Falta menos de un mes para el triunfo histórico de la Izquierda en el Perú ! ! ! !
Vamos todavía ! ! ! ! ! !
De cara a la segunda vuelta de las presidenciales el 6 de junio
Se unió la izquierda en Perú: Pedro Castillo suma el apoyo de Verónika Mendoza
Acordaron crear un programa de vacunas universales y gratuita, reactivar la economía, combatir la corrupción, reformar el Estado e impulsar una nueva constitución.
Desde Lima. A cuatro semanas de la segunda vuelta del 6 de junio, las izquierdas peruanas se unen y cierran un acuerdo para impulsar un “gobierno de cambio” encabezado por el profesor y sindicalista Pedro Castillo, que se enfrenta a la derechista Keiko Fujimori, hija y heredera política del encarcelado exdictador Alberto Fujimori. El partido Perú Libre, que se define marxista-leninista y postula la candidatura de Castillo, y la coalición progresista Juntos por el Perú, que en primera vuelta tuvo como candidata a Verónika Mendoza, han firmado un pacto político para apoyar la candidatura de Castillo, que es también la base para una alianza de gobierno en caso el candidato de la izquierda gane las elecciones. Castillo y Mendoza han definido este acuerdo como una alianza “para la refundación del país”.
Los puntos centrales de este acuerdo son enfrentar la grave crisis sanitaria por la pandemia asegurando una vacunación universal y gratuita y mejorando los precarios servicios de salud; reactivar la economía cambiando el modelo neoliberal impuesto hace tres décadas por la dictadura de Fujimori; priorizar la lucha contra la corrupción, extendida entre la clase política; y refundar el Estado para garantizar derechos e igualdad para todos. También proponen cambiar la Constitución heredada del régimen fujimorista, que reduce al Estado a un rol subsidiario de la actividad privada.
Castillo ha dicho que este acuerdo es “un compromiso con las familias más necesitadas”. “Estamos al otro lado de quienes defienden la seudodemocracia, una Constitución a la talla y peso de la gran oligarquía, de los que siempre manejaron el Estado. Este es el momento de abrazar esta causa para refundar la patria”, dijo el candidato de la izquierda, hablando al lado de Verónika Mendoza, a quien le agradeció su respaldo.
Mendoza, que en primera vuelta obtuvo 7,8 por ciento, señaló que el compromiso asumido era “trabajar de manera conjunta y lograr un gobierno de cambio liderado por el profesor Pedro Castillo”. “No está en juego solamente la victoria del profesor Castillo, sino que tenemos la responsabilidad histórica de ponerle un freno al autoritarismo, a la mafia y al pasado”, precisó la excandidata presidencial, en referencia a una posible restauración del régimen fujimorista de los años 90, caracterizado por el autoritarismo, las violaciones a los derechos humanos y la corrupción.
De esta manera, la izquierda junta fuerzas para derrotar a la candidata de extrema derecha, quien tiene el respaldo de diversas agrupaciones conservadoras que participaron en la primera vuelta, del empresariado y de los grandes medios, que han puesto en marcha una agresiva y masiva campaña de miedo y demolición contra la candidatura de Castillo. Pretenden asustar con los fantasmas del comunismo, del chavismo y del terrorismo. En una vieja práctica utilizada por el fujimorismo contra sus rivales, se acusa a Castillo de terrorista, adjudicándole supuestos vínculos con los rezagos políticos del derrotado grupo armado maoísta Sendero Luminoso, que protagonizó una guerra interna en los años 80 y 90, lo que el candidato ha negado repetidas veces. Una millonaria campaña llama a “votar contra el comunismo”. Esta campaña contra la candidatura de la izquierda, disfrazada de defensa de la democracia, oculta el pasado, y presente, autoritario y corrupto del fujimorismo para poner a su candidata como “defensora de la democracia”. Una campaña que desafía la memoria.
Después de firmar el pacto con Verónika Mendoza, el profesor Castillo hizo público un pronunciamiento de diez puntos en el que se compromete a respetar la democracia y la libertad de prensa. Esto es una respuesta a esa masiva campaña que lo acusa de tener intenciones autoritarias. En ese pronunciamiento también se compromete a no renunciar a sus propuestas de cambio y precisa que las implementará dentro de la institucionalidad democrática y “respetando la propiedad”.
Organismos defensores de los derechos humanos y familiares de las víctimas de la guerra interna -las víctimas se estiman en cerca de 70 mil- han demandado a los dos candidatos un compromiso con los derechos humanos, los juicios a los represores, las reparaciones a las víctimas y cumplir con las decisiones de los organismos internacionales en este tema. En su pronunciamiento público Castillo se compromete con la defensa de los derechos humanos y el respeto a los tratados internacionales en esta materia firmados por el país. Keiko ha dicho que no hubo una guerra interna, sino solamente terrorismo. Estando en el gobierno, el fujimorismo tuvo una práctica de violaciones a los derechos humanos y tiene una larga conducta de negar esas violaciones y proteger a los represores. Keiko ha anunciado que indultará a su padre, sentenciado a 25 años por crímenes de lesa humanidad, lo que va contra los tratados internacionales firmados por el país que prohíben los indultos a los condenados por lesa humanidad.
