Parte 30
En toda la fe cristiana, se sabe que Dios se manifiesta en su Santísima Trinidad como El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo que conforman un solo Dios Todopoderoso, Omnipresente, Omnisciente y Eterno, El Altísimo, el YO-SOY eterno sin principio ni fin, y en su esencia sustancia y eternidad, el principio y fin de todas las cosas.
Este conocimiento se ha mantenido como una verdad sin discusión en toda la Iglesia Cristiana sin importar el nombre de la denominación a la que cada creyente asiste, y que a pesar de que lo que conocemos de nuestra fe cristiana en muchísimos casos no va más allá de lo que quisimos o quisieron o pudieron enseñar las personas encargadas de ello, creemos en esa Santísima Trinidad, puesto que todo creyente aplicado sabe que sabe por la enseñanza que recibe de la Palabra de Dios contenida en las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, que esa afirmación es auténtica y verdadera, y que cuando el hombre fue creado por Dios, dijo: "Hagamos al hombre a Nuestra Imagen y Semejanza", por lo que prácticamente se refería ha hacernos semejantes a él de acuerdo a su manifestación en Trinidad, por lo que al hacernos a su imagen y semejanza fue con el fin de seguir un plan previamente establecido por él para que todo siguiera un orden y un propósito, un orden y un propósito espiritual, para que más adelante, el hombre, al someter su voluntad humana a través de su libre albedrío a la voluntad de Dios, tuviera conocimiento de ello y volviera a recuperar su lugar en el Reino de Dios.
Lo dicho anteriormente, nos da una visión clara y profunda del porqué nosotros fuimos formados por Dios en tres personalidades también realmente distintas en semejanza con El, es decir, nos formo con un cuerpo, con un alma, (mente) y con un espíritu para crear un sólo ser, el Ser Humano, por lo que debemos saber, reconocer y recordar, que tenemos y que debemos darles la tremenda importancia a esas semejanzas que todos los seres humanos tenemos con Dios para entender, que nosotros, al ser formados por El en esas tres personalidades realmente distintas, él mismo decidió que cada personalidad se desenvolviera y se desarrollara en un lugar y en un ambiente específico para no variar de ese orden divino.