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¿Por qué los Israelitas fueron derrotados en la primera lectura de hoy? ¿Y por qué Dios permitió que el Arca de la Alianza fuera capturada?
Los Israelitas habían fracasado en discernir y seguir la voluntad de Dios. Ellos pensaban que si poseían el Arca, estaba garantizada la victoria. Nosotros cometemos el mismo error cuando usamos la Biblia o los documentos de la Iglesia (el Arca de los Convenios actual) para probar nuestro punto en las discusiones o cuando los utilizamos como armas para juzgar y condenar moralmente a las personas descarriadas.
¿Alguna vez has querido emplear las leyes de la Iglesia para obligar a los demás a que asistan a Misa, advirtiéndoles del pecado mortal y la condenación eterna? Sólo es nuestra buena intención, ¿no es cierto? Pero esto no es mejor que las tácticas que usan los Protestantes para "salvar" a los Católicos cuando citan -- fuera de contexto -- nuestras enseñanzas de la Iglesia, para afirmar que nos vamos a ir al infierno.
Para ganar una batalla, no podemos utilizar la apologética; esta es una herramienta para explicar las enseñanzas de la Iglesia a alguien que ya está interesado en escuchar la explicación. El testimonio y una fe bien vivida es la primera explicación de nuestra fe. Estos muestran la verdad y preparan a los demás para escuchar la verdad.
Antes de defender cualquier verdad, tenemos que orar primero y discernir si es el tiempo correcto para hablar. A menos que el Espíritu Santo haya preparado primero al oyente para reconocer la verdad de la que hablamos, solo estaríamos desperdiciando nuestro aliento. Podemos hacer más daño que bien. Estamos llevando el Arca a la batalla, sin la protección del Señor.
Si quieres promover el cambio en los demás, primero ora para comprender sus motivaciones internas; ¿Qué les hace hacer lo que hacen? ¿Cómo el pecado los está empujando a seguir pecando? ¿Y por qué? Escucha la inspiración del Señor para reconocer algunas de sus necesidades, de este modo les damos el regalo de Cristo, antes de mencionar el nombre de Cristo. Espera a que el Señor siente las bases -- su tierra debe ser labrada y fertilizada. Tus oraciones ayudarán a marchitar las hierbas malas, mientras el Jardinero hace su trabajo.
Durante este tiempo de preparación, habla la verdad en silencio, pero grítala en la manera en que vives. A pesar de que esto puede parecer poco, es mucho más efectivo que tratar de forzar a los demás de forma verbal. Espera el "adelante, habla ahora" del Señor. Hasta que Él provea las palabras para hablar, la verdad solo causará discusiones y fracasos.
Cuando las personas están listas para escuchar la verdad, ellas mismas harán preguntas o mostrarán deseo para encontrar ayuda para una lucha interna. Esa es tu entrada. Ahora estás en la posición de dar el ministerio. Tú puedes ahora llevar el arca al campo de batalla, sentarte con el enemigo y ver juntos las verdades que ésta contiene.
¿No es así como Dios te convirtió?
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Esta reflexión fue copiada con permiso de la autora, Terry Modica, y es utilizada bajo la responsabilidad de grupo católicoReflexiones para el Alma de Miami Fl. Fue publicada por Ministerios de La Buena Nueva, http://gnm.org/reflexiones-de-las-buenas-nuevas/.
© 2016 por Terry A. Modica
Reflexiones de las Buenas Nuevas
Jueves de la 1ra. Semana del Tiempo Ordinario
Enero 14, 2016
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