Atacado por el establishment, este acuerdo con Juntos por el Perú y su compromiso público de respeto a la institucionalidad democrática, le permite a Castillo contrarrestar una imagen de cierta soledad, abrir su candidatura a otros sectores y reducir los temores de electores que lo ven como un riesgo autoritario, temores alimentados por una millonaria campaña y también por algunas declaraciones de miembros de su partido. A Castillo se le cuestiona la falta de un equipo técnico, un flanco débil de su candidatura, y este acuerdo con Juntos por el Perú le puede dar esos cuadros que le estarían haciendo falta.
De acuerdo a una encuesta publicada el viernes, Castillo sigue adelante, pero la distancia con su rival se ha reducido en una semana de diez a cinco puntos. La encuestadora Datum le da a Castillo 41 por ciento y a Keiko 36 por ciento. El candidato de la izquierda baja tres puntos y la fujimorista sube dos puntos, en relación a un sondeo de la misma encuestadora de hace una semana. Este resultado ha entusiasmado a la derecha. Sin embargo, este último sondeo no mide el impacto del reciente acuerdo de Castillo con Juntos por el Perú que unifica a la izquierda y puede tener un efecto más amplio que la suma de los porcentajes de ambos en primera vuelta, ni el del pronunciamiento del candidato de Perú Libre en defensa de la democracia.
Luego del debate en una plaza de la andina provincia de Chota, los candidatos se podrían volver a encontrar en un penal. Castillo retó a Keiko a debatir en la cárcel de mujeres de Lima. Sarcástico, dijo que como él había sido local en Chota, donde nació y vive, ahora le tocaba a Keiko ser local y propuso el penal San Mónica, donde la fujimorista, procesada por lavado, organización criminal y obstrucción a la justicia, estuvo varios meses presa. Keiko, deseosa de debatir para buscar revertir su desventaja, aceptó hacerlo en la puerta del penal.
Si ganara el maestro Pedro Castillo las elecciones de este domingo es muy posible que a muchos peruanos se les escape la frase “Asu Mare”. Viene por deformación de “Ah, su madre”. Una expresión coloquial muy usada que denota sorpresa o admiración por algo inesperado. Lo que causa asombro es la resiliencia del candidato que recorrió los pueblos montado a caballo y con su típico sombrero de ala ancha. Eligió un lápiz como símbolo de su campaña y se sobrepuso a la estrategia de demolición a que lo sometieron los medios. Para explicar sus chances de victoria y cómo sería su posible gobierno, Página/12 entrevistó a Anahí Durand. La socióloga se reconoce en el pensamiento de José Carlos Mariátegui. Es aliada del profesor presidenciable y asesora de Verónika Mendoza. Fue la responsable de su plan de gobierno en Juntos por el Perú y se especializa en relaciones internacionales.
- ¿Cuál sería el proyecto de esta Alianza entre Castillo y Mendoza a nivel regional y su relación con los organismos multilaterales desde América del Sur?
- Nuestro candidato es un personaje plebeyo, de origen sindical y nosotros venimos de una izquierda más emergente, con mucha más familiaridad con Podemos, con otras fuerzas de izquierda como el Frente Amplio en Uruguay. Enesta línea creo que hemos podido hacer la articulación entre Verónica y Pedro, coincidir primero en la necesidad de poner a Perú en una línea desidiologizada de las relaciones internacionales. En los últimos cinco años este país ha hecho lo que dijo Trump, desde el grupo de Lima hasta salir de la Unasur. Una política de Cancillería absolutamente sumisa a lo que decía Estados Unidos, que tiene ocho bases militares en Perú, la mayoría administradas por la DEA y que se renuevan todos los años con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
-La realidad de Latinoamérica señala que no hay hegemonías definitivas, que es todo transitorio. ¿Estamos en un momento así, sin una hegemonía clara?
- Sí, yo creo que sí. Digamos además con esta crisis que trae la pandemia, que es una etapa de disputa y en el caso peruano, el país nunca estuvo alineado en el campo progresista. Si bien Oyanta Humala llegó con esa bandera y con la foto de Lula y Evo, bueno, rápidamente se puso la camiseta neoliberal. Entonces no hemos tenido nosotros un momento progresista que redistribuyera, que democratizara al país. En esa línea, la disputa ha seguido abierta. Hubo un voto consistente a favor de esa posibilidad de cambio con Umala en 2011, con Verónika en 2016 y lo tiene ahora Pedro Castillo. Con ese 19 por ciento le alcanzó para pasar a la segunda vuelta por el fraccionamiento del voto.
- Podrá ganar la izquierda con la suma de votos de Castillo y Mendoza, que inicialmente fue del 33% en primera vuelta?
