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General: PEDRO CASTILLO : Hacia la victoria ! ! ! !
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De: Gran Papiyo (Mensaje original) |
Enviado: 09/05/2021 03:20 |
Falta menos de un mes para el triunfo histórico de la Izquierda en el Perú ! ! ! !
Vamos todavía ! ! ! ! ! !
De cara a la segunda vuelta de las presidenciales el 6 de junio
Se unió la izquierda en Perú: Pedro Castillo suma el apoyo de Verónika Mendoza
Acordaron crear un programa de vacunas universales y gratuita, reactivar la economía, combatir la corrupción, reformar el Estado e impulsar una nueva constitución.
Desde Lima. A cuatro semanas de la segunda vuelta del 6 de junio, las izquierdas peruanas se unen y cierran un acuerdo para impulsar un “gobierno de cambio” encabezado por el profesor y sindicalista Pedro Castillo, que se enfrenta a la derechista Keiko Fujimori, hija y heredera política del encarcelado exdictador Alberto Fujimori. El partido Perú Libre, que se define marxista-leninista y postula la candidatura de Castillo, y la coalición progresista Juntos por el Perú, que en primera vuelta tuvo como candidata a Verónika Mendoza, han firmado un pacto político para apoyar la candidatura de Castillo, que es también la base para una alianza de gobierno en caso el candidato de la izquierda gane las elecciones. Castillo y Mendoza han definido este acuerdo como una alianza “para la refundación del país”.
Los puntos centrales de este acuerdo son enfrentar la grave crisis sanitaria por la pandemia asegurando una vacunación universal y gratuita y mejorando los precarios servicios de salud; reactivar la economía cambiando el modelo neoliberal impuesto hace tres décadas por la dictadura de Fujimori; priorizar la lucha contra la corrupción, extendida entre la clase política; y refundar el Estado para garantizar derechos e igualdad para todos. También proponen cambiar la Constitución heredada del régimen fujimorista, que reduce al Estado a un rol subsidiario de la actividad privada.
Castillo ha dicho que este acuerdo es “un compromiso con las familias más necesitadas”. “Estamos al otro lado de quienes defienden la seudodemocracia, una Constitución a la talla y peso de la gran oligarquía, de los que siempre manejaron el Estado. Este es el momento de abrazar esta causa para refundar la patria”, dijo el candidato de la izquierda, hablando al lado de Verónika Mendoza, a quien le agradeció su respaldo.
Mendoza, que en primera vuelta obtuvo 7,8 por ciento, señaló que el compromiso asumido era “trabajar de manera conjunta y lograr un gobierno de cambio liderado por el profesor Pedro Castillo”. “No está en juego solamente la victoria del profesor Castillo, sino que tenemos la responsabilidad histórica de ponerle un freno al autoritarismo, a la mafia y al pasado”, precisó la excandidata presidencial, en referencia a una posible restauración del régimen fujimorista de los años 90, caracterizado por el autoritarismo, las violaciones a los derechos humanos y la corrupción.
De esta manera, la izquierda junta fuerzas para derrotar a la candidata de extrema derecha, quien tiene el respaldo de diversas agrupaciones conservadoras que participaron en la primera vuelta, del empresariado y de los grandes medios, que han puesto en marcha una agresiva y masiva campaña de miedo y demolición contra la candidatura de Castillo. Pretenden asustar con los fantasmas del comunismo, del chavismo y del terrorismo. En una vieja práctica utilizada por el fujimorismo contra sus rivales, se acusa a Castillo de terrorista, adjudicándole supuestos vínculos con los rezagos políticos del derrotado grupo armado maoísta Sendero Luminoso, que protagonizó una guerra interna en los años 80 y 90, lo que el candidato ha negado repetidas veces. Una millonaria campaña llama a “votar contra el comunismo”. Esta campaña contra la candidatura de la izquierda, disfrazada de defensa de la democracia, oculta el pasado, y presente, autoritario y corrupto del fujimorismo para poner a su candidata como “defensora de la democracia”. Una campaña que desafía la memoria.
Después de firmar el pacto con Verónika Mendoza, el profesor Castillo hizo público un pronunciamiento de diez puntos en el que se compromete a respetar la democracia y la libertad de prensa. Esto es una respuesta a esa masiva campaña que lo acusa de tener intenciones autoritarias. En ese pronunciamiento también se compromete a no renunciar a sus propuestas de cambio y precisa que las implementará dentro de la institucionalidad democrática y “respetando la propiedad”.
Organismos defensores de los derechos humanos y familiares de las víctimas de la guerra interna -las víctimas se estiman en cerca de 70 mil- han demandado a los dos candidatos un compromiso con los derechos humanos, los juicios a los represores, las reparaciones a las víctimas y cumplir con las decisiones de los organismos internacionales en este tema. En su pronunciamiento público Castillo se compromete con la defensa de los derechos humanos y el respeto a los tratados internacionales en esta materia firmados por el país. Keiko ha dicho que no hubo una guerra interna, sino solamente terrorismo. Estando en el gobierno, el fujimorismo tuvo una práctica de violaciones a los derechos humanos y tiene una larga conducta de negar esas violaciones y proteger a los represores. Keiko ha anunciado que indultará a su padre, sentenciado a 25 años por crímenes de lesa humanidad, lo que va contra los tratados internacionales firmados por el país que prohíben los indultos a los condenados por lesa humanidad.
Atacado por el establishment, este acuerdo con Juntos por el Perú y su compromiso público de respeto a la institucionalidad democrática, le permite a Castillo contrarrestar una imagen de cierta soledad, abrir su candidatura a otros sectores y reducir los temores de electores que lo ven como un riesgo autoritario, temores alimentados por una millonaria campaña y también por algunas declaraciones de miembros de su partido. A Castillo se le cuestiona la falta de un equipo técnico, un flanco débil de su candidatura, y este acuerdo con Juntos por el Perú le puede dar esos cuadros que le estarían haciendo falta.
De acuerdo a una encuesta publicada el viernes, Castillo sigue adelante, pero la distancia con su rival se ha reducido en una semana de diez a cinco puntos. La encuestadora Datum le da a Castillo 41 por ciento y a Keiko 36 por ciento. El candidato de la izquierda baja tres puntos y la fujimorista sube dos puntos, en relación a un sondeo de la misma encuestadora de hace una semana. Este resultado ha entusiasmado a la derecha. Sin embargo, este último sondeo no mide el impacto del reciente acuerdo de Castillo con Juntos por el Perú que unifica a la izquierda y puede tener un efecto más amplio que la suma de los porcentajes de ambos en primera vuelta, ni el del pronunciamiento del candidato de Perú Libre en defensa de la democracia.
Luego del debate en una plaza de la andina provincia de Chota, los candidatos se podrían volver a encontrar en un penal. Castillo retó a Keiko a debatir en la cárcel de mujeres de Lima. Sarcástico, dijo que como él había sido local en Chota, donde nació y vive, ahora le tocaba a Keiko ser local y propuso el penal San Mónica, donde la fujimorista, procesada por lavado, organización criminal y obstrucción a la justicia, estuvo varios meses presa. Keiko, deseosa de debatir para buscar revertir su desventaja, aceptó hacerlo en la puerta del penal.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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¿Serán estos los "ladrones meserables" a los que se refiere Carlitos305?
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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La decisión de 35 jurados electorales especiales de Perú
Todos los recursos de nulidad presentados por Keiko Fujimori, desestimados
Los 943 pedidos fueron declarados improcedentes e infundados. A la dirigente de derecha solo le quedan dos vías para intentar revertir su derrota: elevar un recurso de hábeas data para acceder a los padrones electorales y una demanda presentada por un exjuez cercano que busca declarar nula toda la segunda vuelta que tuvo lugar el 6 de junio.
Los 35 jurados electorales especiales de Perú terminaron de desestimar todos los recursos de nulidad que fueron presentados por el partido Fuerza Popular, liderado por Keiko Fujimori, contra los resultados de las elecciones en las que salió victorioso por escaso margen el candidato de izquierda Pedro Castillo.
Debido a que los 943 pedidos fueron declarados improcedentes e infundados, a la dirigente de derecha solo le quedan dos vías para intentar revertir su derrota: elevar un recurso de hábeas data para acceder a los padrones electorales y una demanda presentada por un exjuez cercano que busca declarar nula toda la segunda vuelta que tuvo lugar el 6 de junio.
El Jurado Electoral Especial (JEE) de la ciudad de Huancavelica fue el último en considerar infundados los 21 recursos de nulidad pendientes, una decisión que fue publicada este viernes a la noche en la plataforma virtual del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), informó el diario La República.
De este modo, los distintos jurados electorales especiales terminaron por descartar cualquier aproximación a lo que pueda llegar a considerarse un fraude, una situación que viene siendo denunciada Fujimori, aunque sin éxito.
Apenas fueron desestimados estos 943 recursos de nulidad en primera instancia, Fuerza Popular comenzó a tramitar los recursos de apelación para que los casos sean revisados por el pleno del JNE, la última instancia de la Justicia Electoral.
La legislación fija tres días de plazo para el trámite de las apelaciones y luego el pleno del JNE tiene que revisar los escritos para pronunciarse, lo que podría prolongar la incertidumbre más de una semana, según indicó la agencia de noticias Europa Press.
Además de estas apelaciones ante la autoridad electoral, Fuerza Popular también está impulsando acciones en la vía judicial para intentar revertir el resultado. Por un lado, anunció un hábeas data contra la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) con el fin de acceder a los padrones electorales.
