No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir
La multitud presente en el monte durante su discurso eran israelitas que en aquel tiempo sentían cierto temor de ser engañados por aquel profeta maravilloso que enseñaba con tanta autoridad; puesto que ya habían surgido otros líderes proclamando el advenimiento del Mesías Prometido.
Jesús conocía ese temor y por esto les declaró que no había venido a abrogar la ley y los profetas, es decir el tanaj, puesto que el pueblo pensaba que no enseñaba conforme a la ley, por esto les ratificó que venía a darle cumplimiento, a otorgarle su verdadero significado.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará
de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
5:19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Jesús les anunció la importancia de la ley que los conduciría al reino de Dios que es “el reino de los cielos”, de acuerdo a una justicia que va más allá de la letra.
5:20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Los escribas interpretaban la ley de acuerdo a la tradición oral también, y redactaban nuevos textos ajustándola a sus tiempos; como eran doctores pertenecientes a la clase alta era de esperarse que sus interpretaciones fueran casi siempre de acuerdo a su condición social, es decir clasistas. Los fariseos eran una orden de carácter popular y permanecían entre las gentes escuchando sus penas y alegrías, por lo que gozaban de un amplio afecto entre la nación.
Sin embargo el cumplimiento de la ley que haría Jesús, era consumar el sentido por el cual fue establecida. Por esto Jesús va más allá de la ley, porque en ella se revelaba el fondo de su misión, que es restituir al hombre en el concierto universal, retornándolo al seno de las familias celestiales, al formarlo de acuerdo a una conciencia donde está reconstruida la dignidad humana, con un pensamiento fortalecido que no se deja arrastrar por lo mundano, y que puede centrarse en los propósitos de Dios.
Para construir una escalera que lleve a un segundo piso primero se elabora un plano, luego un andamiaje que sirve de soporte temporal, puesto que no es necesario cuando ya está concluida la escalera.
La ley es ese andamiaje que sirve para establecer al verdadero hombre, el hombre lleno de amor y conocimiento, el hombre justo y trascendente: el Hijo de Dios.
En Romanos 2.20 Pablo decía con admiración que los maestros judíos consideran que la forma de la ley son la ciencia la verdad; y Jesús nos muestra que las bases de la ley son el amor al Padre y al prójimo. Los escribas y fariseos eran conocedores de la ley y de las escrituras; pero esto no los hacía necesariamente justos. La justicia es luz de Dios que ilumina la mente de quienes van mas allá de la letra, porque la justicia es superior a la ley, y en la justicia hay más discernimiento que en rígida estructura de la norma.
5:21 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
5:22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego
Jesús lleva a un examen de la conciencia, advierte que no es suficiente no practicar el pecado, sino que es necesario no pensar en él. Envía un reto al subconsciente para encontrar las causas del conflicto existente en la mente humana. El mensaje de Jesús es radical para conducir al hábito de pensar constantemente en aquello que es correcto y preciso, señalando las inclinaciones de la mente para que se luche desde allí contra el mal.