- Creo que todavía hay un margen de incertidumbre grande porque existe un voto anti Fujimori que se decanta por Pedro rápidamente y no lo piensa dos veces. Pero hay otro voto que es más crítico, que también tiene un impacto en la brutal campaña del no al comunismo, de expropiaciones… todos los días llegan mensajes de los bancos. Los medios de comunicación están alineados. Entonces yo creo que no está nada dicho, si bien sostenidamente Pedro tiene cierta ventaja, hemos visto que también hay un estancamiento porque todos los días hay una serie de hechos, mentiras, difamaciones, guerra sucia.
- Ese anticomunismo, ¿Cree que fue determinante en el crecimiento de la expectativa de votos para Fujimori?
- Ellos tenían que buscar un concepto aglutinador de todos estos males que creen representa Pedro Castillo, desde expropiador y estatista. Pero como chavista ya no pegaba tanto, hicieron del comunismo un concepto vacío y le metieron ahí un significante vacío. Entonces reparten volantes donde dicen que eso es el comunismo: robarte tu trabajo, confiscar tus fondos de pensiones, cerrarte el negocio, en fin… todos los fantasmas más burdos que pueden haber. Como en Cuzco, donde dicen: “con comunismo no hay turismo” justamente en una ciudad donde el turismo es el primer motor. Es muy brutal, ¿no?
- ¿Lo más parecido a eso podría ser lo que ocurrió en Brasil con Jair Bolsonaro en términos discursivos?
- Sí, yo creo que sí. Pedro Castillo llegó sin que nadie lo viera, casi en estado puro de antisistema, a caballo, con sombrero, muy campesino, muy impugnador de todo el establishment limeño. Estaban muy enfocados pensando en que Verónika iba a pasar y le hacían una campaña brutal, pero pasó él y no lo quieren. Esta polarización no la habíamos vivido y creo que se parece a lo de Bolsonaro en términos apocalípticos. Aunque es extraño, porque Pedro Castillo también es evangelista. De hecho en su último meeting, si lo ve ahí en su Facebook, está muy predicador, se arrodilla. Es una persona muy popular en ese mundo evangélico campesino.
- ¿Quién es Pedro Castillo para explicárselo a la comunidad internacional?
- A nosotros también nos costó mucho registrarlo, porque los que venimos de mundos partidarios militantes creo que hablamos otros idiomas. Luego lo hemos ido conociendo en una relación más directa entre él y Verónika y creo que es un líder popular definitivamente. Es de una primera generación que se profesionaliza. Sus padres no tienen estudios y además se involucra mucho en el mundo sindical como maestro en el magisterio rebelde, no en el sindicato burocratizado y a partir de ahí va politizandose en claves muy pragmáticas. De hecho él es muy sincero al confesar que no esperaba este resultado, si bien trabajo mucho y todo, pero le sorprendió. Es muy genuinamente popular, con este reflejo plebeyo que lo hace sobre todo mirar a su entorno inmediato de maestros y campesinos.
- Keiko Fujimori es por carácter transitivo el padre en toda su dimensión o ¿tiene algún matiz que la diferencie?
- Creo que si ella quiso tener un matiz fue en 2016, cuando reivindicó que estaba distanciada de su padre, que siempre le advirtió de Montesinos. Del 2011 al 2016 trató de mantener un perfil más propio de una mujer preparada, más técnica. Pero para esta campaña, se ha fusionado con el papá otra vez. O sea, nuevamente revindica el golpe del 5 de abril. Una buena parte de su entorno son personajes de los 90 como el excanciller Francisco Tudela que fue el primer ministro de Fujimori. En fin, creo que sí, hay una regresión autoritaria y una reivindicación de lo que fue su padre y la mano dura. La Keiko que quiso ser distinta, que fue a Harvard, que quiso revestirse un poquito de democrática quedó en el 2016, cuando obtuvo mayoría en el congreso y terminaron brindando escándalos de corrupción que la involucran todavía. Está enjuiciada por haber recibido dinero ilícito. Creo que ahora se fusionaron papá e hija, el clan Fujimori.
- Cómo jugó otra vez el protagonismo de Mario Vargas Llosa en la cuestión electoral? ¿Le acercó unos porotos a Keiko?
- En cuanto al voto popular no le suma nada y ya está clarísimo su lugar en el extranjero. Sí tuvo un papel decisivo aquí en el 2011 y en el 2016, pero sobre todo en 2011, cuando le dio la venía a Humala y le puso ministros, pero no ahora. Él y su hijo estuvieron activisimos en favor de Keiko, pero también quedan mal porque todo el mundo sabe que Mario Vargas Llosa era enemigo de Fujimori.
- ¿En todo caso, ¿es más determinante el papel de los grandes medios?
- Muchísimo, muchísimo. Ahora hay un concierto monocorde a favor y desesperado de Keiko Fujimori. Es una cosa brutal, en redes, medios, todo.
- ¿No hubo cierto etnocentrismo y racismo en la campaña contra Castillo?
- Gente del entorno de Keiko ha dicho textualmente: “Al profesor le va a hacer mal estar en Lima porque el oxígeno afecta a los serranos”. Ha habido un componente muy despectivo y racista. En la primera vuelta le saltaron memes todo el tiempo de Speedy Gonzales porque usa sombreros y una serie de cosas. Creo que eso justamente lo acerca a la gente.
