuevo presidente ha elegido como director de la Agencia de Protección Ambiental a un escéptico del cambio climático que demandó en varias ocasiones a la institución que ahora presidirá.
Shannon StapletonReuters
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El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha concedido una entrevista este domingo a la cadena de televisión estadounidense Fox, en la que ha dudado de que el cambio climático exista de verdad. "Nadie sabe a ciencia cierta si es real", afirmó en el programa Fox News Sunday.
Trump declaró que valora la posibilidad de que EE.UU. abandone el Acuerdo de París alcanzado el año pasado, porque no quiere que "ese acuerdo ponga al país en una posición de desventaja competitiva con respecto a otros países".
La mayoría de la comunidad científica afirma que el cambio climático es real y que la actividad humana contribuye a su aceleración, aunque hay una minoría de instituciones, como el Instituto Heartland o el Instituto para la Investigación de la Energía (IER, por sus siglas en inglés), que niegan que este proceso de calentamiento global exista o se deba a la acción del ser humano.
Durante la campaña electoral, Trump proclamó en repetidas ocasiones que el cambio climático era una "farsa china". Sin embargo, en las últimas semanas ha mostrado un creciente interés sobre el tema y se ha reunido con reconocidos defensores de la lucha contra el cambio climático, como el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, o el popular actor Leonardo DiCaprio.
Los colaboradores de Trump
De todas formas, decisiones como elegir a Scott Pruit para ocupar la dirección de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) dejan intuir cuál es la posición del presidente electo. Pruitt es un reconocido escéptico del cambio climático, que en el pasado ha llegado incluso a emprender acciones legales contra el organismo que presidirá.
Trump ha defendido la elección de Pruitt alegando que la Agencia de Protección Ambiental cercena las inversiones en el país por las numerosas regulaciones que impone y espera que el futuro director de la agencia ayude a reducir la legislación.
Las personas elegidaspor Trump para muchas de las secretarías y direcciones de agencias, son personas completamente opuestas a las políticas que sus respectivas instituciones han llevado a cabo en los últimos años. Mike Pompeo, miembro del Tea Party, muy crítico con la administración Obama en temas de seguridad nacional, dirigirá la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). Mientras, el senador republicano, Jeff Sessions, partidario de la construcción del muro en la frontera con México y de endurecer las políticas de inmigración, será el próximo fiscal general.
Al ser preguntado si pretendía demoler el legado del presidente saliente, Barack Obama, Trump respondió "No, eso no es lo que quiero. Simplemente quiero hacer lo que es correcto".
Yo te puse ejemplos de países capitalistas donde se come y se vive "mucho" como tú dices.
Hay bastantes más, porque los países capitalistas no son los desarrollados, que esos son sólo una minoría, ¿sabes?
O sea, en otras palabras: el capitalismo es la mayor desgracia que actualmente tiene la humanidad y el mundo mundial. Por tanto, es imprescindible kgarse en él.
El Instituto Meteorológico Noruego advirtió que las temperaturas del Polo Norte subieron hoy hasta cerca del punto de derretimiento por un inusual frente de aire cálido, cuando usualmente en esta época del año deberían ser de -30 º C . Inclusive, una de las boyas que controla las temperaturas del agua en el Ártico registró 0 º a las 12.
Según Jesper Eriksen, del IMN, los cambios bruscos de temperatura “se están volviendo más frecuentes porque tenemos una decreciente capa de hielo en el mar y el agua debajo está más cálida”. La revista británica Nature, por su parte, en su última edición señala que tales acontecimientos se dan una o dos veces por década, desde los años 50, pero no durante esta época del año.
La Organización Meteorológica Mundial alertó en octubre que 2016 sería el año más cálido del que se tenga registro porque los datos preliminares indicaban que el aumento de la temperatura sería de aproximadamente 1 ó 2 º por encima del año pasado. Entre los picos de calor nunca superados hasta la fecha, el informe citó los de Kuwait (54 grados); Pretoria, Sudáfrica (42,7 grados); Tailandia (44,6); Phalodi, India (51 grados) y Basora, Irak (53,9 grados)
“Hay una baja presión entre Groenlandia y Spitsbergen, con una corriente de aire muy poderosa” que está llevando aire cálido al norte, precisó Justyna Wodziczko, también del IMN. El alerta de los científicos noruegos se suma a las advertencias de distintos organismos internacionales que señalaron la gravedad de las huellas del calentamiento global que se registraron en 2016 en los hielos del Polo Sur y Norte.
