Parte 91
Por eso Pablo, invadido por el Espíritu Santo, nos dice:
"En una casa el hijo ya es dueño de todo, pero mientras es niño en nada se diferencia del esclavo, está sometido a quienes lo cuidan y se encargan de sus asuntos hasta la fecha fijada por su padre.
Lo mismo nosotros, pasamos por una etapa de niñez y estuvimos sometidos a las fuerzas y principios que rigen al mundo. Pero cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, el cual nació de mujer y fue sometido a la Ley con el fin de rescatar a los que estaban sometidos a la Ley, para que así llegáramos a ser hijos adoptivos de Dios. Ustedes ahora son hijos; por esta razón Dios mandó a nuestros corazones el Espíritu de su propio Hijo que clama al Padre ¡ abbá ! ( o sea, ¡papaíto.) Así pues, ya no eres esclavo, sino hijo, y tuya es la herencia por gracia de Dios”
Gálatas. 4: 1-7 )
Así, que lo que tenemos que hacer los discípulos de Jesús, es atender debidamente su Palabra para alcanzar la fecha fijada por el Padre para recibir la herencia prometida, porque esa es precisamente la voluntad de Dios para nosotros sus hijos por la gracia de Nuestro Señor Jesucristo; por lo consiguiente deberemos despojarnos de todo velo que oculte su verdadera enseñanza. Por eso, pongamos atención extrema a la Palabra siguiente:
"¡Pobres de ustedes maestros de la Ley que se adueñaron de las llaves del conocimiento! Ustedes no entraron, y no dejaron que otros entraran."
Lucas 11: 52
Este es un recordatorio para guardar y enseñar a cumplir todo lo que Jesús nos encomendó sin combinarlo con mandatos ni enseñanzas de hombre. Medítelo...
Ahora ponga mucha atención a lo que Jesús contestó a la pregunta que le hiciera un maestro de la Ley respecto a cuál era el mandamiento que encabeza a los demás:
"Escucha Israel; El Señor nuestro Dios, es un único Señor, Al Señor tu Dios, amarás con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. Y después viene éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos."
Marcos. 12: 29- 31,
Tiempo después Jesucristo dice:
"Les doy este mandamiento nuevo, que se amen unos a otros. Ustedes se amarán como yo los he amado. Así reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: si se tienen amor unos a otros”
Juan. 13: 33 al 35
Y hace una hermosa y maravillosa promesa a quienes guarden y enseñen a cumplir con fidelidad su Palabra.
"Yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre. Este intercesor, cuando venga, presentará mi defensa. Y ustedes también hablarán en mi favor, pues han estado conmigo desde el principio."
Juan 15: 26, 27