Elecciones en Perú: Pedro Castillo con una leve ventaja sobre Keiko Fujimori en el conteo rápido
A la espera de las cifras oficiales, el conteo rápido de Ipsos, que es más preciso que la boca de urna, invirtió el orden de la encuesta siempre en un marco de extrema paridad. Le dio una ligera ventaja al candidato de la izquierda con 50,2% sobre su rival derechista que alcanza un 49,8%.
Los peruanos se fueron a dormir con la incertidumbre de quién será el próximo presidente. Un conteo rápido al cien por ciento, realizado por Ipsos con una muestra de actas electorales representativas de todo el país, le daba una ligera ventaja al izquierdista Pedro Castillo con 50,2 por ciento y a la derechista Keiko Fujimori un 49,8 por ciento. La diferencia está dentro del margen de error. Alfredo Torres, director de Ipsos, explicó que era necesaria una diferencia de dos puntos para declarar un ganador. “Esto es un empate técnico. El resultado puede cambiar”, dijo Torres. Antes, una encuesta a boca de urna, también de Ipsos, había colocado primero a Keiko con 50,3 por ciento y a Castillo le daba 49,7 por ciento. Con estas cifras quedó instalada la incertidumbre.
Al momento del cierre de esta edición no había resultados oficiales. Los primeros se anunciaron para las 23:30 hora local (1:30 de la madrugada hora de Argentina). Con una diferencia tan estrecha esos primeros resultados parciales no definirían con certeza un ganador, por lo que habría que esperar hasta este lunes para aclarar la situación.
Castillo fue el primero en pronunciarse. Lo hizo una hora después de conocerse los primeros resultados a boca de urna, que recibió en su natal pueblo de Tacabamba, en la provincia de Chota de la andina región de Cajamarca. Pidió calma y esperar los resultados oficiales.
“Hay que mantener la calma, hay que ser prudentes. El pueblo es sabio, sabe lo que hace, es inteligente. Compañeros, hermanos, compatriotas, llamo a la más amplia cordura. Lo que hemos escuchado no es nada oficial. Esperemos los datos oficiales. Hermanos, tranquilidad”, dijo, hablándole desde un balcón a sus partidarios, que estallaron en aplausos y gritos de “sí se puede”. Tenían la esperanza que los resultados oficiales reviertan las cifras a boca de urna. El conteo rápido a favor de Castillo alimentó esa esperanza.
Poco antes, en un mensaje enviado por Twitter, Castillo había llamado a “defender el voto”. “Convoco al pueblo peruano de todos los rincones del país a asistir en paz a las calles para estar vigilantes en la defensa del voto”, escribió. Sus partidarios se reunieron en las afueras del local de Tacabamba donde estaba el candidato.
Después se pronunció Keiko. Coincidió en que esperaría los resultados oficiales. Habló minutos antes que salga el conteo rápido, que volteó el resultado y ponía primero a Castillo. “Esta campaña ya culminó y será fundamental tender los puentes y encontrar los espacios de diálogo entre todos los grupos políticos. Aquí no hay un ganador o un perdedor, lo que se tiene que buscar es la unidad de todos los peruanos. Desde ya invoco a la prudencia, la calma y la paz a ambos grupos. Por esa prudencia vamos a esperar los resultados oficiales”, dijo desde su local partidario en Lima.
Horas antes había recibido los resultados a boca de urna junto a su esposo, sus dos hijas y militantes cercanos lugar. Al escuchar las cifras que le daban una mínima ventaja saltó de júbilo, comenzó a aplaudir y a abrazarse con todos. Desde el fujimorismo se encargaron de entregar esas imágenes triunfalistas a la televisión. Luego, con su mensaje, le bajaría el tono a ese inicial triunfalismo. Simpatizantes fujimoristas se reunieron en ambiente celebratorio en las afueras del local partidario. El conteo rápido fue un duro golpe.
Campaña de miedo
Castillo estuvo adelante en todas las encuestas desde el comienzo de la campaña de segunda vuelta hace dos meses. Una masiva campaña de miedo en su contra, con amplio apoyo mediático, asustando con una supuesta “dictadura comunista y chavista” si ganaba Castillo, y algunas inconsistencias al presentar sus propuestas de cambio, fueron haciendo crecer a Keiko como el mal menor, y en la última semana la elección comenzó a dársele vuelta al candidato que levantó las banderas del cambio del modelo económico neoliberal. Ha sido una campaña desigual, con la cancha inclinada a favor de Keiko, que tuvo el apoyo de los grandes medios y de todo el poder económico.
Lima, bastión de Keiko; el interior votó por Castillo
Keiko ganó en Lima y otras cinco regiones de la costa. En la capital, que concentra un tercio del electorado, obtuvo cerca del 70 por ciento. Si se ve territorialmente, la mayor parte del país votó en su contra. Castillo triunfaba en la mayoría de regiones del interior, y en las zonas del sur andino, las más pobres y marginadas, lo hacía ampliamente. En algunas de esas regiones andinas superaba el 80 por ciento. La elección deja una notoria división del país, territorial y social. División con la que deberá lidiar el próximo gobierno en un contexto de polarización y serios problemas de gobernabilidad.
