Cristo en toda la Biblia para vida eterna.Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.Juan 14:6 .
El poder de Cristo, el Salvador crucificado para dar vida eterna, debe ser presentado al pueblo. Debemos demostrarle que el Antiguo Testamento es tan ciertamente el Evangelio en sombras y figuras, como el Nuevo Testamento lo es en su poder desarrollado. El Nuevo Testamento no presenta una religión nueva; el Antiguo Testamento no presenta una religión que haya de ser superada por el Nuevo. El Nuevo Testamento es tan sólo el progreso y desarrollo del Antiguo. 3JT 43.1
Abel creía en Cristo, y fué tan ciertamente salvado por su poder, como lo fueron Pedro y Pablo. Enoc fué representante de Cristo tan seguramente como el amado discípulo Juan. Enoc anduvo con Dios, y ya no fué hallado, porque Dios lo llevó consigo. A él fué confiado el mensaje de la segunda venida de Cristo. “De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares.” Judas 14. El mensaje predicado por Enoc, y su traslado al cielo, fueron un argumento convincente para todos los que vivían en su tiempo; fueron un argumento que Matusalén y Noé pudieron usar con poder para demostrar que los justos podían ser trasladados.
El Dios que anduvo con Enoc era nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Era la luz del mundo como lo es ahora. Los que vivían entonces no estuvieron sin maestros que los instruyesen en la senda de la vida; porque Noé y Enoc eran cristianos. El Evangelio se da en preceptos en Levítico. Se requiere ahora obediencia implícita como entonces. ¡Cuán esencial es que comprendamos la importancia de esta palabra!
Se pregunta: ¿Cuál es la causa de la escasez que hay en la iglesia? La respuesta es: Permitimos que nuestras mentes sean apartadas de la Palabra. Si la Palabra de Dios fuese comida como alimento del alma; si fuese tratada con respeto y deferencia, no habría necesidad de los muchos y repetidos Testimonios que se dan. Las simples declaraciones de las Escrituras serían recibidas y obedecidas.