Federico García, uno de los militantes que atraparon a Fernando Sabag Montiel apenas trató de matar a Cristina Fernández de Kirchner, reveló en el juicio oral por el atentado que recibió una amenaza en mayo último después de declarar en otra causa en la que se investiga cómo se dañó el celular del principal acusado. Es porque la madrugada después del intento de magnicidio le había tocado ser testigo de la primera extracción (fallida) de información del aparato que se hizo dentro del juzgado de María Eugenia Capuchetti. No fue la única situación alarmante que relató: contó que mientras esperaba en Comodoro Py para dar testimonio por el intento de magnicidio se le acercó un hombre y comenzó a filmarlo.

La de este miércoles fue una audiencia con sorpresas. Primero, la declaración de García y el anuncio de que todo el debate será transmitido por Youtube por pedido de la querella de la expresidenta, representada por Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira. Luego, otro de los testigos, Cristóbal José Elgueta Collado, el joven que registró el video que recorrió el mundo donde se ve la mano de Sabag Montiel con el arma apuntándole en la cara a CFK, dijo que después del hecho se acercó con un grupo de amigos a la custodia para mostrar y entregar las imágenes. Uno de los policías le pidió que le exhibiera el celular, para ver si ya lo había enviado a otras personas y le indicó que borrara el video. Una de sus amigas, Sofía Manusovich, ya se lo había enviado al agente, que luego lo devolvió al ver que se había difundido. Este relato ya existía en el expediente: fue Sofía quien narró lo sucedido en el juzgado en las primeras horas después del ataque. Cristóbal no había declarado, lo hizo por primera vez ahora.

 
 

El celular y la amenaza

El teléfono de Sabag Montiel será finalmente peritado otra vez el 13 de agosto a las 10 según dispuso el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) a pedido de la fiscala Gabriela Baigún como medida de "instrucción suplementaria". Un informe de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) había establecido que aún existe alguna posibilidad de recuperar la información del dispositivo. Lo que se hará, dice la resolución a la que accedió Página/12, consiste en "una operatoria de rooteo y posterior extracción física del contenido" del celular. Lo harán los técnicos de esa dependencia y la Gendarmería. Por lo pronto habrá peritos de la fiscalía y de la querella de la dos veces presidenta. Todo indica que será un último intento que se podrá realizar y hay algún riesgo de que se pierdan los datos.

 

El aparato había llegado en manos de la Policía Federal (PFA) al despacho de Capuchetti ya pasada la medianoche tras el atentado, a las 2.49 de la madrugada del 2 de septiembre de 2022. Dos agentes policiales fueron los encargados de extraer el contenido del aparato que, al parecer, estaba apagado. Lo enchufaron y conectaron al sistema UFED (Universal Forensic Device) pero no lograron bajar nada. No tenían el "patrón" para acceder. El celular se apagaba. García fue testigo de este procedimiento. Lo convocaron porque ya estaba ahí en Comodoro Py. Ante el TOF 6 dijo este miércoles que había visto exactamente eso. El teléfono, dijo, tenía pegado el chip y la tarjeta de memoria. Según García, lo dejaron cargando.

Frente al fracaso de los agentes con el celular, la jueza Capuchetti decidió mandarlo la noche siguiente al laboratorio de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Durante el día lo había tenido en su oficina, se supone que en la caja de seguridad. Lo mandó a Ezeiza con la agente que custodia su juzgado, Priscilla Santillán. El secretario se bajó del camino. La mujer manejó sola cerca de las once de la noche. Al llegar a la sede de la PSA, la mujer entregó el sobre abierto (se había roto la cadena de custodia), estaba encendido y tenía un cartel rojo de alerta. Intentaron conectarlo para un nuevo intento de extracción. El teléfono estaba reseteado de fábrica y no se podía rescatar nada. Solo fotos de la tarjeta de memoria y SIM, algunos pocos chats de Telegram.

 

Para determinar quién fue responsable de lo ocurrido con el aparato se abrió una causa judicial que está a cargo de María Servini. García declaró dos veces como testigo en esa pesquisa, donde hasta ahora están imputados un agente de la Federal y dos de la PSA. Uno de sus testimonios fue por Zoom y el otro fue presencial.

Después de aquella segunda vez fue amenazado el 12 de mayo por un mensaje de Facebook de un remitente desconocido. La presidenta del tribunal, Sabrina Namer, pidió exhibir en texto que estaba todo escrito en mayúscuas que fue leído por un secretario: "Gordo buchón fijate lo que hablás cuando vas al juzgado de la vieja a hacerte el super testigo Kircho puto mirá que con nosotros no se jode pedazo de ortiva después vas a tener que andar mirando para atrás hasta cuando vayas a comprar al kiosco estás avisado dejá de hablar que sabemos todos los lugares por donde andas y no te vamos a avisar más cerrá el orto, si Ale tiene qilombo vos vas a cagar fuego (sic)".

 

García, que es concejal de Presidente Perón, hizo una denuncia penal. La causa la tiene el juez Ariel Lijo, quien preguntó a la fiscalía de Carlos Rívolo --a cargo de la instrucción de la investigación del atentado-- qué personas llamadas "Alejandro o Alejandra" había en el expediente. La respuesta fue que en el legajo que le queda en instrucción sobre la llamada "pista Milman" (por el diputado del PRO Gerardo Milman) no hay ninguno. En la causa de Servini hay un "Alejandro" imputado, que es el cabo de la PFA Alejandro Heredia, del departamento Técnico de Cibercrimen de la Policía Federal, a quien se le había encomendado precisamente obtener la información del celular de Sabag Montiel, un Samsung modelo SM A50 5G con 64 GB (gigabytes). Esto es un dato del expediente, pero no está para nada claro quién es el "Ale" mencionado en la amenaza.