El nuevo gobierno asumirá luego de cinco años de un período presidencial convulsionado, con cuatro presidentes -uno que duró menos de una semana-, dos Congresos y los últimos jefes de Estado procesados por corrupción. El expresidente Pedro Pablo Kuczynski, elegido en 2016 por un mínimo margen de votos, como en esta elección, renunció en marzo de 2018 en medio de una guerra con el Congreso de mayoría fujimorista; lo reemplazó su vice, Martín Vizcarra, que en septiembre de 2009 en uso de sus facultades constitucionales disolvió el Congreso y llamó a elecciones parlamentarias. El nuevo Parlamento, sin mayoría fujimorista y fragmentado en pequeñas bancadas, destituyó a Vizcarra en noviembre de 2020 por cargos de corrupción en investigación. Su remplazante, el legislador Manuel Merino, tuvo que renunciar antes de cumplir una semana en el cargo por las masivas protestas sociales en su contra y fue sustituido por el actual mandatario Francisco Sagasti.
Los analistas estiman que este nuevo período presidencial podría ser tan inestable como el que se cierra. La extrema polarización de esta campaña y la fragmentación política, expresada en un Congreso con diez bancadas en el cual el cual nadie tendrá mayoría propia, amenazan extender para el nuevo período presidencial los problemas de gobernabilidad e inestabilidad.
Los dos candidatos comenzaron el día con el tradicional desayuno electoral. Castillo lo hizo en el patio de su casa en Cajamarca. Keiko se desplazó de su vivienda en una exclusiva zona de Lima al distrito popular de San Juan de Lurigancho, el más grande la capital del país, donde se armó una mesa al aire libre para desayunar ante la prensa. Los dos estuvieron acompañados de sus familias. Coincidieron en agradecer el apoyo recibido y en pedir a la población que vaya a votar.
Los dos candidatos votaron rodeados de simpatizantes. Castillo lo hizo primero, al mediodía, en su natal poblado de Tacabamba. Llegó caminando, flanqueado por una multitud, mientras desde los balcones de la estrecha calle recibía los aplausos de los vecinos. Antes de votar, visitó la casa de sus padres. Luego de sufragar dio un mensaje de unidad.
“Saludo al país por esta fiesta democrática. Espero que el día de hoy, más allá de la fiesta política, los peruanos podamos entender que si no nos unimos no podremos sacar al país de esta crisis”, señaló el candidato. Tenía previsto viajar a Lima para recibir los resultados, pero suspendió su viaje porque dijo que se quedaría con sus padres que estaban delicados de salud.
Keiko votó en un colegio de un barrio residencial de Lima. Una de las zonas acomodadas donde tiene amplio respaldo. En su territorio en estas elecciones, fue recibida y despedida con aplausos. Fue una entrada y salida tumultuosa y desordenada. “Gracias a los que nos han apoyado”, fueron sus breves palabras.
El incidente más grave en el proceso electoral se produjo cuando fue a votar la candidata a la vicepresidencia en la fórmula de Castillo, Dina Boluarte. Lo hizo en un barrio de clase media de Lima. Para la candidata de la izquierda que recibe importante respaldo en el interior del país y en zonas populares, pero amplio rechazo en los barrios residenciales de la capital, fue como entrar en territorio enemigo. Fue abucheada e insultada. Estaba custodiada por la policía, lo que evitó que se vaya más allá de la agresión verbal. Mientras le gritaban de todo, la candidata levantaba los brazos. Una lamentable muestra del nivel de intolerancia al que han llegado ciertos sectores en esta campaña y de la polarización que se ha dado en el país.
Espero que el establishment peruano no embarre la cancha modificando los números a favor de Keiko. O en caso que gane finalmente Pedro, la Derecha fujimorista no denuncie después ¡FRAUDE! .
De estas mierdas, se puede esperar cualquier cosa.
El estrechísimo margen del que se está hablando, huele mal, y temo que pueda desembocar en un robo.
¡ ATENTI !
Con el 95 por ciento de los sufragios escrutados
Elecciones en Perú: Pedro Castillo pasó al frente y se impone a Keiko Fujimori en un final voto a voto
Con el apoyo de los sufragios de las zonas rurales, el maestro Castillo pasó a encabezar el cerrado escrutinio aún en curso al lograr el 50,2% de los votos contra el 49,7% obtenido por la derechista Keiko Fujimori.
El candidato peruano a la presidencia del Perú, Pedro Castillo, pasó a encabezar el cerrado escrutinio aún en curso al lograr el 50,222 por ciento de los votos contra el 49,78 por ciento obtenido por la derechista Keiko Fujimori, escrutados el 95 por ciento de los votos.
