Se durmió esperando oir sus pasos,
la llave girando en la cerradura
En el fondo de su alma
sabia que no vendría.
Tantas conversaciones sin terminar,
demasiadas palabras frías.
Palabras que sentía
no eran para ella.
También que él jamás
daría una explicación.
Así que casi fue un alivio
dejar de demostrar su amor.
La sinceridad, la demostración,
el hacer todo por su felicidad,
ya terminó.
Su sueño fue tranquilo,
cuando despertó todo
estaba como debía ser.
Un nuevo día, con los rayos de sol
dando esa cálida sensación de felicidad.