La exministra de Justicia Ana Neyra señaló que si bien las autoridades reconocen el “derecho de acceso a la información pública”, también defienden la “protección de los datos personales, que no se pueden compartir con un partido político”. “No se puede dar información personal como la dirección, la huella digital o la foto”, precisó Neyra.
Fuerza Popular presentó a su vez una acción constitucional a cargo del abogado y exjuez Javier Villa Stein, conocido por su cercanía con el fujimorismo. En esta acción de amparo se solicitó la nulidad de la segunda vuelta y que “como consecuencia de ello, se ordene a repetir dicho proceso electoral”.
Se trata de un pedido similar al que ya hicieron dos grupos de militares retirados en las últimas semanas, una situación que generó un amplio repudio desde el Gobierno, distintas organizaciones sociales y del sector aliado a Castillo, quien este sábado hizo un llamado a salir a las calles para defender el resultado en las urnas.
La solicitud judicial del exjuez cercano al fujimorismo asegura que hubo firmas falsas de los miembros de mesa, una idea que ya fue rechazada por los jurados electorales especiales. Asimismo, el amparo cuestiona que estos jurados especiales se mostraron reticentes a pronunciarse sobre el fondo en la mayoría de los recursos de nulidad, dado que se presentaron fuera del plazo.
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(Gran Papiyo)
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Ruido de sables en Perú: un grupo de exmilitares pide un golpe de Estado contra Castillo si la Justicia confirma que no hubo fraude
Una carta firmada presuntamente por cientos de militares peruanos retirados pide a los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas que desconozcan la validez de la victoria de Pedro Castillo en los comicios presidenciales. Los autores de la carta esgrimen que si la Justicia desestima las reclamaciones por fraude que presentó la candidata derechista Keiko Fujimori, el Ejército debería levantarse contra "un presidente ilegal e ilegítimamente proclamado".
Fuentes del Ministerio de Defensa confirmaron a Efe que los jefes del Comando Conjunto de las FFAA recibieron una misiva en la que se argumenta que las autoridades militares "no podrían aceptar a un jefe supremo ilegítimamente investido producto de un fraude" o fruto de "irregularidades".
Keiko Fujimori, que salió perdedora tras el recuento de votos en las pasadas elecciones presidenciales, es, junto a sus aliados políticos, la única que sostiene la existencia de un fraude electoral, sin haber aportado pruebas fehacientes. Por ello, solicitó a los tribunales electorales anular centenares de miles de sufragios en los bastiones electorales de Castillo.
La misiva fue recibida por el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general César Astudillo; el Comandante General de la Marina de Guerra, almirante Ricardo Menéndez; el Comandante General del Ejército, general Manuel Gómez de la Torre, y el Comandante General de la Fuerza Aérea, general del aire Rodolfo Pereyra.
El presidente peruano en funciones, Francisco Sagasti, aseguró este viernes que tanto las Fuerzas Armadas como la Policía Nacional son "neutrales y no deliberantes" y que la carta fue remitida al Ministerio Público para que valore si incurre en "conductas lesivas al orden constitucional".
La carta suscribe los argumentos de Fujimori
En el documento, los exoficiales expresan su "profunda preocupación por la amenaza que se cierne contra la estabilidad democrática" del país, a raíz de la forma en que se ha realizado la segunda vuelta electoral, en la que Castillo obtuvo un 50,12% de los votos.
Los militares retirados recogen la versión de Fujimori de que el partido de Castillo, Perú Libre, habría cometido "fraude sistemático" con firmas falsas y adulteraciones en la votación.
En ese sentido, sostienen que si el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ignora o desestima las denuncias de Fuerza Popular, el partido de Fujimori, y proclama a un ganador "obviando sus funciones y responsabilidades, tendríamos un presidente ilegal e ilegítimamente proclamado, por ser consecuencia de un delito cometido por parte de los actores electorales".
El JNE ya está analizando las reclamaciones presentadas por Fuerza Popular, la inmensa mayoría presentadas fuera del plazo legal establecido.
De momento, ningún caso de los analizados ha dado la razón a Fujimori, que no aportó ninguna prueba fehaciente de sus acusaciones.
Según estos militares retirados, la Constitución reconoce el derecho a la no obediencia y a desconocer como presidente y jefe supremo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional "a una persona que haya sido nombrada violando la Constitución y las Leyes de nuestro país, pudiendo recurrir al Congreso de la República para dar una solución democrática y de acuerdo a Ley".
Asimismo, afirman que la población civil "tiene el derecho de insurgencia en defensa del Orden Constitucional" y que "son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas".
La carta de los exoficiales se suma a otras difundidas en redes sociales en los últimos días por parte de otros militares en la reserva, que han alimentado el clima de tensión e incertidumbre sobre los resultados electorales.
El JNE señaló que solo proclamará los resultados de la segunda vuelta presidencial cuando haya resuelto todas las actas observadas y los pedidos de nulidad, que se pudieron presentar legalmente hasta las 20:00 horas del pasado 9 de junio.
Dudas sobre la autenticidad de la misiva
Sin embargo, la carta, avalada al parecer por un extenso listado de nombres, no tiene firmas, y se observa que en ella hay por lo menos cuatro o cinco fallecidos entre quienes supuestamente la suscriben, han indicado las fuentes oficiales.
Por ese motivo, el Ministerio someterá el escrito a una investigación para verificar su autenticidad y luego "determinar si procede una denuncia" sobre su contenido, que podría incurrir en graves delitos por incitar a quebrantar la Constitución y las leyes peruanas.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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Renunció un miembro del Jurado Nacional Electoral
Una chicana fijimorista demora la proclamación de Pedro Castillo en Perú
El fujimorismo y sus aliados ahora dicen que desconocen la legitimidad del organismo electoral y anunciaron que no respetarán su decisión si ésta no les favorece.
El tramposo Luis Arce, funcional a la maldita Derecha peruana
La derecha ha pateado el tablero de la legalidad electoral y redobla su apuesta golpista que pretende anular las elecciones que perdió. Lo hizo después que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) comenzó a analizar este miércoles los pedidos de nulidad de votos presentados por la derrotada candidata Keiko Fujimori y rechazó todos los que examinó ese día. Anulando votos del ganador de las elecciones, el izquierdista Pedro Castillo, el fujimorismo pretende voltear el resultado electoral y ganar en mesa lo que perdió en las urnas. Derrotados en los pedidos de nulidad de votos que comenzó a ver el JNE, el fujimorismo y sus aliados, que hasta el miércoles habían repetido una y otra vez que aceptarían lo que dictamine el organismo electoral, han salido a desconocer su legitimidad y anunciar que no respetarán su decisión si ésta no les favorece. Ahora exigen que intervenga la OEA con una auditoría. Derrotados, desesperados, esperan que el organismo que dirige Luis Almagro avale ahora su falsa narrativa de un fraude -lo que la propia misión de observadores de la OEA ya rechazó- y una salida golpista, como lo hizo en Bolivia.
El profesor rural y sindicalista Pedro Castillo derrotó a la hija y heredera política del encarcelado exdictador Alberto Fujimori por poco más de 44 mil votos. Pasadas casi tres semanas, su victoria no puede ser proclamada oficialmente porque el fujimorismo ha pedido se anulen unos 200 mil votos de las zonas rurales donde Castillo ganó ampliamente. Todos esos pedidos de nulidad de votos fueron rechazados, por falta de sustento, en primera instancia por los jurados electorales locales. El fujimorismo apeló. El miércoles, el JNE rechazó, por tres votos contra uno, las primeras apelaciones que comenzó a ver ese día. Los otros pedidos de nulidad que faltan verse son similares a los ya rechazados, con la misma falta de evidencias que los sostengan, por lo que se espera también sean rechazados y se oficialice el triunfo de Castillo.
Renuncia
En ese escenario adverso para la derecha, el magistrado Luis Arce, uno de los cuatro miembros del JNE, el único que avaló las pretensiones fujimoristas, decidió intentar dinamitar al organismo electoral desde adentro y así tumbarse las elecciones. Renunció, generando una crisis que busca deslegitimar al ente electoral y boicotear la revisión de los pedidos de nulidad de votos que no favorecía al fujimorismo. Arce, que formaba parte del JNE como representante de la Junta de Fiscales Supremos, es un fiscal que tiene abierta una investigación por sus vínculos con una mafia judicial llamada “los cuellos blancos” que tiene nexos con el fujimorismo, y en el organismo electoral jugó para los intereses fujimoristas. El presidente del JNE, el juez supremo Jorge Luis Salas, rechazó las acusaciones de Arce de falta de imparcialidad, las que calificó como “agraviantes” y sin sustento.
La derecha, jugando en pared con Arce, utilizó esta renuncia para cuestionar la legitimidad de la autoridad electoral luego que sus primeros fallos no favorecieron a su derrotada candidata. Este jueves, congresistas electos y excongresistas de diversos grupos de derecha anunciaron que no reconocerán la decisión del JNE si proclama a Castillo como presidente. Fue una presentación con claro tinte golpista. En una nueva maniobra, ahora exigen al gobierno peruano que solicite a la OEA una auditoría de todo el proceso electoral. Señalan que sin esa auditoría no reconocerán al próximo gobierno. La misión de observadores de la OEA ya se pronunció defendiendo la legitimidad de las elecciones peruanas.
“El pedido de una auditoría de la OEA no tiene sustento, es pedirle que desautorice a su misión de observadores que ya ha emitido dos informes diciendo que las elecciones han sido limpias y democráticas. Un sector de la derecha peruana apunta a que la OEA avale aquí un golpe como hizo en Bolivia, pero creo que a estas alturas eso es muy difícil que ocurra”, le declaró a Página/12 el abogado Julio Arbizú, asesor legal de Pedro Castillo para enfrentar las demandas de nulidad de votos.
