Su primera calle ya la bautizaron, porque en Ayamonte de ese viejo hombre nunca se olvidaron.
Su primera calle, la de sus paisanos, y que representa la poca vergüenza de los gaditanos.
Unos gaditanos que no se merecen que un hombre elegante, se siga entregando con ochenta años por esta ciudad.
Unos gaditanos que van a remolque porque da coraje, que alguien pueda hacerse grande escribiendo carnaval.
Y ahora quieren darse prisa, porque hay que compensarlo, aunque habrá que esperar si queda alguna calle del Bicentenario.
Calle de Enrique Villegas, poeta y caballero, la pueden poner donde quiera, pero mientras que nos llega no te preocupes coplero.
Que tu nombre de Puertas de Tierra a Puntales y Loreto, de la playa La Caleta, de nuestra Alameda y del Mentidero, que no es de una calle na más, que es de Cádiz, de Cádiz entero