La Nasa, por su parte, a principios de diciembre publicó una imagen que muestra la ruptura de una de las plataformas de hielo más importantes del mundo, localizada a lo largo de la costa oriental de la península Antártica. La Estación Espacial advirtió que la grieta en la capa de hielo, denominada Larsen C, corre riesgo de desintegrarse durante la próxima década y se convertirá en un iceberg de enormes dimensiones, que provocará una suba considerable en el nivel del mar.
Del mismo modo, otro equipo de investigadores británicos descubrió en agosto que la grieta se había expandido 14 millas entre marzo y agosto de 2016, la tasa de expansión más rápida registrada hasta el momento.
El calentamiento de la región avanza al doble de velocidad que en el resto del planeta. El deshielo que genera se ha convertido en un elemento que impulsa el cambio climático
Un problema grave es que, en el pasado, el IPCC, el organismo creado para advertir al mundo sobre los peligros del cambio climático, ha restado importancia a estos efectos. Ahora, con el Acuerdo de París de 2015, todos los países tienen la responsabilidad legal de reducir sus emisiones de carbono para que las temperaturas globales no aumenten más de 2°C y, si es posible, 1,5°C, respecto al nivel preindustrial.
Mi conclusión personal es que ni siquiera una rápida reducción de las emisiones de CO2 llegará a tiempo, por lo que debemos pensar con urgencia en métodos que puedan frenar algo el calentamiento y nos permitan ganar tiempo para cambiar la forma de vivir en este planeta. Podemos recurrir a la geoingeniería, aunque despierta muchas reticencias, incluso entre los científicos. Consiste en reducir la radiación que absorbe el planeta, normalmente por la difusión de un polvo muy fino en la estratosfera para que refleje la radiación solar que llega o, de forma más benigna, inyectando pequeñas gotas de agua en las nubes en estratos que sobrevuelan el mar para hacerlas más brillantes, es decir, para aumentar su albedo. En cualquier caso, no es una solución permanente. No sirve para detener el incremento del CO2 en la atmósfera, por lo que, en cuanto se interrumpe el tratamiento, la enfermedad (el calentamiento rápido) vuelve a estallar con más virulencia. Tampoco detiene la acidificación del mar, otra consecuencia del aumento del nivel de CO2, que destruirá los arrecifes de coral y tendrá terribles consecuencias para la vida marina.
La única solución real para el calentamiento global, aparte de un inútil llamamiento a que el ser humano deje de emitir CO2 de inmediato, es encontrar una manera de eliminar el CO2 de la atmósfera. Esa sería la solución tecnológica definitiva. Se han propuesto varios métodos como plantar árboles de forma masiva, capturar y almacenar el carbono procedente de las centrales eléctricas alimentadas con carbón e incluso poner en contacto con la atmósfera miles de millones de toneladas de roca olivina pulverizada, que experimenta en el aire una reacción química que incluye la absorción de CO2.
He dedicado toda mi vida de científico, desde los 21 años, a investigar la ciencia del hielo marino y los océanos polares. ¿Qué significan estos cambios para mí ahora que digo mi adiós personal a este mágico paisaje? Por encima de todo, siento que, además de una catástrofe práctica para la humanidad, estamos ante el empobrecimiento espiritual de la Tierra. Nuestra codicia y nuestra estupidez nos han arrebatado la belleza del hielo marino del océano Ártico que nos protegía frente a los efectos de los extremos climáticos. Ahora necesitamos actuar urgentemente si queremos salvarnos de las consecuencias.Está claro que todavía no se ha inventado un método sencillo, rentable y que consuma poca energía, pero ese es el gran reto para la humanidad. ¿Podemos convencer a nuestros políticos y científicos para que pongan su empeño en una campaña masiva de investigación de alcance mundial con el fin de diseñar un método eficaz para eliminar el CO2 de la atmósfera normal y convertirlo en una sustancia benigna que pueda almacenarse o utilizarse? En mi opinión, este es hoy el desafío más importante para la ciencia y la tecnología, porque lo que está en juego es nuestra misma existencia. Nosotros hemos creado el calentamiento global y nosotros deberíamos ser capaces de detenerlo.
Peter Wadhams es catedrático de Física Oceánica en la Universidad de Cambridge.
Un dron sobrevuela una grieta de 40 kilómetros aparecida en la Antártida (VIDEO)
Publicado: 18 ene 2017 23:29 GMT
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La enorme fisura en el hielo ha duplicado su longitud en cuestión de tres meses, obligando a evacuar un centro de investigación que se encontraba en la zona.