Además de la OEA, todas las otras misiones de observadores internacionales, incluyendo la de la Unión Europea, también se han pronunciado señalando que las elecciones fueron limpias y democráticas. Lo mismo ha hecho el gobierno de Estados Unidos, que ha calificado las elecciones peruanas que ganó el izquierdista Castillo de “libres” y “justas”, y como “un modelo de democracia en la región”, y ha felicitado a las autoridades electorales.
Piden ayuda
Keiko Fujimori y sus aliados, donde predomina una extrema derecha, convertidos en émulos de Donald Trump denunciando sin argumentos serios un fraude para pretender desconocer un resultado electoral desfavorable y recurriendo a maniobras de todo tipo para ensuciar el triunfo de su rival, se han quedado sin respaldo internacional, que en algún momento esperaban lograr con su falsa narrativa de que se enfrentan “a una amenaza comunista”. Desesperados, ahora buscan la ayuda de Almagro. Pero ningún organismo internacional ni gobierno toma en serio sus denuncias sin base de un supuesto fraude electoral. Sin embargo, tienen apoyo interno, entre el poder económico y lo grandes medios, que le hacen el juego a sus falsas denuncias de fraude y sus maniobras golpistas. Militares en retiro, congresistas electos y políticos aliados de Keiko se han pronunciado, con gran eco mediático, y se han movilizado en las calles, por una salida golpista que anule las elecciones que perdieron.
“El fujimorismo está tratando de copar todos los espacios para deslegitimar el proceso electoral, alentar discursos e intentonas golpistas, dilatar el proceso hasta volverlo inviable y se llegue al 28 de julio (día de la transmisión del mando presidencial) sin un presidente proclamado y ahí generar una situación de caos total que conduzca a anular el proceso electoral y convocar nuevas elecciones. Todos los escenarios a los que juegan son golpistas. El golpismo es el talante de siempre del fujimorismo y sus acólitos. Detrás de Keiko Fujimori hay una red de organizaciones criminales que tienen figuras políticas que las obedecen”, señaló Arbizú, quien ha sido procurador anticorrupción.
Keiko y sus aliados juraron primero que respetarían el conteo de votos, pero cuando éste le fue desfavorable lo desconocieron y pidieron anular votos de su rival. Lugo aseguraron que respetarían la decisión del Jurado Electoral que debería decidir sobre sus pedidos de anular votos de Castillo, pero ahora que el ente electoral ha comenzado a rechazarlos dicen que no aceptarán su decisión. Y ahora piden una auditoría de la OEA.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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29 de julio del 2021
Dirigente gremial e hijo de campesinos de la región cordillerana de Cajamarca
Perú: asumió el maestro rural Pedro Castillo
El nuevo presidente tomó posesión y dio su primer mensaje llevando su inseparable sombrero de paja de ala ancha y copa alta típico de las zonas rurales peruanas.
Desde este miércoles, el Perú tiene, por primera vez en su historia, un presidente que viene de los sectores más pobres y excluidos del país. Un campesino y maestro rural ajeno a las élites y los círculos del poder que ha despertado las esperanzas de cambio en un país con profundas inequidades agudizadas en tres décadas de neoliberalismo. Y que ha sido blanco de los ataques de esas élites que pierden el poder. La juramentación de Pedro Castillo como presidente del Perú marca un hecho histórico. Y se da en el día del bicentenario de la independencia del país. Con el profesor y sindicalista que ha llegado a la presidencia, el Perú se suma a los países de la región con gobiernos progresistas. A la jura del nuevo mandatario peruano asistió el presidente argentino Alberto Fernández, con cuyo gobierno Castillo siente cercanía. Ambos tuvieron luego un encuentro bilateral (ver nota aparte).
Sombrero de paja
El nuevo presidente tomó posesión y dio su primer mensaje llevando su inseparable sombrero de paja de ala ancha y copa alta típico de las zonas rurales de la región andina de Cajamarca de la que proviene. No vestía el clásico traje y corbata que para esta ocasión han llevado todos sus antecesores, sino una chaqueta negra de cuello alto con delgadas franjas de coloridas figuras andinas. Muy similar al que suele usar el exmandatario boliviano Evo Morales, presente en la ceremonia. Un gesto de autenticidad y reivindicación de sus raíces. “Castillo no renuncia a su identidad, sino que la exhibe y la dignifica”, le comentó a Página/12 el historiador Nelson Manrique. Además del presidente Fernández y de Evo Morales, también estuvieron presentes los mandatarios Luis Arce de Bolivia, Iván Duque de Colombia, Sebastián Piñera de Chile y Guillermo Lasso de Ecuador, y el rey español Felipe VI, así como los vicepresidentes de Brasil y Paraguay, el canciller de Uruguay, entre otros.
Castillo juramentó “por los pueblos del Perú, por un país sin corrupción y por una nueva Constitución”. Lo hizo ante la presidenta del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, de la centroderechista Acción Popular. “Esta vez un gobierno del pueblo ha llegado para gobernar con el pueblo y para el pueblo, para construir de abajo hacia arriba. Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino, una persona que pertenece como muchos de los peruanos a los sectores oprimidos por tantos siglos. También es la primera vez que un partido político formado en el interior del país gana las elecciones democráticamente y que un maestro, más precisamente un maestro rural, es elegido para ser. presidente. Es difícil expresar el altísimo honor que esto significa para mí”, señaló el nuevo presidente peruano, que comenzó su mensaje, de poco más de una hora, con un recuento de la historia peruana, reivindicando a las poblaciones indígenas.
Propuso al Congreso la convocatoria a una Asamblea Constituyente para cambiar la actual Constitución que viene de la dictadura del encarcelado Alberto Fujimori. En ese momento la bancada oficialista lo aplaudió de pie. La oposición conservadora mantuvo silencio. Este fue el anuncio de mayor trascendencia política. Recalcó que el cambio de Constitución es una de sus principales banderas. Cuestionó que la actual Carta Magna “beneficia a las grandes corporaciones para que puedan llevarse nuestras riquezas” y destacó que era necesario una nueva “que permita cambiar el rostro a nuestra realidad económica y social”.
Constitución
Ante la controversia que existe sobre la convocatoria a una Asamblea Constituyente, el gobierno recién asumido propone que se convoque a un referéndum para que la población decida. “Respetaremos cono energía lo que el pueblo decida”, señaló el mandatario. Pero, como admitió Castillo, el presidente no tiene la facultad para convocar este referéndum, que debe pasar por una previa modificación de la actual Constitución que se debe decidir en el Congreso para así habilitar el referéndum. En el Legislativo hay una mayoría conservadora que se opone a una Asamblea Constituyente y defiende cerradamente la Carta Magna fujimorista y no quiere que el asunto se decida democráticamente en un referéndum. En su primer acto de gobierno, el presidente anunció la presentación al Parlamento de un proyecto para habilitar el referéndum y pidió concertar posiciones. “Esperamos que pueda ser aprobado”, dijo. La tendrá difícil.
“Estamos dispuestos a recuperar la soberanía sobre todos nuestros recursos naturales porque muchos, hoy en día, están en manos extranjeras. Esa es una de las razones principales que nos obligan a buscar una nueva Constitución”, indicó.
Prioridades
El nuevo presidente señaló que su primera prioridad será combatir la pandemia del coronavirus y asegurar la vacunación de la población. Con más de 196 mil fallecidos, el Perú es el país con el mayor índice de mortalidad en relación a su población en el mundo. La pandemia ha puesto en evidencia la precariedad del sistema de salud, un problema al que se deberá enfrentar Castillo, que ha anunciado un importante incremento de la inversión en el sector. Los contagios y muertes tienen desde hace varias semanas un importante y constante descenso, pero se teme la llegada de una tercera ola. “Nos toca gobernar en un momento de enorme gravedad para el Perú. Debemos maximizar nuestro esfuerzo para alcanzar la vacunación de toda nuestra población en el menor tiempo posible. La salud es un derecho fundamental que el Estado debe garantizar”, señaló.
Aseguró cumplirá su promesa de hacer cambios al modelo neoliberal impuesto hace tres décadas y anunció que será “un cambio con responsabilidad”. “Hoy la población pide cambios y no está dispuesta a renunciar a ellos. No los defraudaré”, se comprometió.
Propuso una mayor actuación del Estado en la economía, su participación como socio de la empresa privada en la explotación de los recursos naturales, pero descartó posibles estatizaciones. “No pretendemos ni remotamente estatizar nuestra economía ni hacer una política de control de cambios. Solo queremos que la economía de las familias, sobre todo las de menores ingresos, sea más estable y próspera. Lo que nosotros propugnamos es que se acaben los abusos de los monopolios”. Hubo aplausos de un lado y silencio del otro.
Anunció políticas de redistribución e inversión pública para reducir las enormes brechas que existen en el país. Reiteró que su gobierno le dará especial atención a la salud, la educación y a las poblaciones rurales, como lo había anunciado en declaraciones previas. Indicó que se pondrán en marcha programas para crear empleos temporales, ofreció crear un millón de empleos en el primer año de su gobierno. El impacto económico de la pandemia ha dejado más de dos millones de desempleados. También anunció créditos para los campesinos y las micro y pequeñas empresas, y la entrega de un bono de apoyo económico de unos 180 dólares a la población en situación vulnerable.
