LA GRAN MENTIRA DEL SIGLO XX
Socialismo: Miseria Compartida Por Igual
El socialismo, la gran mentira del s. XX, promete igualdad, progreso y seguridad para conceder "pobreza, miseria y tiranía". Así lo explicaba en un artículo escrito por el entonces profesor de la Universidad de Michigan Mark J. Perry. El texto se ha convertido en un referente para tumbar los mitos del socialismo y comunismo para quienes defienden una economía de mercado.
Perry compara al socialismo con un esquema Ponzi o estafa piramidal. Inicialmente es un modelo de éxito, pero finalmente se derrumba. "La intervención del Estado es la ilusión del éxito", que se convierte en un atractivo para los ciudadanos. "A largo plazo, el socialismo siempre ha demostrado ser una fórmula para la tiranía y la miseria", afirmaba en el artículo.
La estafa piramidal es insostenible porque su base, los "principios" son erróneos. "El colectivismo es insostenible a largo plazo", aseveraba el profesor, ya que es un modelo que "no funciona porque no es coherente con los principios fundamentales de la conducta humana". "El fracaso del socialismo en países de todo el mundo se puede remontar a un defecto fundamental: es un sistema que ignora los incentivos", consideraba.
En cambio, en una economía de mercado, los incentivos son de suma importancia. "Los precios de mercado, las pérdidas y ganancias o los derechos de propiedad privada proporcionan un sistema eficiente".
Por contra, con el socialismo, los incentivos juegan un papel residual o directamente son eliminados del sistema. "Una economía de planificación centralizada y sin precios de mercado o beneficios, donde la propiedad es propiedad del Estado es un sistema sin un mecanismo de incentivos eficaces para dirigir la actividad económica", explicaba Perry. Sin incentivos para generar riqueza y movilidad en la economía, el socialismo es una teoría inconsistente con la humanidad y, por tanto, "está condenado al fracaso". "El socialismo se basa en la teoría de que los incentivos no importan", confirmaba.
No son pocos los ejemplos de países que han fracasado bajo el socialismo: Cuba, Europa del Este y China. En este sentido, se preguntaba que si tan bueno es el comunismo, por qué los haitianos viajaban en patera hasta las costas de EE UU, situadas a 500 millas, cuando tenían "el paraíso de los trabajadores" cubanos a solo 50 millas.
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Según los marxistas, el socialismo fracasa porque no se aplica de forma pura. Es decir, que el Estado tenga bajo control absolutamente todo, sin dejar a nadie con propiedad privada. "El socialismo imperfecto no funciona", aseveran los defensores de este tipo de economía, mientras afirman que el socialismo puro es mejor que el capitalismo.
No obstante, el mundo no es perfecto y la elección de una u otra política económica en un mismo país puede llevarlo al éxito o al fracaso. Y es que, el socialismo cree que los recursos son ilimitados, solo que mal repartidos. Mientras que el capitalismo pone precio a los recursos según su escasez, funcionalidad y otras variables.
"En un mundo de escasez, los incentivos son esenciales para promover la eficiencia económica", destacaba Perry en su artículo, ahora viral entre los liberales. "La opción real que enfrentamos es entre el capitalismo y el socialismo imperfecto. Teniendo en cuenta que la elección, la evidencia de la historia favorece abrumadoramente el capitalismo como el mejor sistema económico de producir riqueza disponible".
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Los precios determinados por el mercado bajo la ley de oferta y demanda, los balances de pérdidas y ganancias y el derecho a la propiedad privada son los tres pilares fundamentales del capitalismo. El socialismo elimina los tres.
Tras explicar brevemente y con ejemplos los pilares, el profesor apuntaba que los programas de sanidad, los salarios mínimos y las pensiones públicas continuarán "tentando" a los ciudadanos para abrazar el socialismo como sistema económico. Y es que, a simple vista llega a ser "beneficioso". No obstante, como se ha visto a lo largo de la historia, a largo plazo, independientemente de las apariencias iniciales, estos programas fracasan, ya que forman parte de un sistema fracasado.
"El socialismo seguirá siendo una tentación constante. Debemos estar atentos en nuestra lucha contra el socialismo no sólo en todo el mundo, sino también aquí en los Estados Unidos", señalaba el Perry. "El capitalismo jugará un papel importante en el resurgimiento mundial de la libertad y la prosperidad", continuaba, porque el capitalismo promueve el ahorro, el trabajo duro y la eficiencia. En definitiva, crea riqueza. "La principal diferencia entre el capitalismo y el socialismo es la siguiente: El capitalismo funciona", concluía.