

SE MIRÓ EN SUS OJOS
Hablaban animadamente,
reían, compartían.
El ambiente era idóneo,
la luz de las velas
en las mesas lo hacía aún más romántico.
Lo miro a sus ojos y vio en ellos
su semblante,
su sonrisa franca y sincera,
estaba rebosante de felicidad.
Aquella mirada, la que guarda.
Lo veía mirar sus labios al hablar,
así la acercaba y le daba
un tierno beso.
Sostenía sus manos,
con esa cálida sensación
de protección, de saber que esta
junto a ella,
que todo a su alrededor a desaparecido.
Cuando sus miradas se juntan,
saben leerse,
se hablan tan sólo con esa intensidad que da el amor.
Conchita
Osuna


|