Colonialismo
En una fecha cargada de simbolismo como el día del bicentenario de la independencia, el presidente de raíces indígenas anunció que no gobernará desde el Palacio Gobierno, conocido como “Casa de Pizarro” por el conquistador Francisco Pizarro. Sorprendió a todos. “Tenemos que romper con los símbolos coloniales para acabar con las ataduras de la dominación”, afirmó. No se conoce aún cuál será el nuevo centro del gobierno. El presidente anunció que el Palacio de Gobierno será convertido en un museo. Se refirió a la importancia de la celebración del bicentenario de la independencia, pero dijo que ésta no había mejorado la vida de las mayorías que han seguido marginadas.
Tironeo
La gran ausencia en su mensaje fue la política exterior, sobre lo que no dijo una palabra. Causaron controversia y críticas sus anuncios de “expulsar en 72 horas a los delincuentes extranjeros” y que los jóvenes que no trabajan ni estudian deben hacer el servicio militar.
Castillo ha iniciado su primer día de gobierno sin gabinete ministerial. La juramentación del gabinete anunciado para este miércoles fue sorpresivamente postergada. Se anunció que este jueves se nombrará al jefe del gabinete y el viernes al resto de los ministros. Una demora que genera incertidumbre y tendría que ver con negociaciones y tensiones entre el partido de gobierno, Perú Libre, que estaría presionando por tener la mayor cantidad de ministros y por políticas radicales, y el presidente, que busca moderar esas propuestas y abrir su gabinete a otros sectores.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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29 de julio del 2021
El presidente peruano ofreció apoyo en foros internacionales y su par argentino hizo lo mismo en materia de salud, educación, ciencia y tecnología.
Reunión bilateral entre Pedro Castillo y Alberto Fernández para armar agenda
“Estoy muy contento, me pareció un buen discurso, con mucha proyección de futuro, nos podríamos sumar a las palabras de Castillo. Ha quedado al descubierto la importancia del Estado y me parece que el mensaje ha sido muy claro”, señaló el presidente argentino Alberto Fernández, luego de la juramentación de Pedro Castillo como presidente del Perú y su primer mensaje dado en el Congreso, ceremonia a la que asistió el mandatario argentino.
En la tarde del miércoles, luego de la juramentación del nuevo presidente peruano, Fernández y Castillo tuvieron un encuentro bilateral. Poco antes Castillo había anunciado que no gobernaría desde el Palacio de Gobierno por ser un símbolo de la época colonial, por lo que el encuentro entre ambos presidentes se llevó a cabo en uno de los espacios del Centro de Convenciones de Lima, ubicado en el residencial barrio de San Borja, donde el mandatario peruano viene despachando.
El presidente argentino le expresó a su homólogo peruano su deseo de colaborar con su gestión. Castillo, que en su mensaje había declarado en emergencia de la educación pública, le pidió apoyo en este tema y también en políticas de género y en ciencia y tecnología. Minutos antes, el presidente peruano había anunciado la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Fernández ofreció apoyar con asistencia. Se habló de posibles proyectos bilaterales. Se buscaría construir una agenda fuerte entre ambos países. También abordaron la importancia de la integración regional. Hubo coincidencia en la necesidad de una América Latina unida y en la importancia de tener una voz conjunta en los foros internacionales. El encuentro se prolongó por 40 minutos.
Antes de este encuentro, el mandatario argentino asistió al almuerzo oficial ofrecido por Castillo. Sin Palacio de Gobierno, por voluntad propia, para recibir a sus invitados, el almuerzo también se llevó a cabo en el Centro de Convenciones. En un hecho que pareció un mensaje de alto simbolismo, en la cabecera de la mesa principal se sentó Castillo al centro y a su izquierda se ubicaron Evo Morales, Luis Arce, Alberto Fernández y Manuel Zelaya, mientras a la derecha se pusieron el rey de España, Guillermo Lasso, Sebastián Piñera e Iván Duque. En la mesa principal también estuvo la vicepresidenta peruana Dina Boluarte.
Castillo habló de su experiencia personal, de la dureza de su vida en la empobrecida zona rural en la que creció, y a partir de esa experiencia se refirió a la dominación de las élites, la pobreza y la desigualdad. Les comentó a sus invitados sobre los orígenes de la comida servida, platos típicos andinos, de Chota, la región natal del mandatario peruano. Sirvieron sopa verde, tamales y un postre llamado quesadilla. Castillo y Fernández salieron apurados del almuerzo para su encuentro bilateral.
“Los hombres tenemos que juntarnos. Quisiéramos que juntamente con ustedes hagamos el esfuerzo por la más amplia unidad de los pueblos del mundo, por invertir menos en armas y ocupemos más las inversiones y nuestro esfuerzo para que los hermanos de todo el mundo tengan acceso a la educación, a la salud. Hoy esta pandemia ha desnudado muchas realidades. Hay que garantizar la alimentación de nuestros hijos y las familias. Yo vengo de abajo, tal vez para ustedes sea extraño verme puesto el sombrero, que me lo puse desde que tuve uso de razón. Yo vengo del campo, nunca he vivido en la ciudad. Mis padres son iletrados. Dejemos de lado las diferencias. Bienvenidos al Perú, siéntanse como en casa”, señaló Castillo durante su breve discurso en el almuerzo.
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(Gran Papiyo)
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El maestro rural lleva menos de dos semanas en la presidencia
La derecha peruana ya maniobra para destituir a Pedro Castillo
Parlamentarios fujimoristas y de otros grupos de extrema derecha conspiran para una destitución del mandatario recurriendo a la ambigua figura de la “incapacidad moral” ; aún no cuentan con los votos.
El maestro rural Pedro Castillo lleva menos de dos semanas en el cargo y la derecha ya maniobra para destituirlo de la presidencia. Parlamentarios fujimoristas y de otros grupos de extrema derecha, como el partido fascista Renovación Popular, le han declarado una guerra abierta al recién estrenado gobierno de izquierda del sindicalista Castillo. Conspiran para una destitución del presidente recurriendo a la ambigua figura de la “incapacidad moral”, que da para deponerlo sin otro argumento que la fuerza de los votos. Ahora no tienen los dos tercios del Parlamento unicameral de 130 bancas para sacar al presidente, pero buscan generar un escenario de crisis que les permita sumar a otros grupos de derecha y de centroderecha para llegar a los votos que necesitan. Los medios hegemónicos le dan entusiasta cobertura a quienes promueven un golpe parlamentario. Errores iniciales del gobierno, como algunos cuestionados nombramientos, le ha dado armas a esa derecha golpista.
El nombramiento
Castillo se ha abierto un flanco al nombrar como presidente del Consejo de Ministros al congresista del oficialista Perú Libre, Guido Bellido, cuestionado por la derecha, pero también por aliados del gobierno. Bellido es una figura que confronta y aleja posibles acuerdos que le permitan al gobierno ampliar su base de apoyo. Por el contrario, ha alejado a aliados iniciales. Ha tenido declaraciones homofóbicas y machistas, por lo que su designación no ha caído bien en los aliados progresistas del presidente. Ante las críticas, ha asegurado haber cambiado de opinión en estos temas y en un comunicado se comprometió a respaldar políticas de igualdad de género y de derechos para las minorías sexuales.
La derecha dispara contra Bellido por otras razones, y con otras intenciones. Con ese lenguaje macartista que exhibió en la campaña, y que ahora domina los medios, lo acusa de terrorista, por una investigación que le ha iniciado la fiscalía por supuesta apología al terrorismo -una cuestionada figura legal que condena las opiniones y se presta a abusos- por unas declaraciones consideradas por sus acusadores como “condescendientes” con el grupo armado maoísta Sendero Luminoso, derrotado hace más de dos décadas. Es una práctica común de la derecha peruana señalar como terrorista a quienes se identifican con la izquierda para buscar descalificarlos. Lanzan esa misma acusación contra otros miembros del gabinete. Ya se pide declarar la “incapacidad moral” del presidente y destituirlo por haber nombrado como ministros a supuestos “simpatizantes del terrorismo”. Esa es la estrategia golpista.
Sin luna de miel
“Ha sido un inicio del gobierno sin la luna de miel que se acostumbra dar a los nuevos gobiernos. Apenas llegado al gobierno, a Castillo no se le está dejando ni respirar. La derecha y los poderes fácticas, sobre todo la gran prensa, no aceptan el triunfo electoral de Castillo, no lo reconocen como presidente, y han formado una coalición para vacarlo (destituirlo). La derecha no quiere perder el gobierno, que siempre lo ha tenido. Y hay errores de saque del gobierno, como nombrar a Bellido. La situación es complicada, difícil”, le señaló a PáginaI12 el sociólogo Sinesio López, profesor de ciencias políticas de las universidades de San Marcos y Católica.
Bellido es muy cercano al fundador y secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, un marxista-leninista que ha atacado a la centroizquierda aliada de Castillo. Cerrón, que tiene una sentencia por corrupción por una pasada gestión como gobernador, es un factor que complica al gobierno. Es un blanco contra el que dispara la derecha para golpear a Castillo. El presidente se mueve entre las presiones de Cerrón por acumular poder y sus aliados progresistas ajenos a Perú Libre. El gabinete ministerial es expresión de esas tensiones internas.
“Bellido y Cerrón representan una estrategia de confrontar y de ir al choque, cuando la correlación de fuerzas en el Congreso no es favorable para el gobierno. Esa estrategia de ataque frontal, que supone medidas muy radicales y entrar al golpe, es equivocada. A esa estrategia se opone una de hacer grandes cambios sobre la base de formar una gran voluntad colectiva, una gran coalición basada en ciertos consensos. Este es uno de los países más conservadores de América Latina y es muy difícil que la izquierda sola pueda gobernar, tiene que armar alianzas y tener una apertura hacia el centro, pero desde la izquierda hacia el centro, no al revés, lo que le da un tono especial. El gobierno debe cambiar a Bellido y poner en su lugar a alguien de centroizquierda que convoque a sectores de centro, formar un gabinete que abra la posibilidad de ampliar la coalición de gobierno, lo que debilitaría la coalición para destituir a Castillo. Con Cerrón y Bellido se corta esa apertura desde la izquierda al centro y se apuesta a una izquierda radical. Eso lleva al aislamiento y a la derrota”, opina López. “Castillo no tiene experiencia política, pero es inteligente y creo va a terminar reubicándose bien. Ojalá tenga el tiempo para hacerlo”, agrega.
