La respiración es un acto vital para todo ser vivo y podríamos decir que lo hacemos de forma natural y sin reflexionar en ello. Sin embargo es de suma importancia poner atención sobre todo cuando nos encontramos en estado de exitación como angustia, ira, pánico, etc.
Nuestra respiración debe controlarse para evitar una hiperventilación que nos puede provocar otro tipo de problemas, incluso, parálisis general.
Así que cuando te sientas de esta manera detente un minuto, aspira profundo y lentamente visualizando el aire que entra en tus pulmones como una corriente de agua que va sanando y tranquilizando y a la vez, a la hora de sacar el aire POR LA BOCA y lentamente, visualiza esa agua que sale llevándose todo lo que te agobia.
Haz este ejercicio tres veces seguidas y obsérvate, repítelo una y otra vez y verás como te tranquilizas.