14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.

15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día.

16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

 

 

28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.

29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo.

31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.

32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

El día de Yahweh, no es un día de 24 horas, ni de una semana o mes, o una temporada de una fiesta judía de festejo. Sino un día de justicia sobre las naciones que duraría más tiempo de lo que creemos.

 

Respuesta  Mensaje 10 de 11 en el tema  De: EL ULTIMO Enviado: 11/11/2014 12:16 Aquí la pregunta es más bien   ¿Quién es digno de quitar la vida de un ser, sea niño o adulto?¿Quién si no es el mismo que la dió?   ¿Porqué la sorpresa o espanto de que si fueron niños o no, si Dios es quien da la vida, la quita, y la vuelve a dar?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muy buena línea de razonamientos Servidor.

De Saúl a Ezequías transcurren unos 350 años aprox, tiempo durante el cual los amalecitas pudieron multiplicarse, en caso de que los niños pequeños de los amalecitas hubieran sobrevivido. 

Ante todo no creo que Jehová mandó a matar pueblos solamente por aniquilarlos, sino porque era la única manera efectiva en aquel tiempo de detener las bestialidades en que ellos hundían al mundo, tal como el asesinato de niños; y estoy seguro que fue el asesinato de niños lo que causó la intervención de Jehová de esta manera en que lo hizo; por lo cual hubiera preservado la vida de estos niños en lo posible; tampoco simplemente es que matando a estos niños haya impedido que lo hicieran otras personas, sino que se impidió que ese mismo ejemplo se siguiera propagando en el mundo, al cabo de las generaciones.

Si Jehová hubiera conservado la vida de los pequeños, tenía que solucionarse también los problemas de logística y de crianza de ellos, así como lo has planteado. Pienso que los mayores de estos niños eran encargados de ayudar al cuidado de los menores, y cada grupo a su vez pasaba al cuidado de algunos israelitas que los custodiaban, para que fueran cumpliendo labores entre ellos.

Tiene que haber alguna razón por la cual Jehová dijo a Israel que solo cuando viviera en la tierra que le concedía, vendría entonces la destrucción de los amalecitas quienes los atacaron desde antes de llegar al Sinaí; esto debe tener relación también con lo que indagamos, porque si estos bebés habrían de sobrevivir, hubieran representado una carga adicional a los israelitas durante su estancia en el desierto, y en las campañas con que se hicieron las conquistas, teniendo en cuenta que también debían cuidar de los niños de esos pueblos cananeos que sacarían de las tierras que habitaban; y en cambio hacerse cargo de los niños amalecitas que eran nómadas en el desierto, era mucho más factible cuando ya Israel estuviera asentado en la tierra que Dios les señaló, y así fue como pudo haber sido.