La complicidad de los grandes medios
Bellido debe pedir al Congreso, dominado por diversos grupos de derecha, un voto de confianza para el gabinete que encabeza. Si se lo niegan debe renunciar. La mayoría de legisladores no lo quieren, pero si niegan la confianza a dos gabinetes el presidente queda habilitado para disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones legislativas. La derecha teme que, si sacan a Bellido, Castillo podría reemplazarlo por alguien que les genere un fuerte rechazo para forzar una segunda negativa al voto de confianza del gabinete y así poder disolver el Congreso. Por eso, podrían darle la confianza a Bellido, pero operar para boicotear al gobierno y buscar su caída. Al boicot, la desestabilización y el golpe es a lo que apuesta la extrema derecha, con la complicidad de los grandes medios.
De los 87 votos que el golpismo parlamentario requieren para destituir al presidente, tendrían 43; hay otros 36 de tres grupos de derecha opositores al gobierno y que exigen el cambio del gabinete ministerial, pero que, al menos por ahora, no se han sumado al abierto golpismo; y hay otros nueve parlamentarios del centro y la centroderecha que respaldaron a Castillo, pero ahora se han alejado del gobierno por discrepar con el gabinete. El golpismo espera sumar todos esos votos para tumbar al gobierno. El oficialismo tiene solo 42 bancas, 37 de Perú Libre y cinco de sus aliados de izquierda de Juntos por el Perú.
Más allá de críticas legítimas contra Bellido y algunos otros integrantes del gabinete, para la derecha que busca la destitución de Castillo eso es una excusa para atacar al presidente. Los golpistas de hoy son los mismos que no reconocieron la victoria electoral del profesor andino e intentaron impedir su llegada al poder alegando un inexistente fraude electoral. No pudieron evitar que asuma la presidencia, ahora buscan sacarlo del poder. Gritando “no al comunismo”, la derecha golpista se moviliza por las calles. No son marchas masivas, pero sí con gran cobertura en los medios.
Castillo se ha convertido en un líder popular que ha recogido y que expresa las esperanzas de cambio e inclusión. Los sectores históricamente marginados, desposeídos, se han identificado con el maestro rural y andino, a quien ven como uno de ellos, y han encontrado en él esa representación que nunca han tenido. Esa es la principal fuerza de Castillo para enfrentar las intenciones golpistas.
“El poder de Castillo está en los ciudadanos movilizados. Tiene que decirle a la población ‘no me dejan gobernar’ y movilizarla. Si moviliza al campo, a las provincias, a los barrios populares de Lima, entonces puede parar la intención de destituirlo. Para eso tiene que corregir el error en la formación del gabinete, cambiar a Bellido”, indica Sinesio López.
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(Gran Papiyo)
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17 de agosto del 2021
Héctor Béjar llevaba tan sólo 19 días en el gobierno
Perú: la presión de la derecha y de los militares logra la renuncia del canciller de Pedro Castillo
Unas declaraciones de Béjar sacadas de contexto y el comunicado de la Marina precipitaron la salida del ministro. El fujimorismo celebra y exige otros cambios en el gabinete.
Por presión de la derecha y los militares cayó el canciller del gobierno de Pedro Castillo, el exguerrillero y sociólogo Héctor Béjar. La derecha celebra, se siente reforzada, presiona más al gobierno y exige otros cambios en el gabinete. Béjar renunció luego que el domingo en la noche un programa de televisión divulgara declaraciones suyas, dadas antes de ser designado ministro de Relaciones Exteriores el pasado 29 de julio, en las que señalaba que la Marina había cometido actos terroristas y había sido entrenada por la CIA. La derecha reaccionó furibunda. La Marina, pasando por encima de las normas que señalan que las Fuerzas Armadas no son deliberantes, emitió un comunicado criticando duramente al canciller. El ministro de Defensa, el exsuboficial de la Policía y abogado Walter Ayala, respaldó públicamente a la Marina y su comunicado, a pesar de ser un abierto desafío militar al poder civil. Antes de renunciar Béjar se reunió con Castillo. El presidente se ha mantenido en silencio.
Al momento del envío de esta nota no se había designado a su reemplazante. Se mencionaba al excanciller Manuel Rodríguez Cuadros, un diplomático de carrera que ya ocupó el cargo en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). En 2011 intentó sin éxito postular a la presidencia por un partido de centro-izquierda. En plena crisis, Rodríguez Cuadros se reunió este martes dos veces con el presidente Castillo.
Béjar ha mantenido silencio en esta crisis. Antes de su renuncia, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que señalaba que las declaraciones del canciller divulgadas por la prensa habían sido dadas antes de ser ministro y “vienen siendo manipuladas, editadas, recortadas y sacadas de contexto con el propósito de desacreditar y lograr la censura del ministro”. Poco después, el canciller renunció. No encontró respaldo en el gobierno.
La CIA y Sendero Luminoso
“El terrorismo en el Perú lo inició la Marina, han sido entrenados para eso por la CIA”, fue la afirmación de Béjar que puso en pie de guerra a la derecha política, mediática y militar. Lo había dicho en noviembre del año pasado, durante una conferencia virtual. En esa misma conferencia afirmó que Sendero Luminoso, el grupo armado maoísta que en 1980 inició una lucha armada que se extendió hasta los años noventa, había sido “en gran parte obra de la CIA”, aunque aclaró que de esto último no tenía evidencias.
En un airado y desafiante comunicado, la Marina acusó al canciller de hacer afirmaciones falsas, que calificó como “una afrenta contra los hombres y mujeres que lucharon y continúan luchando contra la delincuencia terrorista”. La Marina aprovechó el asunto para defender cerradamente la actuación militar en la guerra interna y desacreditar a quienes la cuestionan por las múltiples violaciones a los derechos humanos -secuestros, torturas, desapariciones, asesinatos y matanzas de comunidades campesinas-, en las que la Marina tuvo rol protagónico.
Sacadas de contexto, las declaraciones de Béjar fueron presentadas como si estuviera responsabilizando a la Marina en lugar de a Sendero por el inicio de la guerra interna, pero en realidad no se refería a este episodio histórico, sino a hechos anteriores. En enero de 1975, cuando el país era gobernado por el general de izquierda Juan Velasco, un almirante cercano a Velasco recién nombrado jefe de la Marina y del Comando Conjunto, algo a lo que altos oficiales de la Marina que conspiraban contra Velasco se oponían, fue blanco de un ataque terrorista cuando se colocó una bomba en su casa. Velasco fue derrocado en agosto de ese año.
En 1977, en el gobierno militar del general de derecha Francisco Morales Bermúdez -condenado en Italia por su participación en el Plan Cóndor, pero protegido en el Perú de una extradición-, un barco pesquero cubano fue hundido y otro dañado con bombas colocadas por buzos. La Marina tenía el personal y equipo para perpetrar esos atentados. El gobierno militar no investigó el ataque. Según cables del Departamento de Estado norteamericano revelados por WikiLeaks, la embajada de Estados Unidos reportó que esos atentados habrían sido cometidos por la Marina. A esos hechos históricos se refería Béjar cuando dijo que la Marina inició el terrorismo en el Perú. De otro lado, es bien conocida la relación de los servicios de inteligencia peruanos, como el de la Marina, con la CIA, a lo se refería el hoy excanciller.
La derecha y los medios
Sus declaraciones sobre la Marina, el terrorismo y la CIA, sacadas de contexto por sus acusadores, han sido el episodio final de la ofensiva contra Béjar. Antes que se conozcan estas declaraciones, el fujimorismo había presentado un pedido en el Parlamento para interpelarlo, con el objetivo de censurarlo. Lo cuestionaban por su pasado guerrillero, su militancia en la izquierda y por su anunciada apuesta por la integración regional y el distanciamiento que desde un inicio tomó del fracasado Grupo de Lima.
“Esto ha sido una conspiración de la derecha, con apoyo de los medios. No quieren que cambie la política exterior, quieren bloquear cualquier intento de una política de integración de América Latina. Se está haciendo una concesión al militarismo, el comunicado de la Marina es inaceptable. Con esto se fortalece la derecha y pierde la democracia”, le declaró a PáginaI12 el exparlamentario andino y sociólogo Alberto Adrianzén.
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(Gran Papiyo)
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De todas maneras, convengamos que... por más buenas intenciones que tengan y más voluntad que pongan... no la van a tener fácil. De eso podemos estar bien seguros. Pues la Derecha en Perú pisa muy fuerte, y no se quedará de brazos cruzados cada vez que el nuevo Gobierno quiera repartir mejor la torta. (GP mensaje N°9)
La oposición acusa al ministro de Trabajo de vínculos con la guerrilla
Perú: primera crisis en el gabinete de Pedro Castillo
El jefe de gabinete había anunciado el relevo de Iber Maraví, blanco de una campaña de la derecha, pero el ministro, muy cercano al presidente, se negó a renunciar y el mandatario dejó la medida en suspenso.
