No es mi amor relativo
Al mirarte de frente, como si renegara de cuanto me sostiene, de las cosas pequeñas que tan grandes parecen, o tan imprescindibles, y de las cosas grandes, que se hacen con frecuencia tan insignificantes…, al mirarte incisivo, como quebrando el muro que invisible te cerca, para absorber la imagen, que tantos ven y envidian, y asimilar tu espíritu, al que tan pocos llegan, me pregunto si el templo donde mi amor te adora es tan esplendoroso como la mente piensa. Tantos otros amaron en siglos y países, cada cual convencido de su propia excelencia, ("no hay amor como el nuestro"), que dudo en expresarme como en su íntimo fondo mi corazón se expresa. ¿Fue el amor de Romeo más intenso que el mío? ¿Fue superior al tuyo, acaso, el de Julieta? Puede haber dos amantes, o miles, en Tailandia, en Bélgica o España, Méjico o Venezuela, con el convencimiento de que su amor es único, que a nadie se equiparan, nadie se les acerca. ¿Y qué? Viva cada uno sus propias fantasías; ¿qué realidad importa sino sólo la nuestra? Te amo por lo que tú eres, no por lo que otros amen, no es mi amor relativo, es de hambre y trascendencia.
Los Angeles, 15 de noviembre de 2007
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