Con tantos palos que te dio la vida
y
aún sigues dándole a la vida sueños.
Eres
un loco que jamás se cansa
de
abrir ventanas y sembrar luceros.
Con
tantos palos que te dio la noche,
tanta
crueldad, frío y tanto miedo.
Eres
un loco de mirada triste
que
sólo sabe amar con todo el pecho,
fabricar
papalotes y poemas y otras patrañas
que
se lleva el viento.
Eres
un simple hombre alucinado,
entre
calles, talleres y recuerdos.
Eres
un pobre loco de esperanzas
que
siente como nace un mundo nuevo.
Con
tantos palos que te dio la vida
y
no te cansas de decir ”te quiero”.
(Fayad
Jamis)