A menos de una semana que el primer gabinete ministerial del presidente Pedro Castillo obtuviera el voto de confianza en el Congreso, controlado por la oposición de derecha, el gobierno enfrenta una crisis ministerial. El jefe del gabinete , Guido Bellido, anunció el lunes la salida del titular de Trabajo, Iber Maraví, a quien dijo le había pedido su renuncia, pero el ministro se negó a dimitir y el cambio ha quedado congelado por el presidente Castillo, que hasta el momento del envío de esta nota no había definido la situación de su ministro. Esa falta de definición agrava la incertidumbre y la crisis. Maraví, profesor y sindicalista como Castillo, es blanco de una campaña de ataques que lo vinculan con el derrotado grupo armado maoísta Sendero Luminoso, relación que éste niega.
Inmediatamente después de otorgado el voto de confianza al gabinete el viernes pasado, la extrema derecha, que había promovido sin éxito la caída del Consejo de Ministros, reaccionó amenazando tumbarse a los ministros “uno por uno”, promoviendo su interpelación y censura, una atribución del Parlamento. Maraví encabeza esa lista negra de la derecha. Con esa amenaza de la oposición sobre la mesa y una campaña mediática contra Maraví acusándolo de “terrorista”, el jefe del gabinete le pidió su renuncia. Minutos después lo hizo público y declaró que el cambio del ministro de Trabajo era necesario para “la estabilidad del gobierno” y “para mantener la armonía con las diferentes bancadas (del Congreso)”. Pero el ministro Maraví desconoció la autoridad del jefe del gabinete, no renunció y fue a buscar al presidente Castillo para pedirle que él defina su situación. Puso su cargo a disposición del presidente en una carta en la que califica como “falaces” las acusaciones en su contra y dice que el objetivo es “desestabilizar al gobierno”.
Demora
La demora de Castillo en definir el asunto alimenta las especulaciones de que el presidente le daría su respaldo al ministro de Trabajo. Una decisión que dejaría mal parado al jefe del gabinete, que ahora, descolocado, dice que su pedido de renuncia al ministro había sido “una sugerencia”. Sin mencionar a Maraví, Castillo señaló en un evento público que la oposición pretende “tumbarse ministros para colocar a sus aliados”. Maraví es considerado como uno de los ministros más cercanos al presidente, parte del núcleo de profesores que rodean a Castillo. Su caída sería un duro golpe para el mandatario. Con el ministro de Trabajo todavía en el cargo, la oposición parlamentaria presentó este miércoles un pedido para interpelarlo, con el objetivo de censurarlo, medida que lo obligaría a renunciar.
Maraví, de 60 años, es acusado por la oposición de haber participado en atentados cometidos por Sendero Luminoso en los años ochenta. Los medios han desempolvado un viejo parte policial de 1981 en el que se le acusa por ataques con explosivos contra locales públicos en la ciudad andina de Ayacucho, donde en 1980 surgió Sendero. Se dice que dos detenidos lo sindican. Pero Maraví nunca fue procesado por esos hechos, lo que el ministro esgrime como argumento de defensa y de inocencia. “Rechazo todo acto de terrorismo, venga de donde venga. Si hubiesen encontrado responsabilidad, hubiese sido condenado”, se defiende Maraví. Aunque nunca hubo un proceso judicial, la oposición difunde el contenido de ese antiguo parte policial como si fuera una condena contra el ministro. En los años de la guerra interna, miles de inocentes fueron acusados de terrorismo, muchos de ellos condenados, y otros miles fueron desaparecidos y asesinados.
Disturbios
Maraví también se le cuestiona por una condena a cuatro años de prisión suspendida dada en 2009 por “disturbios”, por su participación como dirigente sindical en una protesta del magisterio el año 2004 en Ayacucho. El ministro asegura que esa condena quedó sin efecto. La acusación se relaciona con una política de criminalización de las protestas sociales. Maraví es dirigente del sindicato de profesores que hasta su elección encabezaba el presidente Castillo. Informes policiales lo acusan de tener vínculos con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), considerado como heredero político de Sendero que fue derrotado hace más de dos décadas. Acusación que también se ha hecho contra Castillo. El presidente y el ministro de Trabajo niegan tener cercanía con el Movadef.
A esta crisis por la incierta situación del ministro de Trabajo, se suma la acusación de una congresista de la oposición contra el jefe del gabinete ministerial por supuestamente haberla agredido verbalmente hace semanas -le habría dicho “solo falta que te violen”-, aunque recién lo hace público ahora, días después de que el gabinete obtuviera el voto de confianza. Bellido ha negado la acusación y ha dicho que es parte de una conspiración para desestabilizar al gobierno. Distintos sectores, incluidos aliados del gobierno, exigen una investigación a esta grave denuncia. Pero, sin investigación, la oposición y los medios dan como verdad lo dicho por la congresista y exigen la renuncia del jefe del gabinete.
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(Gran Papiyo)
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Romper la unidad, me parece una pésima idea.
Más allá de las diferencias que puedan surgir dentro del Frente... no hay que patear el tablero JAMÁS.
Perú Libre se pasó a la oposición
Crisis en Perú: el partido del presidente se fue del gobierno de Pedro Castillo
Sus dirigentes dicen sentirse desplazados luego del reciente cambio de ministros y acusan al presidente de “derechizarse”. Sin embargo los nombramientos no condicen necesariamente con esa definición. La nueva primera ministra tiene una larga trayectoria en la izquierda y en la defensa de los derechos humanos y de las mujeres.
Ruptura en el gobierno de Pedro Castillo. Menos de tres meses después que el profesor rural y dirigente sindical de izquierda asumiera la presidencia, el partido que lo llevó al poder, Perú Libre (PL), le ha quitado su respaldo. Sus principales dirigentes dicen sentirse desplazados del gobierno luego del reciente cambio de ministros y acusan al presidente de “derechizarse”, afirmación que no refleja la composición progresista del nuevo gabinete ministerial. Esto ocurre cuando Castillo es acosado por una derecha golpista que desde el Congreso opositor busca destituirlo. Esta ruptura ha sido promovida por el secretario general de PL, partido que se define como marxista-leninista, Vladimir Cerrón, que con los cambios ministeriales ha perdido la importante influencia que tenía en el Ejecutivo. La derecha celebra la división en el oficialismo.
En Cerrón
El quiebre entre Castillo y PL se ha dado luego que el presidente decidió cambiar el gabinete ministerial que encabezaba el congresista y dirigente de PL Guido Bellido, muy cercano a Cerrón. Bellido intentó imponer una línea partidaria definida por Cerrón que en no pocas ocasiones colisionó públicamente con el presidente, quitándole autoridad, y con otros ministros, y desarrolló una permanente confrontación, con la oposición que controla el Congreso pero también con otros miembros del gobierno. La extrema derecha encabezada por el fujimorismo supo explotar eso para atacar la presidencia de Castillo y armar una coalición golpista. En ese escenario, Castillo decidió reemplazar a Bellido por una exlegisladora de izquierda que no milita en PL, Mirtha Vásquez, quien ha sido presidenta del Congreso y tiene un estilo dialogante que la diferencia notoriamente de Bellido. El cambio ha sido aplaudido por sectores de la izquierda y la derecha, pero gatilló la furia de Cerrón y su dirigencia partidaria.
El nuevo gabinete deberá pedir el voto de confianza al Congreso, donde el gobierno es minoría y ahora se debilita más con esta ruptura. Sin embargo, no toda la bancada oficialista -37 legisladores sobre un total de 130 en el Parlamento unicameral- apoya la decisión de la dirigencia partidaria de romper con el gobierno y negarle el voto de confianza al gabinete. Todavía no se tiene claro la magnitud de la ruptura encabezada por Cerrón. La extrema derecha -que suma 43 votos- sigue en sus posturas golpistas, pero la derecha más moderada ha abierto la puerta para darle el voto de confianza al nuevo gabinete, aunque todavía no anuncia una decisión.
Un giro ¿al centroderechismo?
En un comunicado, PL ha anunciado que no le dará el voto de confianza al nuevo gabinete por representar “un giro político hacia el centroderechismo”. Sin embargo, la primera ministra Mirtha Vásquez está lejos de expresar esa supuesta derechización. Vásquez tiene una larga trayectoria en la izquierda, activista en la defensa de los derechos humanos y de las mujeres, feminista y ambientalista, ha sido abogada de campesinos enfrentados al abuso de poderosas transnacionales mineras. La dirigencia de PL ha amenazado con expulsar del partido a la vicepresidenta Dina Boluarte, ministra de Desarrollo e Inclusión Social, y a la legisladora Betsy Chávez, titular de Trabajo, las dos militantes de PL en el gabinete, por integrar el equipo ministerial al que Cerrón ha decidido declararle la guerra. Boluarte y Chávez expresan una línea partidaria crítica con Cerrón.
El nuevo gabinete que Cerrón llama de derecha ha reanudado las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde el gobierno de la derecha empresarial de Pedro Pablo Kuczynski (2016 – 2018), activo promotor del fracasado Grupo de Lima. Esta decisión ha molestado a la derecha y a los grandes medios, que promueven un estado de guerra permanente contra el régimen de Nicolás Maduro y presionan al gobierno en esa dirección. El nuevo gabinete ha marcado posición en el tema, lejos de la derecha.
Los resultados de la ruptura
“La ruptura de Cerrón con el gobierno es un error, exagera cuando habla de derechización del gobierno. Esta decisión no se explica solamente por la ambición de Cerrón por tener poder, como dice la derecha. Hay una serie de factores. Cerrón es una persona con un pensamiento radical, un marxista-leninista ortodoxo y dogmático, detrás de esta ruptura hay una ideología radical que tiende al sectarismo. La postura de Cerrón y PL también expresa la bronca de las provincias contra Lima. Una posibilidad es que con esta ruptura Cerrón quede aislado, pero la otra es que se fortalezca en provincias”, le señaló a Página/12 el sociólogo Alberto Adrianzén.