 

El día del intento de asesinato de la dos veces presidenta, García estaba en medio de la movilización que iba a respaldarla desde hacía once días (cuando el fiscal Diego Luciani pidió su condena en el caso Vialidad) y colaboraba con un cordón humano que le abría paso cuando llegaba a su casa. Contó que el 1 de septiembre a la noche, empezó a escuchar gritos desde el otro lado del auto que la había traído. "Tiene un fierro", contó que oyó. Decidió meterse en el tumulto y se vio frente a frente con Sabag Montiel, a quien ya otros señalaban. Entre él y otro compañero terminaron agarrándolo. "Me dijo, no le peguen, sacalo. Me lo llevo a la vuelta a unos 10 metros. No iba solo, había otras personas alrededor. Lo pongo contra una pared. Lo sostenía. Él decía 'no hice nada', 'soy compañero'", recordó. Ahí le pidió a Matías Larroca, otro militante, que llamara a la policía. Se fue hacia la esquina. Una persona le señaló el piso, dijo, porque estaba el arma. Él la retuvo con el pie. Después la custodia de CFK, dijo, se ocupó de eso.

 

García, moreno y robusto, estaba citado a declarar en el juicio la semana pasada pero la audiencia se prolongó y tuvo que volver este miércoles. Aquel día, mientras esperaba en el sexto piso de Comodoro Py, donde están los despachos del TOF6, vivió una situación extraña que contó ante los jueces. Estaba Larroca también. "Una persona con un teléfono vino a preguntar algo y nos dimos cuenta que nos estaba filmando. Era pelado, de unos 50 años, medía aproximadamente 1,70 metros. Estábamos en unos sillones negros", describió. Por la tarde, el tribunal notificó este relato al juzgado de Lijo.

El video histórico

 

Elgueta Collado, de 28 años, había ido con un grupo de amigos de la facultad de Medicina, militantes, a las inmediaciones de la casa de CFK "a darle apoyo". Se ubicaron cerca de la puerta por donde entraba ella a su casa. Desde ahí comentó que filmó, con el celular en alto ya que notó que no iba a poder acercarse más. "Hacia mi derecha veo que sale y entra un brazo, lo veo en mi celular", declaró. En el momento no entendió lo que pasaba, pensó que era un libro ya que los simpatizantes llevaban ejemplares de "Sinceramente" para que la entonces vicepresidenta se los firmara. "Cristina se agachó", precisó. Lo tenía a Sabag Montiel al lado y en medio del revuelvo notó que otros lo agarraron y lo trataban de cachear. Vio caer algo "que brilla", luego entendió que era el arma, y advirtió que "otra persona lo afirma con el pie". Escuchó al asesino fallido decir "soy compañero" para que lo dejaran ir pero vio que otros lo llevaron sobre la calle Uruguay mientras la entonces vicepresidenta seguía ahí.

 

Explicó ante el tribunal que había una situación de "confusión" y que cuando se volvió a juntar con sus amigos (Iván, Martina y Sofía) miraron los videos que habían registrado. El de Iván no se veía bien. Cuando vieron el de su propio celular era nítida la imagen del arma, que hasta ese momento no habían advertido. Se acercaron a quienes creían que era la custodia y pidieron entregarles lo que tenían. Intentaron sacárselos de encima hasta que les mostraron el registro. Uno de los policías llevó a Sofía, que tenía una copia que le había enviado Cristóbal. La hicieron ingresar al edificio y después lo fueron a buscar a él también. "Entiendo que estaba el que era el jefe del operativo. Me dijo que le mostrara mis últimos chats, supongo que para ver si se lo había mandado a alguien. Le muestro, no lo había mandado, me pide que le muestre el video, lo veo y me dice 'borralo'. Yo lo borré sabiendo que quedaba en 'eliminados'. Nos hacen entrar al palier", recordó con claridad. Sofía ya se lo había enviado al hombre, pero también a ella le pidió que lo borre. Después contó que el custodio volvió y les dijo que les había devuelto el video porque estaba circulando por todos lados.

 

--¿Sabe por qué le pidió que borre el video?-- preguntó Namer al testigo.

--No sé, tengo dos teorías. Una, que es que al ser un hecho complejo que ocurrió bajo la responsabilidad de la custodia de Cristina, es decir una brecha en la seguridad, siendo los responsables de eso, querían tratar de ocultar información. Después pensé hablando con compañeros que quizá el policía pensó que era mejor que ellos tuvieran el manejo de la información y cuándo liberar el video.

Todo esto estaba en la causa desde el 2 de septiembre de 2022 con la declaración de Sofía, quien contó lo mismo que su amigo. También hay un legajo que investiga a la custodia de la PFA con numerosos testimonios pero sin conclusiones. También hay un sumario en la fuerza. La filmación siempre estuvo en el expediente y fue exhibida este miércoles en la sala. En la secuencia se escuchan los cantitos de fondo ("Si la tocan a Crsitian que quilombo se va a armar") y aparece el arma en primer plano. Otro de los testigos de esta audiencia, Javier Alberto Chañis, estaba casi pegado a Sabag Montiel. Cree haber escuchado "como que gatillan dos veces". "Justo Cristina me acaricia --recordó--. Se cae un libro. Fue todo confuso. Me di vuelta y lo agarré de la campera".

SALUDOS REVOLUCIONARIOS 

(Gran Papiyo)