Albóndigas de cordero
y berenjena
Ingredientes
400 gr. de carne de cordero picada
400 gr. de magro de cerdo picado
2 berenjenas
200 gr. de miga de pan de cereales
2 huevos
2 cebollas
2 dientes de ajo
5 cucharadas de perejil picado
Leche entera
Pan rallado
Harina
Aceite de oliva
Sal y pimienta negra
Hojas de menta para decorar (opcional)
Preparación
Precalentar el horno a 200 grados. Asar
las berenjenas enteras sin quitarles el
tallo, untadas con un poco de aceite en
una bandeja o fuente, unos 45 minutos.
Sacar y dejar que se templen. Pelar,
escurrir bien la carne aplastándola en
con un colador y salar ligeramente.
Picar la cebolla y rehogarla en aceite
de oliva a fuego medio-suave durante 15
minutos. Añadir el ajo y dejar que se
dore levemente.
Poner a remojo el pan con leche hasta
que se empape bien.
Poner en un bol las dos carnes, añadir
la carne de la berenjena, el pan
escurrido, la cebolla y el ajo con el
aceite, el huevo, el perejil picado y
salpimentar. Mezclar bien todo, cubrir
con film y dejar madurando en la nevera
mínimo un par de horas (cuanto más
tiempo, más sabor cogerá la carne).
Preparar un plato o fuente cubierta con
papel de cocina y otro hondo con harina.
Calentar aceite abundante en una cazuela
(si tienes una freídora o una rejilla
para freír, mejor). Sacar la carne y
retirar los trozos de ajo (también se
pueden aplastar y mezclar con la carne).
Comenzar a hacer las bolitas con las
manos: una cantidad buena de carne es
el de una cucharada, pero se pueden
hacer más pequeñas si se prefiere. Si
la masa está demasiado húmeda, ponerle
un poco de pan rallado y mezclar.
Enharinarlas e ir friéndolas en el
aceite caliente, pero que no humee (una
temperatura 7 de 10 es la correcta; si
está demasiado caliente se quemarán por
fuera y quedarán crudas por dentro).
Cuando estén ligeramente doradas, dejar
sobre el plato con papel absorbente
para que pierdan el exceso de grasa.
Servir calientes y con menta picada en
grueso por encima. Lo mejor es tomar
las albóndigas recién fritas, pero si
las quieres tener hechas de antes, se
pueden recalentar en el horno. El truco
entonces es freírlas poco, para que se
acaben de hacer allí.
Están buenísimas con yogur griego
aliñado con limón, ajo, sal, pimienta
y aceite de oliva. O con salsa de
tomate.