Unas horas antes al conteo, un sondeo a boca de urna de la firma Ipsos había dado ventaja a Fujimori de 50,3% sobre el 49,7% de su rival, pero para agregar incertidumbre, después un conteo rápido de votos de la misma encuestadora arrojó un resultado inverso, con 50,2% para el maestro de escuela rural y 49,8% para la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori.
El conteo rápido, que tiene un margen de error de 1%, "nunca se ha equivocado" en las elecciones presidenciales peruanas, destacó Fernando Tuesta, exjefe de la ONPE.
"Lo más cercano al resultado final es el [conteo rápido] de Ipsos", remarcó Tuesta a través de Twitter.
De esta forma, los votos del campo, la selva y del exterior pueden definir el balotaje presidencial del domingo en Perú, que suma incertidumbre política a un país devastado por la pandemia y en recesión.
En las zonas rurales, las preferencias por el candidato Castillo eran consideradas clave en la definición final del escrutinio.
Horas antes, el primer escrutinio oficial del 42% de las mesas provocó estallidos de júbilo en distritos acomodados de Lima, como Miraflores, donde la gente salió a las ventanas de sus viviendas a celebrar la victoria parcial de Fujimori (en ese momento por casi seis puntos).
Gritos de "¡Viva el Perú!", "¡Ganó Keiko!", resonaron desde edificios en medio de calles desiertas por el toque de queda nocturno vigente por la pandemia, constató un periodista de la AFP.
“Estos resultados se han recibido con alegría pero, al ver que el margen es tan pequeño, es fundamental también mantener la prudencia, y eso lo digo para todos los peruanos”, dijo anoche Fujimori en una breve declaración en la sede de su comando de campaña, en Lima.
La hija del expresidente Alberto Fujimori sostuvo que “la campaña terminó y será fundamental tender los puentes y encontrar los espacios de diálogo entre todos los grupos políticos”.
“Al ver el mapa del boca de urna, lo que se muestra son dos grandes bloques, con ciudadanos que todos quieren un cambio, pero con una visión diferente de país” y “ese cambio lo tiene que buscar gane quien gane”, dijo, según se vio en la transmisión en vivo del canal peruano Panamericana TV.
Castillo, de 51 años, reaccionó con calma al escrutinio parcial y desde su natal Cajamarca (norte) advirtió: aún "falta que se cuenten nuestros votos, de la zona rural".
Hijo de campesinos, Pedro Castillo, de 51 años, profesor de una escuela primaria y sindicalista de izquierda, es la sorpresa en estas elecciones. Dos semanas antes de la primera vuelta no entraba en los cálculos de nadie. Repentinamente, en la última hora empezó a subir y ganó esa primera vuelta -aunque con la votación más baja con la que ha triunfado un candidato presidencial, 19 por ciento- y se metió al ballotage que lo ha puesto muy cerca de la presidencia.
De origen popular y andino, buena parte de la población se ha identificado con su figura y con su mensaje de cambio del modelo económico neoliberal. Ha ganado respaldo en el profundo descontento con las desigualdades y marginación agravadas por tres décadas de neoliberalismo y expuestas dramáticamente con la pandemia. Hay mucho de reivindicación social y de esperanza de cambio en el apoyo a su candidatura. También juega a su favor el antifujimorismo.
Castillo nació en la provincia de Chota, en la norteña región andina de Cajamarca, una zona con altos niveles de pobreza, entre los mayores del país. Ha formado parte de las rondas campesinas, creadas para combatir la delincuencia en el campo y que en los años 80 y 90 se enfrentaron al grupo armado maoísta Sendero Luminoso. Castillo recuerda esto cada vez que la campaña de la derecha lo vincula con los simpatizantes que todavía quedan del derrotado Sendero. Siempre ha vivido en Cajamarca, donde trabaja como profesor en una escuela rural y en su chacra. Durante toda la campaña no se ha separado de su sombrero de paja de ala ancha, típico de los hombres de campo de Cajamarca, y de un lápiz gigante, el símbolo de su partido.
Postula por el partido Perú Libre, una agrupación que se define como marxista-leninista y a la que Castillo, que no se dice marxista, se ha integrado recientemente para presentarse en estas elecciones. Es un partido nuevo, que desde el interior del país -se originó en una región andina- ha saltado rápidamente a la política nacional. Su fundador y secretario general, Vladimir Cerrón, exgobernador de la región Junín, cuna de Perú Libre, ha sido condenado a prisión suspendida por corrupción. Este hecho, y el discurso radical de Cerrón, han sido un flanco que los rivales de Castillo han utilizado para golpearlo.
Antes de integrarse a Perú Libre, Castillo fue, por más de una década, militante de Perú Posible, el partido del expresidente Alejandro Toledo, que encabezó un gobierno de continuidad neoliberal y ahora enfrenta un proceso judicial por recibir sobornos. Cuando Toledo era presidente, Castillo postuló por el entonces oficialista Perú Posible a una alcaldía en su región, pero perdió. Estuvo en el partido de Toledo hasta 2017. Ese año encabezó una huelga nacional del magisterio que se prolongó por más de dos meses. Se puso al frente de una facción disidente del sindicato de profesores, el más grande del país, que llamó a la huelga en contra de la opinión de la dirigencia oficial, exigiendo aumento de sueldos y la anulación de las evaluaciones a los maestros. Para desacreditar la huelga, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski acusó a la dirigencia sindical encabezada por Castillo de estar relacionada con el Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), heredero político de Sendero Luminoso. Esa huelga lo puso en el escenario político nacional.