El 2016 fue el año más cálido registrado en el Ártico. Expertos en cuestiones climáticas se encuentran desconcertados por las actuales condiciones en la región: el Árctico ha estado demasiado cálido durante tanto tiempo que la comunidad científica alerta sobre el problema y los cambios medioambientales que se están produciendo, informa el periódico 'The Washington Post'.
El clima del Ártico es conocido por oscilar drásticamente, pero los científicos indican que este aumento de temperaturas es tan extremo que los seres humanos seguramente han participado en ello. Las actuales temperaturas de ese sector del Polo Norte, de acuerdo con los expertos, son mucho más elevadas de lo que se ha observado en los registros modernos, y la extensión del hielo marino sigue batiendo sus mínimos récord.
"Después de estudiar el Ártico y su clima durante tres décadas y media, he concluido que lo que ha sucedido durante el último año va más allá de lo extremo", escribió Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo en la ciudad de Boulder, Colorado, en un artículo para la revista 'Earth'.
En el Polo Norte, durante el pasado mes de noviembre la temperatura se elevó unos 20º sobre la media para esa época del año. Otro gran flujo de calor es proyectado por los modelos climáticos para la próxima semana. Los meteorólogos predicen que en algunas zonas del Ártico las temperaturasse elevarán más de 50 grados por encima de lo normal.
Los investigadores aseguran que no hay una causa única de este calor anormal, pero indican que puede ser consecuencia de las variaciones naturales en el clima ártico combinadas con una tendencia de calentamiento a largo plazo resultante de la actividad humana.
La comunidad científica asegura que la humanidad "se dirige hacia lo desconocido [...] La ciencia todavía trata de averiguar los detalles. Sabemos que el año 2017 casi seguramente comenzará con la capa de hielo ártico más débil, más delgada y más pequeña de la historia. Así que nos encontramos un paso más cerca de vivir con un Ártico libre de hielo en el verano, y probablemente más pronto de lo que pensamos", señaló David Titley, de la Universidad Estatal de Pensilvania.
Restos de hielo en el cañón por el que bajaba el glaciar Kaskawulsh, en 2016.JIM BEST / UNIVERSIDAD DE ILLINOISAP
El derretimiento acelerado de uno de los mayores glaciares del río Yukón de Canadá, ubicado en el noroeste del país, ha hecho desaparecer un río en apenas cuatro días, según ha publicado este lunes la revistaNature Geoscience. El agua se ha desviado totalmente hacia otro cauce, en lo que los científicos consideran el primer caso observado de piratería fluvial repentina. Los especialistas que han documentado el fenómeno, ocurrido la primavera de 2016, lo consideran un ejemplo inquietante de cómo el calentamiento global está cambiando drásticamente la geografía del mundo.
El agua de deshielo del glaciar Kaskawulsh solía bajar hacia el norte por el río Slims, que llegó a tener 150 metros en su punto más ancho. El desaparecido Slims confluía con el río Yukón en Alaska que llega al mar de Bering, al oeste. Sin embargo, un derretimiento más rápido hizo que el agua se desviara hacia el sur, al cauce del río Alsek, que desemboca en el océano Pacífico. Este cambio abrupto ocurrió entre el 26 y el 29 de mayo. El río Slims está ahora casi seco y los científicos creen que la transformación será permanente.
"Fuimos a la zona con la intención de continuar con nuestras mediciones en el río Slims, pero hallamos el lecho del río más o menos seco", ha declarado James Best, geólogo de la Universidad de Illinois, citado por el diarioThe Guardian. "El delta superior que habíamos estado navegando en un pequeño bote es ahora una tormenta de polvo. El cambio en el paisaje fue increíblemente dramático".
El equipo sobrevoló el glaciar en helicóptero y utilizó aviones no tripulados para investigar lo que sucedía. "Percibimos que el agua que normalmente salía del glaciar y se dividía en dos tramos, ahora iba en una sola vía", añade Best.
Aunque durante el siglo XIX los científicos ya había identificado otros casos piratería fluvial, los habían asociado con cambios en las placas tectónicas y erosiones que ocurrieron hace miles o millones de años. El cambio en el cauce del Kaskawulsh se considera el primer caso observado en la era moderna. El análisis publicado en Nature Geoscience sugiere que esta drástica modificación se puede atribuir casi con seguridad al cambio climático antropogénico, es decir, causado por el ser humano.
La transformación ya provocó que el lago Kluane, que se alimentaba del río Slims, se encuentre un metro por debajo de su peor nivel. Eso está obligando a los animales del entorno a adaptarse a las nuevas condiciones del ecosistema. En cambio, el río por el que ahora baja el agua del glaciar, es 60 o 70 veces más grande y más caudaloso de lo que solía ser.
