¿Qué es mejor: amar o ser amado? El amor espiritual es necesariamente recíproco. Es decir, si realmente amas a alguien, no por su cuerpo, sino por el alma que es, entonces la otra persona también te amará de la misma manera. Esto exige una gran dosis de concentración y altruismo. La concentración es necesaria porque vivimos en un mundo donde el cuerpo y la materia en general son más valorados que el alma; el altruismo, porque la otra persona no obligatoriamente estará con el individuo que la ama. Sin embargo, el resultado es una suave sensación de plenitud, sin esclavitudes y sin el sentimiento de soledad, que tanto acompaña las parejas enamoradas en ciertos momentos de su relación. E indica un alto grado de espiritualidad. En fin, lo mejor es amar, siendo amado.
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