“No más pobres en un país rico”, ha sido el lema de su campaña. Quienes lo conocen dicen que es un sindicalista pragmático.
Ya tenemos ahí, ahora en Perú, a todo el facherío diciendo que en las elecciones hubo fraude. ¿Y por qué no el fraude en sentido contrario, cuando antes gobernaba (hasta ahora) la derecha?
Además la cosa no es nada de particular, puesto que la izquierda que ahora puede gobernar es realmente una izquierda muy descafeinada, suponiendo que sea izquierda.
Resulta verdaderamente PATÉTICO que la hija de un impresentable siervo de la oligarquía, como es el delincuente y golpista Fujimori, teniendo las mismas ideas que este, tenga tantas posibilidades y tantos votos en Perú.
El partido de la hija de Fujimori debería ser un partido marginal, no una alternativa de gobierno.
Además la cosa no es nada de particular, puesto que la izquierda que ahora puede gobernar es realmente una izquierda muy descafeinada, suponiendo que sea izquierda. (Margarita)
Yo espero que sea un "café bien cargado". Jugo de paragüas NO. Petroleo puro. Bien amargo (para los oligarcas).
No te olvides que detrás de escena está Vladimir Cerrón para marcarle la cancha al maestro.
De todas maneras, convengamos que... por más buenas intenciones que tengan y más voluntad que pongan... no la van a tener fácil. De eso podemos estar bien seguros. Pues la Derecha en Perú pisa muy fuerte, y no se quedará de brazos cruzados cada vez que el nuevo Gobierno quiera repartir mejor la torta.
Pero ahora, lo importante, es ganar el Balotaje. ¡Y estamos cerca!
El candidato presidencial Pedro Castillo (Perú Libre), ganaría las elecciones por una diferencia de más de 40 mil votos respecto a la aspirante de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, según la proyección del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Unos 25 millones de peruanos y peruanas fueron convocados a las urnas el domingo pasado para definir el ballotage entre Castillo y Fujimori. Todavía bajo escrutinio, el conteo lo encabeza el candidato de Perú Libre, Pedro Castillo.
Desde el CELAG, una institucion dedicada al análisis de fenómenos políticos, económicos y sociales de América Latina, elaboraron una proyección en base al análisis de actas que aún falta procesar. “De todo lo que queda pendiente nuestra estimación final es que Castillo tendría una ventaja sobre Keiko de 40.500 votos", señala Alfredo Serrano Mancilla sobre la proyección en la que Castillo terminaría con 8.870.045 de los votos y Fujimori con 8.830.004, tomando en cuenta que todavía queda por procesar 700 mil votos válidos.
"Proyectamos el comportamiento que hasta ahora venian teniendo en cada lugar. Hemos ido asumiendo la hipótesis de los mismos niveles de participación, niveles de votos válidos, niveles de votos blancos, intención de voto de Castillo e intención de voto de Fujimori", explica Serrano Mancilla.
Keiko Fujimori, en su tercer intento consecutivo por lograr la presidencia, tiene sus esperanzas puestas en el voto del exterior donde la candidata de Fuerza Popular mantiene una ventaja, en Argentina, por ejemplo, la comunidad peruano eligió a Fujimori que se llevó el 57,3 por ciento de los votos contra el 42,7 por ciento de Castillo. Del total de votos del exterior, aún falta escrutar el 35,8 por ciento de las actas. Cerca de un millón de peruanos estaban habilitados para votar en el exterior, aunque con el avance del conteo fue registrado un ausentismo por encima del 60 por ciento.
“Todavía queda el procedente del exterior que es favorable a Keiko y de las actas impugnadas un porcentaje significativo está en Lima y eso favorece mayoritariamente a Keiko", afirma Serrano Mancilla, que a su vez remarca la importancia de los votos del interior y de las zonas rurales donde Castillo es favorito, superando en algunas regiones el 80 por ciento de los votos. "El comportamiento de voto en las zonas rurales es absolutamente favorable para Castillo, en todo el norte y sur del país", precisó.
"No obstante, del resto del país -más allá de Lima y del exterior- queda bastante por procesar y eso es favorable a Castillo", afirma el director del CELAG. El maestro de izquierda gana ampliamente en las zonas andinas y rurales. Castillo superó el 80 por ciento en Puno, Huancavelica, Cusco, Apurímac y Ayacucho, mientras que Fujimori aseguró su triunfo en Lima y en otras regiones de la costa peruana.