Restos de hielo en el cañón por el que bajaba el glaciar Kaskawulsh, en 2016.JIM BEST / UNIVERSIDAD DE ILLINOISAP
El derretimiento acelerado de uno de los mayores glaciares del río Yukón de Canadá, ubicado en el noroeste del país, ha hecho desaparecer un río en apenas cuatro días, según ha publicado este lunes la revistaNature Geoscience. El agua se ha desviado totalmente hacia otro cauce, en lo que los científicos consideran el primer caso observado de piratería fluvial repentina. Los especialistas que han documentado el fenómeno, ocurrido la primavera de 2016, lo consideran un ejemplo inquietante de cómo el calentamiento global está cambiando drásticamente la geografía del mundo.
El agua de deshielo del glaciar Kaskawulsh solía bajar hacia el norte por el río Slims, que llegó a tener 150 metros en su punto más ancho. El desaparecido Slims confluía con el río Yukón en Alaska que llega al mar de Bering, al oeste. Sin embargo, un derretimiento más rápido hizo que el agua se desviara hacia el sur, al cauce del río Alsek, que desemboca en el océano Pacífico. Este cambio abrupto ocurrió entre el 26 y el 29 de mayo. El río Slims está ahora casi seco y los científicos creen que la transformación será permanente.
"Fuimos a la zona con la intención de continuar con nuestras mediciones en el río Slims, pero hallamos el lecho del río más o menos seco", ha declarado James Best, geólogo de la Universidad de Illinois, citado por el diarioThe Guardian. "El delta superior que habíamos estado navegando en un pequeño bote es ahora una tormenta de polvo. El cambio en el paisaje fue increíblemente dramático".
El equipo sobrevoló el glaciar en helicóptero y utilizó aviones no tripulados para investigar lo que sucedía. "Percibimos que el agua que normalmente salía del glaciar y se dividía en dos tramos, ahora iba en una sola vía", añade Best.
Aunque durante el siglo XIX los científicos ya había identificado otros casos piratería fluvial, los habían asociado con cambios en las placas tectónicas y erosiones que ocurrieron hace miles o millones de años. El cambio en el cauce del Kaskawulsh se considera el primer caso observado en la era moderna. El análisis publicado en Nature Geoscience sugiere que esta drástica modificación se puede atribuir casi con seguridad al cambio climático antropogénico, es decir, causado por el ser humano.
La transformación ya provocó que el lago Kluane, que se alimentaba del río Slims, se encuentre un metro por debajo de su peor nivel. Eso está obligando a los animales del entorno a adaptarse a las nuevas condiciones del ecosistema. En cambio, el río por el que ahora baja el agua del glaciar, es 60 o 70 veces más grande y más caudaloso de lo que solía ser.
El Ártico está calentándose dos veces más rápido que el resto del mundo y el derretimiento del permafrost en Alaska ha llamado la atención de investigadores, informa 'The New York Times'.
Un grupo de la Institución Oceanográfica Woods Hole está estudiando esta capa de tierra helada en la zona subártica de Alaska, que empieza a decenas de centímetros bajo la superficie y puede llegar a centenares de metros de profundidad.
El permafrost contiene enormes cantidades de carbono en materia orgánica: plantas que consumieron dióxido de carbono de la atmósfera hace siglos murieron y se congelaron antes de poder descomponerse. Se cree que el permafrost mundial contiene el doble del carbono presente en la atmósfera.
Una vez este material orgánico se derrite, los microbios lo convierten en dióxido de carbono y metano, que se elevan a la atmósfera aportando aún más al calentamiento global.
Los científicos estiman que el derretimiento del permafrost aportará 0,9 centígrados al calentamiento global en los próximos siglos sin dependencia de lo que la sociedad haga para reducir las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la quema de combustibles y otras actividades.
En la zona ubicada a 500 kilómetros al sur del círculo polar ártico en Alaska, la temperatura del permafrost de un metro de profundidad es menor a medio grado bajo cero. Los investigadores creen que esta área podría perder una gran parte de su permafrost para mediados de este siglo.
"Ha sido un congelador, pero está convirtiéndose en una heladera", comentó a 'The New York Times' el subdirector del centro, Max Holmes.
Las estimaciones sobre la cantidad de carbono emitida en el proceso varían, pero una evaluación la sitúa por encima de 1.500 millones de toneladas por año, o lo que EE.UU. emite mediante la quema de combustibles.
El derretimiento además aporta a la aparición de charcos y altera el terreno, cambiando el drenaje del agua, secando unas zonas y creando pantanos en otras.