Sobre las consecuencias de esta ruptura en el gobierno, Adrianzén señala: “De un lado Castillo se debilita perdiendo votos de PL en el Congreso, pero al mismo tiempo el cambio de gabinete es positivo para el gobierno y abre un espacio para la posibilidad de bajar tensiones y aminorar la polarización, y para modificar la relación con un sector de la oposición, el de la derecha más moderada y buscar nuevos aires. Es difícil decir ahora si con esto Castillo gana o pierde más”.
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El sectarismo no conduce a nada bueno.
Un sector del partido del presidente votó en contra del gobierno
Perú: el Congreso le dio su voto de confianza al gabinete de Pedro Castillo
En actitud suicida, el sector disidente del oficialismo estuvo cerca de darle la victoria a la oposición de extrema derecha y a su estrategia desestabilizadora.
El segundo gabinete ministerial del presidente Pedro Castillo, encabezado por la exlegisladora de izquierda Mirtha Vásquez, obtuvo el voto de confianza del Congreso, indispensable para ser ratificado. De 130 congresistas votaron 125, de los cuales 68 respaldaron al gabinete, 56 votaron contra la confianza y hubo una abstención. El gobierno consiguió este triunfo con el apoyo de sus aliados de izquierda y de la oposición de centro y de la derecha moderada. Pero para Castillo esta victoria en el Congreso vino acompañada de la confirmación de la ruptura de la bancada oficialista, lo que debilita más su ya difícil situación en un Parlamento en el que es minoría. De los 37 legisladores del partido de gobierno Perú Libre (PL), 16 votaron en contra del gabinete, otros 19 respaldaron a su gobierno y hubo dos ausentes, uno de ellos fallecido hace unos días. En actitud suicida, votando en contra del gabinete, el sector disidente del oficialismo, que ha roto con el gobierno desde un radicalismo de izquierda, estuvo cerca de darle la victoria a la oposición de extrema derecha que buscaba tumbarse al gabinete para abonar en su estrategia desestabilizadora que tiene como objetivo final dar un golpe parlamentario.
La ruptura en el oficialismo se ha dado luego que el presidente decidió cambiar al anterior jefe del gabinete, el legislador Guido Bellido, alto dirigente de PL, que en pocas semanas cosechó críticas de diversos sectores y estaba muy desgastado con su estilo de confrontación y radicalismo verbal. Bellido fue uno de los que votó contra el nuevo gabinete. Este sector del oficialismo se siente desplazado con un gabinete encabezado por alguien de reconocida trayectoria de izquierda pero que no milita en PL, y rechaza las alianzas de Castillo con otros sectores progresistas.
Clivajes
La extrema derecha golpista también se partió. El fujimorismo votó en bloque para negarle la confianza al gabinete, pero sus aliados de Renovación Popular y Avanza País se dividieron a la hora de la votación: cinco de sus miembros lo hicieron a favor del gabinete. Sin los votos de la facción disidente del oficialismo que se sumaron a los suyos, esa derecha habría sido ampliamente derrotada.
“Con el voto de confianza otorgado por el Congreso seguiremos bregando por los cambios que el Perú necesita. Somos el gobierno que impulsa la gesta de la reivindicación social y que apuesta por el desarrollo de nuestras regiones. Con unidad y consenso lo haremos”, fue la reacción del presidente Castillo luego de otorgado el voto de confianza.
Desde las bancadas de la extrema derecha se reiteraron los trasnochados discursos macartistas, hablando de un gobierno comunista al que deben combatir. Hubo discursos destemplados, ataques de todo tipo contra el gobierno. Desde el otro extremo, con un discurso que apostó a la ultraizquierda, el sector disidente del oficialismo acusó al gabinete de “estar al servicio de la derecha”.
Consensos
En su presentación ante el Congreso, Vásquez pidió a los legisladores “disposición al diálogo” para “lograr consensos” y “construir en conjunto y encaminar al país hacía la gobernabilidad y bienestar colectivos”. Pero desde la oposición de la derecha embarcada en el boicot al gobierno no había interés en la concertación propuesta por el gabinete. Al sector rupturista de la bancada oficialista tampoco le gustó el llamado de la jefa del gabinete al diálogo y la concertación.
Vásquez, abogada de larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos, las mujeres y las minorías, destacó entre las políticas centrales del gobierno priorizar “los derechos básicos de la población”; combatir las brechas de desigualdad, pobreza y exclusión; fortalecer los servicios públicos, como salud y educación, abandonados por tres décadas de neoliberalismo; una reactivación económica con justicia social; una reforma tributaria para aumentar la recaudación cobrando más impuestos a quienes más ganan; aumentar la inversión pública y promover la inversión privada; apoyar la pequeña agricultura; el fortalecimiento de los programas sociales y las políticas para una mejor redistribución de ingresos, inequidad que es uno de los grandes problemas del país; la promoción del empleo con derechos laborales; políticas para enfrentar las violencia contra las mujeres y defender los derechos de las personas trans, lesbianas, bisexuales y gays.
La jefa del gabinete señaló que el voto de confianza significaba “luz verde para partir” y que le otorgaba “estabilidad al país”. Dijo que su gabinete ya podía implementar sus políticas.
Nuevo ministro
Poco antes de que el gabinete se presente ante el Congreso, en la mañana del jueves juramentó como nuevo ministro del Interior el exfiscal Avelino Guillén, completando el gabinete luego de la salida del anterior titular de esa cartera, Luis Barranzuela, por el escándalo de una fiesta en su casa a pesar de la prohibición de reuniones por la pandemia. Guillén fue fiscal durante el juicio al exdictador Alberto Fujimori, que terminó con una condena a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad, por el asesinato de quince personas en una modesta vivienda de Barrios Altos en el centro de Lima y por el secuestro y desaparición de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta, crímenes cometidos por el destacamento del ejército Colina, que operó como un escuadrón de la muerte durante la dictadura fujimorista. El nombramiento de Guillén, que ganó un gran prestigio por su solvente actuación en ese proceso judicial, ha sido bien recibido por diversos sectores, pero, como era de esperarse, rechazado por el fujimorismo.
El voto de confianza al gabinete en el Congreso coincidió con los primeros cien días del gobierno, en los que el Ejecutivo ha enfrentado como prioridad la pandemia y la reactivación económica. Ha acelerado con éxito la campaña de vacunación contra la covid 19, con cerca del 60 por ciento de los mayores de 12 años ya inmunizados. En la reactivación económica se anuncia para este año un crecimiento del PIB de 11,9 por ciento y una proyección de crecimiento de alrededor del 5 por ciento anual para los próximos años.
Inicio complicado
Ha sido un inicio complicado para el gobierno, con una oposición golpista en el Congreso apoyada por la prensa hegemónica y sectores empresariales, y errores del gobierno, como algunos nombramientos que le han causado serios problemas, marchas y contramarchas en algunos temas, debilidades y divisiones en el oficialismo, y un presidente que habla poco, no da entrevistas.
El voto de confianza al gabinete le da un alivio al gobierno, pero el terreno sigue minado. Un sector importante que le dio el voto de confianza, distanciándose del golpismo, seguirá en la oposición, y los grupos extremistas continuarán tramando el golpe parlamentario que quieren dar. Y ahora Castillo tiene a un grupo del oficialismo haciéndole oposición desde la izquierda.
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(Gran Papiyo)
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No hay día que la maldita Derecha peruana deje de ponerle palos en la rueda.
Cuanta hijaputez ! ! ! ! !
Que falta de respeto ! ! ! ! !
Que democracia más endeble ! ! ! ! !
La derecha en el Congreso peruano votó impedirle el viaje
A Castillo no lo dejan viajar a Colombia
En contra de su voluntad, el presidente peruano Pedro Castillo no asistirá a la toma de mando de Gustavo Petro. No podrá estar porque en un hecho insólito el Congreso controlado por la derecha le negó el permiso para que viaje a Colombia, un requisito constitucional. Castillo es el primer mandatario al que se le niega el permiso para viajar, una muestra de fuerza de un Congreso en guerra contra el Ejecutivo y empeñado en destituir al presidente. Para bloquear el viaje, la oposición capitaneada por la ultraderecha que tiene al fujimorismo en un rol central, tuvo 67 votos de los 130 legisladores. Obligado a quedarse en Lima, Castillo encargó a su vicepresidenta Dina Boluarte que lo represente en el histórico cambio de gobierno en Colombia.
Castillo calificó como “inusual” y “prepotente” la decisión del Congreso de impedir su viaje a Colombia. Le envió una carta a Petro explicándole las razones de su involuntaria ausencia. “Circunstancias ajenas a mi voluntad me impiden acompañarlo en la significativa e histórica ceremonia. Le aseguro que la decisión del Parlamento no se condice, en forma alguna, con la altísima valoración que mi Gobierno asigna a las relaciones de amistad, cooperación y voluntad de integración que unen a nuestros países”, le escribió Castillo a Petro.
La presidenta del Congreso Lady Camones, legisladora del partido de derecha Alianza para el Progreso, quiso restarle importancia a esta decisión del Legislativo señalando que la presencia de Castillo en la toma de mando de Petro era “netamente protocolar”. Justificó impedirle viajar al presidente diciendo que no se le podía permitir hacerlo “en plena crisis ministerial”, en referencia a la renuncia del miércoles del jefe del gabinete de ministros, Aníbal Torres. Indicó que la presencia de Castillo en el país era “indispensable” para recomponer el gabinete. Sin embargo, el viernes, antes de la fecha programada para su frustrado viaje a Colombia, Castillo ya había recompuesto el gabinete.
