Aquella Tarde
Habían pasado ya muchos años desde aquella tarde, pero el encontrar una foto le hizo revivir todo lo que habían sentido aquella tarde, una tarde en la que dos amigos sentados frente a un ordenador habían descubierto todo lo que sentían, unos sentimientos que habían estado en el fondo de su corazón y que llegaron al otro a través de una mirada y un roce de sus manos, se conocían de toda la vida pero esos sentimientos habían permanecido escondidos por miedo a no ser correspondidos y a perder la amistad del otro, pero esa tarde todo cambió, y sin mediar palabra se unieron en un manantial de pasión, mientras ella se perdía por su torso desnudo, el navegaba con sus manos por su busto hasta llegar a sus senos en los que descansaban como náufragos en isla perdidos en un inmenso pero bello océano, para luego lamiendo sus pezones erectos penetrarla suavemente hasta hacerla enloquecer de placer, y dieron rienda suelta a su pasión entrando en una desenfreno del que nunca darían noticia a sus amigos pues todo quedaría ahí dado que decidieron no seguir para no romper su amistad. Ahora ella estaba casada y aunque sabia que no lo volvería a ver se estremeció al pensar que todo aquello que hizo con su mejor amigo fue fruto de su imaginación, lo que ella no sabia es que él le profesaba el mismo amor y que por miedo lo que podía haber sido la más bella historia de amor se quedó en una amistad que se deterioró hasta desaparecer por culpa de esos sentimientos ocultos.