En el departamento de Ayacucho todavía falta procesar el 9,9 por ciento de las actas, en Huancavelica el 7,4 por ciento, en Cusco un 4,3 por ciento, en Junín un 1,6 por ciento en Amazonas un 0,8 por ciento. Es en esas regiones donde Castillo tiene una amplia mayoría respecto a Fujimori. Mientras que en los depertamentos de Madre de Dios falta procesar un 0,7 por ciento y Loreto un 8,7 por ciento, y en ambos departamentos la mayoría la tiene la candidata de Fuerza Popular.
“Es cierto que falta la parte de los votos del exterior y las partes impugnadas en Lima a favor de Keiko, pero también es cierto que falta procesar los votos en las zonas rurales”, precisó el director del CELAG.
Mientras la maldita Derecha se empecina en embarrar la cancha en vez de reconocer su derrota, el Presidente argentino muy atinadamente da por confirmada, ante los ojos del mundo, la victoria de Pedro Castillo.
Que a ningún miserable se le ocurra repetir lo que intentaron en Bolivia.
Al voto popular se lo respeta, manga de sabandijas ! ! ! ! !
Perú le envió una nota de protesta a la Argentina por la felicitación de Alberto Fernández a Pedro Castillo
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú señaló que "los resultados finales de las Elecciones Generales 2021 aún no han sido anunciados por las autoridades electorales".
¿Y qué cuernos esperan, si el pueblo ya se proclamó?
Dejen de dar vueltas.
Basta de payasadas.
Anuncien la victoria del Maestro, de una buena vez.
No podía faltar el sorete del Premio Nobel de Literatura, para arrimar más leña al fuego.
Azuzó el fantasma del fraude en la virtual derrota de Keiko Fujimori
Elecciones en Perú: Mario Vargas Llosa y su esfuerzo por demonizar a Pedro Castillo
En otro de sus intentos para sembrar dudas sobre la voluntad popular cuando le da la espalda a la derecha conservadora, el ex escritor Mario Vargas Llosa salió a azuzar el fantasma del “fraude”. Le dio entidad a las denuncias sobre supuestas irregularidades planteadas por Keiko Fujimori y pidió esperar a que la junta electoral las confirme o no para aceptar la derrota.
"Creo que (el Jurado Nacional de Elecciones) es la instancia que debe intervenir en este caso. Es la máxima autoridad para determinar si hubo fraude o no hubo fraude", remarcó el referente neoliberal devenido en férreo defensor del fujimorismo, un régimen al que combatió durante su corta pero inolvidable carrera política en su país.
Durante una entrevista a un medio español, Vargas Llosa reconoció que "la palabra fraude es muy peligrosa" y se negó a admitir el triunfo de Pedro Castillo por casi 50 mil votos de diferencia.
Por el contrario, contó que Keiko Fujimori le aseguró que existen "muchísimos indicios de que las actas (de votación) han sido alteradas y ha sido víctima de estas alteraciones y por eso pide el Jurado Nacional de Elecciones que se pronuncie".
El escritor ratificó su apoyo a la candidata de la derecha peruana e hija de Alberto Fujimori, el ex presidente al que él mismo enfrentó como candidato en 1990.
"Si este candidato (por Castillo) sube a la presidencia, la catástrofe que van a soportar todos los peruanos será inconmensurable y tendrá mucho que ver con la que vive Venezuela", vaticinó en modo militante.
Luego enfatizó que en Perú "muchas personas" que son fujimoristas e incluso antifujimoristas de "siempre", como en su caso, apoyan a Fujimori porque no quieren "que ocurra la catástrofe que sería un gobierno del señor Castillo".
Consideró que el candidato de izquierda y el fundador del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, "proponen cosas disparatadas y absurdas".
De paso, trató de echar sospechas también sobre la junta electoral, que le puso un límite al tiempo para presentar pruebas de las presuntas irregularidades. "No acabo de entender con qué criterio a las pocas horas anula lo que había determinado por la mañana y luego no da una explicación al respecto", señaló.
Por su parte, la candidata virtualmente derrotada y sobre la que pesa un pedido de prisión por corrupción, sigue apostando al clima de confrontación y grieta. Anunció que el sábado acudirá a una marcha convocada por sus partidarios para protestar contra el intento de "fraude en mesa" cometido, supuestamente, por Castillo.
Fujimori confirmó su participación en la manifestación, convocada para celebrarse en el Campo de Marte, en Lima, a pesar de que el Gobierno anunció que no la autorizará. "Hay muchos colectivos que el día de hoy están haciendo una marcha y se están reuniendo en el Campo de Marte, entiendo que la convocatoria empieza a las tres de la tarde, yo voy a participar y estaré ahí a partir de las cuatro", declaró.
Hay Peruanos no imaginan donde se estan metiendo,no tienen idea lo que les espera ,,,,los Rosca Izquierda para lo unico que sirven es para destruir los Paises por donde pasan,,,,mi mas sentido Pesame,,,,Amen
Pedro Castillo hacia laa Victoriay el Pueblo Peruano hacia el Avismo,hacia la miseria,la represion izquierdesta,,hacia el Socialismo que lo acaba todo y no resuelve nada,,,,,mi mas Sentido Pesame a los Peruanos,,,,han caido en manos de Ladrones Meserables,,,,,