Sorpresivamente, Castillo no aceptó la renuncia de Torres y le pidió mantenerse como jefe del gabinete ministerial, lo que éste aceptó. Recompuso el gabinete con seis cambios, cuatro nuevos ministros y dos rotaciones. Los cambios más trascendentes se han dado en Relaciones Exteriores y Economía. El canciller, César Landa, quien había declarado que la decisión del Congreso de impedirle viajar a Castillo afectaba la imagen internacional del país, fue inesparadamente sustituido. La sorpresa fue doble al conocerse a su reemplazante, el abogado e internacionalista Miguel Rodríguez, quien avaló la campaña de la ultraderecha para desconocer la elección de Castillo alegando un fraude electoral que no existió, y que se ha pronunciado a favor de un indulto al exdictador Alberto Fujimori, sentenciado por crímenes de lesa humanidad y corrupción. También coincide con la derecha en su oposición al Acuerdo de Escazú. En Economía, el tecnócrata neoliberal Oscar Graham ha sido reemplazado por el economista Kurt Burneo, quien fue ministro de la Producción en los primeros meses del gobierno de Ollanta Humala (2011–2016) y viceministro de Hacienda en la presidencia de Alejandro Toledo (2001–2006). Burneo tiene un mayor perfil político que su antecesor. Su ingreso podría implicar algunas modificaciones, pero no cambios sustanciales en la política económica.
Además de las referencias a la crisis ministerial para impedirle viajar a Castillo, hubo parlamentarios que señalaron que el mandatario “no está preparado” para representar al Perú y por eso no se le debía dejar viajar, y varios que expresaron que el presidente podía aprovechar este viaje para fugar y eludir las cinco investigaciones fiscales abiertas en su contra, que tienen que ver con denuncias de coimas en la entrega de obras públicas, irregularidades en los ascensos castrenses, un supuesto encubrimiento a algunos allegados, entre ellos un sobrino, acusados de corrupción y ahora prófugos. Con el doble discurso y la hipocrecía que exhiben cuando hablan de corrupción, un asunto que conocen muy bien, legisladores fujimoristas acusaron y condenaron a Castillo por la posibilidad que pueda hacer lo que su líder el exdictador Alberto Fujiomori hizo y ellos siempre han justificado: fugar de las investigaciones judiciales aprovechando un viaje oficial al extranjero. Al tiempo que en el Congreso le negaban el permiso para viajar y lo acusaban de querer fugar, Castillo se presentaba ante la fiscalía para declarar, pero optó por acogerse al derecho a guardar silencio.
El Parlamento que le negó el viaje a Castillo y donde se complota para destiutuirlo está muy desacreditado -un 79 por ciento de rechazo ciudadano- pero tiene mucho poder. Puede censurar ministros obligándolos a dimitir -en un año de gobierno ha censurado cuatro ministros y otros dos renunciaron cuando su censura era segura- e incluso puede destituir al presidente en un proceso sumario de menos de dos semanas sin necesidad de ir a un juicio político acusándolo por la ambigua figura de “incapacidad moral”. La ultraderecha ya ha intentado dos veces destituir a Castillo con este recurso, pero no ha alcanzado los dos tercios de votos necesarios para ello.
Este sábado, Castillo acusó a las bancadas opositores que promueven su destitución de golpistas y habló de convocar “una cruzada junto con el pueblo para defender la democracia, porque yo vengo de las urnas democráticas”. “No me pueden doblegar, no pueden crear fantasmas de corrupción”, lanzó Castillo, en respuesta a las denuncias en su contra y a quienes buscan sacarlo de la presidencia.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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De todas maneras, convengamos que... por más buenas intenciones que tengan y más voluntad que pongan... no la van a tener fácil. De eso podemos estar bien seguros. Pues la Derecha en Perú pisa muy fuerte, y no se quedará de brazos cruzados cada vez que el nuevo Gobierno quiera repartir mejor la torta. (GP mensaje N°9)
Romper la unidad, me parece una pésima idea. Más allá de las diferencias que puedan surgir dentro del Frente... no hay que patear el tablero JAMÁS. (GP mensaje N°28)
El sectarismo no conduce a nada bueno. (GP mensaje N°29)
No hay día que la maldita Derecha peruana deje de ponerle palos en la rueda.
Cuanta hijaputez ! ! ! ! !
Que falta de respeto ! ! ! ! !
Que democracia más endeble ! ! ! ! ! (GP mensaje N°30)
El derrumbe de Pedro Castillo
Perú: ¿Quién dio el golpe de Estado?
Resulta fácil calificar lo ocurrido en Perú con los eventos de los últimos días. Fácil, pero engañoso. La mirada ofrecida en este editorial del diario mexicano La Jornada sirve para entender más a fondo el cataclismo institucional e interpretarlo en su contexto latinoamericano.
Editorial del diario La Jornada de México, especial para Página/12.
Opositores y algunos funcionarios del derrocado presidente peruano Pedro Castillo –entre ellos, la hasta el miércoles vicepresidenta, Dina Boluarte– calificaron de “golpe de Estado” la decisión del mandatario de disolver el Congreso, decretar un gobierno de excepción, llamar a elecciones para una constituyente y emprender la “reorganización” del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional. En respuesta a tales determinaciones, el Legislativo destituyó a Castillo por una abrumadora mayoría y la fiscal Patricia Benavides ordenó la detención del hasta entonces mandatario, quien fue retenido en la Prefectura de Lima por la Policía Nacional. De inmediato, un portavoz del Departamento de Estado declaró en Washington que Estados Unidos considera a Castillo un “ex presidente”.
Sin afán de justificar las medidas adoptadas por el antiguo maestro rural, es importante considerar su contexto: en año y medio en el cargo, Castillo no pudo llevar a cabo el mandato que recibió en las urnas en junio del año pasado –y que incluía la convocatoria a un congreso constituyente y la desactivación del Tribunal Constitucional– porque durante ese tiempo su gestión fue sistemáticamente saboteada por la derecha, tanto en el ámbito legislativo como en el judicial y en el mediático. La pertinencia de la reorganización institucional que propugnó el presidente fue dramáticamente confirmada por 15 meses de una ingobernabilidad, que es ya rutinaria en Perú y que se traduce en la inviabilidad del Poder Ejecutivo: de 2018 a la fecha, la nación andina ha tenido seis presidentes, varios de ellos destituidos por el Legislativo, e incluso procesados, por acusaciones –verídicas o falsas– de corrupción.
En este contexto, es claro que la remodelación institucional del país y la regeneración de una clase política del todo descompuesta eran y siguen siendo tareas indispensables para dar a Perú un mínimo de estabilidad y certeza política. En el caso de Castillo, la disfuncionalidad de las instituciones fue aprovechada desde el primer día de su gobierno por una derecha corrupta, racista y oligárquica que vivió como un agravio la llegada al Palacio de Gobierno de un sindicalista indígena dispuesto a aplicar un programa de justicia social, soberanía y recuperación de las potestades más básicas del Estado en materia de economía.
Aun antes de las elecciones de 2021, la derecha oligárquica emprendió una campaña de linchamiento en contra de Castillo, para lo cual echó mano de sus medios y de sus partidos y de todas las posiciones de poder que controla, y no dudó en cerrar filas en torno a la candidatura de Keiko Fujimori, hija de uno de los presidentes más corruptos y represores de la historia reciente.
El caso de Perú tiene resonancias ineludibles con el acoso mediático y judicial que se realiza en Argentina en contra de la vicepresidenta Cristina Fernández, con la persecución mediática, legislativa y judicial que depuso a Dilma Rousseff en Brasil y llevó a la cárcel al ahora presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, así como con la ilegal destitución de Fernando Lugo en Paraguay. Más aún, la destitución y el arresto de Castillo evocan las maquinaciones mediáticas y judiciales que antecedieron los golpes de Estado perpetrados en contra de José Manuel Zelaya (Honduras, 2009) y de Evo Morales (Bolivia, 2019). El denominador común de todos los mencionados es que son dirigentes progresistas que han buscado revertir en alguna medida las atroces injusticias sociales que padecen sus países y la vergonzosa sumisión a Washington que practican las oligarquías nativas cuando se hacen del poder político.
Visto desde esa perspectiva, lo ocurrido en Perú no es sino la culminación de una suerte de golpe de Estado en cámara lenta que se había venido construyendo desde el momento mismo en que Pedro Castillo se unció la banda presidencial; un golpe de Estado que tenía como propósito acorralar al gobernante para hacer imposible el ejercicio de su cargo e impedir que cumpliera el mandato popular que recibió de la ciudadanía.
Se confirma que las derechas latinoamericanas han sustituido los sangrientos cuartelazos y las dictaduras militares por campañas de difamación y de siembra de odio y de pánico, por la subversión y la ingobernabilidad inducidas por el llamado lawfare –es decir, el acoso desde estructuras judiciales entregadas a la corrupción– y por las asonadas legislativas.
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo)
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La Izquierda peruana ha tirado por la borda una oportunidad única en su Historia.
La unidad del Frente era fundamental. Era de manual.
Todos sabíamos que el establishment le declararía la guerra al Gobierno desde el primer día.
¿Cómo pensaron que divididos podrían enfrentar a tan poderoso enemigo?
Ahora me pregunto: ¿Habrá tiempo, todavía, para remontar este desastre?
SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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SALUDOS REVOLUCIONARIOS
(Gran Papiyo) |
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