Detente, pequeña, no te tortures más esa imagen del espejo no es real. Tú, te crees obesa, pero no lo estás te suplico dejes de hacerte tanto mal.
Por tu bien, rompe ese espejo mentiroso, te confunde, no te permite ver la realidad. Aléjate de ese objeto engañoso que está lastimando tu vida sin piedad.
Destrúyelo! Vuelve a ser lo que eras antes: esa niña sonriente, feliz, llena de vida; de ilusiones y esperanzas rebosante, consciente de ser amada y protegida.
Tú no eres esa falsa imagen que refleja rómpelo ahora mismo! No te dejes engañar! Y el dolor que al verlo en ti ahora deja al hacerse añicos, también va a terminar.
Romie
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