Meditación del papa Francisco
Cuando Jesús pronunció las palabras que recoge el Evangelio del día: la justicia de ustedes tiene que ser superior a la justicia que están viendo ahora, la de los escribas y fariseos. Por ello quien entra en la vida cristiana, el que acepta seguir este camino, tiene exigencias superiores a las de los demás. No tiene ventajas superiores. ¡No! Exigencias superiores. Jesús menciona algunas de ellas, como las exigencias de la convivencia, pero luego indica también el tema de la relación negativa hacia los hermanos. Las palabras de Jesús no dejan vía de escape. "Ustedes han oído que se dijo en el pasado: no matarás. Y el que mata debe ser llevado al tribunal. Pero yo les digo que todo aquél que se enoja contra su hermano merece ser condenado, y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el tribunal". Respecto al insulto, Jesús es aún más radical y va mucho más allá. Porque dice que cuando ya "en tu corazón hay algo negativo" contra el hermano y se expresa con un insulto, con una maldición o con enojo, hay algo que no funciona. (S.S. Francisco, 13 de junio de 2013, homilía en misa matutina en capilla de Santa Marta).
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