Perón también fue fascista y las fuerzas armadas tuvieron durante centurias un inmenso poder en este país al servicio de los grupos económicos de poder. De todos modos te remito al esclarecimiento de la diferencia existente entre partido y movimiento para que entiendas mejor que el movimiento justiciaalista también parió la jp, la jup y un sinfín de ramas que nutrieron el campo popular y también pusieron sus muertos.

Montoneros fue una organización que retomó las tres banderas del justicialismo con la doctrina marxista leninista por un lado y por el otro con la teología de la liberación, por eso algunos que no sabían que eras dos posiciones diferentes los llamaron burlonamente "marxistas, leninistas, Cristianos" y en realidad quizá lo fueron,

La creatividad es una virtud!!! ...en este mundo de pensamientos únicos y que se puede...se puede, de hecho se pudo...

La falsa izquierda.....qué maravilla! que perlita! y entonces cuál es la verdadera izquierda? la que piensa igual que margarita?

Para mi gusto aún conservás algunas actitudes fascistas e imperiales europeizantes margarita que no se corresponden con el socialismo. De onda te lo digo!

Hey Albi, qué es eso de que los montoneros retomaron las banderas de la teología de la liberación? creo que estás en un error, el movimiento de sacerdotes tercermundistas no es lo mismo que Teología de la Liberación, en cuanto a los elementos del marxismo con una interpretación muy sui generis, ya que eran nacionalistas, que proponía que el peronismo devendría en socialismo, cuando qué? Es una incógnita.

Perón también fue fascista y las fuerzas armadas tuvieron durante centurias un inmenso poder en este país al servicio de los grupos económicos de poder

Claro, a confesión de parte poco hay que añadir.

Varias tendencias surgieron a partir de un solo hombre: Perón, pero Perón no era esas varias tendencias contradictorias entre sí, Perón era uno solo y desde luego NADA DE SOCIALISTA.

Lo que pasa es que muchos argentinos no pueden deshacerse del mito de Perón y buscan hallar la cuadratura del círculo.

El Justicialismo hoy ,no es perón, te recuerdo....

...es una incógnita...

También te recuerdo margarita que en los 60 y 70, el justicialismo o una buena parte de él.....tampoco era perón ya...así como el trotskismo de hoy , que aspira a tener sus representantes en un parlamento , tampoco es trotsky.

El General y su herencia

Por Felipe Pigna para "Caras y Caretas"

El 12 de junio de 1974, desde el balcón de la Casa Rosada, Perón se dirigió por última vez a la militancia peronista que, una vez más, había respondido a su convocatoria. Con la salud quebrantada, se despidió de sus seguidores con palabras emotivas. Dijo entonces: “Mi único heredero es el pueblo” y finalmente, a modo de despedida definitiva: “Llevo en mis oídos la más maravillosa música que para mí es la palabra del pueblo argentino”. El 18 de junio su salud recayó gravemente y ya no volvió a levantarse.

El 1 de julio de 1974 amaneció nublado y frío, destemplado. No era en absoluto un día peronista. Los partes médicos alertaban sobre el inminente final para la vida del hombre que había manejado la política argentina a su antojo desde 1945. Para mucha gente era el hombre que había transformado la Argentina de país agrario en industrial, de sociedad injusta en paraíso de la justicia social. Para otros, muchos menos pero no pocos, era un dictador autoritario y demagogo que terminó con la disciplina social y les dio poder a los “cabecitas negras” impulsado por el “resentimiento” de “esa mujer”, “la Eva”. Lo cierto era que la política nacional llevaba su sello y, como bien decía él mismo, en la Argentina todos eran peronistas, los había peronistas y antiperonistas, pero todos tenían ese componente gramatical e identitario.

A las 13.15 de ese primer día de julio, Isabel, custodiada por el siniestro superministro López Rega, dio la infausta noticia: “Con gran dolor debo transmitir al pueblo de la Nación Argentina el fallecimiento de este verdadero apóstol de la paz y la no violencia”.

La palabra del pueblo argentino, la maravillosa música, enmudeció aquel 1 de julio. La Argentina fue un país de colas. Los ricos las hacían para comprar dólares, los pobres para comprar fideos y para darle el último saludo a su líder. Había algo distinto al entierro de Evita. No era tan evidente la división entre las dos Argentinas, la que brindaba con champagne porque se había muerto la “yegua” y la que lloraba a su abanderada. La sensación era distinta porque el peronismo había ampliado su base electoral por izquierda, pero también por derecha. No eran pocos los conservadores que habían confiado a Perón la misión de pacificador de la Argentina, de última carta para frenar al “comunismo”. Así que no tenían mucho para festejar y, sin sumarse al dolor popular, no exhibían ni pública ni privadamente, de manera tan evidente, su satisfacción reparadora de viejos rencores.

Las calles se llenaron de lágrimas, flores y caras preocupadas. La frase más escuchada era “qué va a ser de nosotros”. Nadie se engañaba sobre los días que vendrían. La sensación de vacío político era proporcional al tamaño de la figura desaparecida. Isabel, la heredera efectiva del legado dejado simbólicamente al pueblo, no estaba a la altura de las circunstancias y solo tenía de Perón su apellido. Nadie ignoraba que el brujo López Rega ocuparía el lugar central en la política por el que había venido luchando desde su puesto de mucamo de Puerta de Hierro, que ofrendaría a lo peor del poder político militar de la Argentina. Quedaba flotando una pregunta: por qué el último Perón nos dejó aquella terrible herencia, antesala del infierno tan temido.

SALUDOS REVOLUCIONARIOS

(Gran Papiyo)

http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Domingo_Per%C3%B3n

Actos de violencia

El General y su herencia