Esas sonrisas amor, aquellas sonrisas
Esas miradas, esas palabras, esas caricias
Están presentes hoy pero como recuerdos
Pero los recuerdos hoy el alma me calcina
Esos besos amor, besos de fuego
Aquellos besos, aquellos labios, aquellas vidas
Me matan lentamente al estar perdidas
En el inmenso y triste mar de los anhelos
Aquellos tiempo, tú y yo juntos aquellos días
Aquellas tristezas y aquellas alegrías
Nuestro amor intenso, encendido como elegía
Bordado hoy de una absurda melancolía
Aquella tarde amor, aquella triste tarde
Que te marchaste sin siquiera una despedida
En el ángel de mi vida hoy estás convertido
Verte inalcanzable no sabes como duele alma mía
Hoy te has marchado y te has consagrado
Con tu muerte te han arrancado de mi vida
Solo tú, por qué no yo! No lo sabía
Pero al llevarte a ti a mi me han matado
Hoy frente a tu tumba veo mi vida vacía
Llegan sombras que traspasan mi soledad
Tengo miedo que el tiempo borre tu rostro, aunque no lo hará
Te has difundido en mi alma y en mi ser vida mía
Esas canciones, esos versos y la poesía
Me han enseñado amarte eternamente
Y he aprendido que la muerte no es la muerte
¡Nadie muere del todo hasta que se lo olvida!