A medida que transcurras por este día, toma todas las decisiones que quieras. Y recuerda, con cada una de ellas, que se trata de tus propias decisiones.
Se un testigo conciente y observador de todas las decisiones que tomes. Descubrirás que ello aporta fuerza y perspectiva a todo lo que hagas.
Muchas veces, teniendo la oportunidad de tomar una decisión, en realidad dejas de lado esa posibilidad. Eso ocurre cada vez que te permites reaccionar de una manera condicionada y predecible sólo por costumbre.
Pero no tienes por qué hacer algo así. Cada decisión puede ser, realmente, tu propia decisión.
Cuando alguien intenta ofenderte, no tienes por qué ofenderte. Si alguien intenta enojarte en pos de su propia conveniencia, tú no tienes por qué enojarte.
Puedes tomar cualquier decisión que desees. Presta mucha atención a esas decisiones, y pronto aprenderás a aprovechar su impresionante poder.
Gabriel Sandler