Cuando nuestra vida es apacible, cuando el sendero por el que caminamos está rodeado de cosas hermosas, el sol brilla intensamente, y a nuestro alrededor todo está en calma, todo es fácil, todo es sencillo y nos sentimos a gusto y bien...
Pero que ocurre cuando aparecen las nubes de tormenta, cuando el camino está rodeado por abismos y el caos y los problemas se acumulan???...en esos momentos nos derrumbamos aparatosamente y dejamos que las dificultades y los m...iedos se apoderen de nosotros...
En el interior de cada uno palpita una inmensa fortaleza que muchos desconocen porque nunca han creído en ella...rara vez han pensado en la capacidad de superación, de asimilación y de resistencia que todos poseemos y que debe salir a raudales en momentos de penurias y dificultades...
La posibilidad de superar cualquier pesadumbre es innata en el ser humano...y es precisamente en esos instantes en los que se rebela nuestro auténtico yo...ese yo más profundo, que nos permite seguir adelante, levantarnos las veces que sean precisas y emprender nuevamente esa lucha por alcanzar aquello que deseamos...
Porque cuando todo va bien uno puede permitirse el lujo de relajarse, de acomodarse, pero sin dejar que la fuerza que reside en el centro de nuestro ser se quede dormida...pues esa energía que somos capaces de irradiar, debe estar latente aun cuando todo fluya y marche de forma sencilla y apacible...porque cuando lleguen los momentos, que llegarán, en los que sea preciso que recurramos a ella, el haber propiciado que permaneciera viva, nos permitirá afrontar cualquier reto u obstáculo y salir airosos y satisfechos por lo que somos capaces de afrontar y superar,,¡¡
d/a
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