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Cómo extraño hoy tu aroma, rozándome los labios.
Verte cada tarde, aferrándote a mis brazos,
buscándole susurros al compás de mis latidos...
Cómo extraño los instantes
cuando querías irte y te seguías quedando.
Extraño verte cerca. Extraño tu mirada,
esos tus ojos carceleros mirándome de frente,
tan dulces y aprehensivos, ay, paloma mía,
paloma de mi alma y de mi voz adolescente.
Vuelve... Vuelve que te extraño y mucho más, mucho más si llueve,
vuelve que este invierno humedece triste mi silencio.
Devuélveme tu risa con alma de noviembre
y quédate conmigo, enredada entre mis brazos este invierno.
Tal vez volviera pronto tu vino dulce hacia mi boca
y esa seda tuya que añoro entre mis dedos.
Vuelve... Vuelve con la calma que se escapa de mi historia,
vuelve que quiero verte, otra vez en el espejo.
Vuelve con el mar, con la brisa en tus cabellos,
con el canto de la lluvia, con el sol del mediodía.
Vuelve prisionera y dueña de mis versos,
vuelve con las ganas, vuelve con mi vida.
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Desconozco autor
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