Mientras trabajamos la edificación de nuestra fe y nuestra conexión personal con la Navidad, necesitamos una mejor comprensión de nuestro llamado a dar a luz a Cristo en asociación con María y el Espíritu Santo.   Necesitamos estar más en contacto en cómo podemos tener éxito para difundir, en plenitud, la Buena Nueva al mundo, que lo necesita con desesperación. Para este fin, podemos utilizar la primera lectura de hoy, para descubrir lo que aún nos está reteniendo:

1. ¿De qué manera tu vida es seca y sin vida como un desierto, excepto por unos cuantos cactus espinosos?
2. ¿Estás sediento de más cosas de Dios? ¿En qué área de tu vida te sientes más reseco?
3. ¿Eres débil en tus intentos por convertirte en un mejor evangelizador?
4. ¿Tus piernas se debilitan mientras transitas el difícil camino de la vida santa?
5. ¿Estás controlado y paralizado por el miedo? Cualquier miedo- aún el más pequeño- nos paraliza y nos impide ir hacia el éxito que nos espera.
6. ¿De qué manera estás ciego? Eres incapaz para reconocer los talentos, conocimiento y sabiduría que tienes y que Dios quiere que uses para llevar a Cristo a los demás? 
7. ¿Qué te ha estado diciendo Dios y que no puedes escuchar? ¿Tal vez sea su orientación? ¿O la canción de amor que te canta? ¿O sus sueños para ti?
8. ¿Qué aspecto del dar a Cristo a los demás es mas difícil para ti? ¿Qué pobresexcusas estás empleando para quedarte sentado y no hacer nada?
9. ¿De qué manera el temor ha mantenido tu boca callada, cuando podrías compartir una historia sobre tu vida de fe? ¿O qué has estado diciendo que es tan opuesto a Jesús, que has dado una mala impresión acerca de quién es Jesús en realidad?
10. ¿En qué áreas de tu vida se encuentran al acecho los chacales que te tientan,impidiéndote ser un buen testigo de cómo es Jesús en realidad?
11. ¿De qué forma actúas tontamente? Lo que el mundo considera sabio, el Señor sabe que es tonto. ¿Qué sabiduría mundana te está frenando para imitar a Jesús? 
12. ¿Eres como un león? ¿Hay alguien que tú has estado devorando con palabraspoco amables, o con impaciencia, o con desprecio, o con acoso en lugar de darle el amor incondicional de Jesús?

Bueno, la Buena Nueva es, como lo señala Isaías: ¡El Señor nos ha rescatado!La lectura del Evangelio de hoy nos revela que Jesús estaba desbordante del poder de Dios, lo cual lo impulsaba a asistir a la gente. Él también te quiere ayudar a ti. Todos necesitamos esta ayuda para cumplir con nuestro llamado como evangelizadores. Es Jesús quién fortalece las manos que son débiles y las rodillas sin fuerza. 

Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católico Reflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.               © 2015 por Terry A. Modica