Ernesto Guevara, nació en cuna de oro, es decir, que fue hijo de gente de la Alta Sociedad, de Buenos Aires, en Argentina. Y fue criado, como la mayoría de los ricos, creyendo que ellos son la sal de la tierra, quiero decir, lo mejor del mundo. Y naturalmente, despreciando a todo aquel que no es de su mismo status social, o sea despreciando, de alma, al pobre, y aun más, también desprecian, a los que salen de pobres, y tienen un buen pasar, que les ha permitido estudiar, y llegar a la llamada clase media. Porque para un rico, no hay nada mejor en el mundo que otro rico, de cuna, por supuesto, como él mismo. Entonces jamás permiten sus familias, que el hijo se case con una mujer que no sea de su clase social privilegiada. Guevara, que descendía de los Guevara Lynch, solo fue un tipo rico, y nada más. Y aunque estudió medicina, jamás quiso a la gente pobre, y en su país, no hizo nada por nadie, ni siquiera se dedicó a la medicina, ni le mejoró la vida a nadie. En vez de eso, se metió en la política, y como ya había llegado Perón a la presidencia, y le dio bienestar, a los más pobres, tanto que se llegó a formar la clase media, que es la que mejor hace progresar a un país, y desaparecieron los indigentes. Guevara entendió que con su idea política marxista, no tenía futuro. Entonces fue que viajó a Cuba. De su paso por Cuba, sabemos todos los argentinos, que Guevara quería poder político solamente, esa era su máxima ambición, nada le importaba de la gente pobre de ese país, es más sentía un profundo desprecio por todos ellos, y no vacilaba en decir que para él, hasta eran sucios, y olían mal. Como si la gente pobre que apenas tienen para comer, pudiera comprarse perfumes, para oler bien. Como ves, era un tipo lleno de soberbia y un resentido. Pero, para su desgracia, se metió con Fidel Castro, que tenía también máxima ambición de poder, y que llegó a gobernar Cuba, engañando a todos los cubanos, prometiéndoles bienestar social y buen pasar económico, y una vez que consiguió sus propósitos, lo único que hizo, fue esclavizarlos, aliándose con los soviéticos, y metiéndoles el comunismo, que no ayuda, ni hace progresar a ningún país, tanto así, que hasta fracasó en Rusia misma. Y, volviendo a Guevara, Fidel Castro, se quedó con los puestos políticos de más relevancia para él y su hermano, y a Guevara, le dio un puesto inferior, y pasando el tiempo, cuando vio que ya no lo necesitaba, se ocupó, de enviarlo, a misiones de riesgo, con armamento viejo, y un grupo reducido de hombres, con la misión de introducir el comunismo, en otros países de América. De esa manera se lo sacó de encima, para que no le haga sombra, porque sabía muy bien, que lo mandaba a la muerte. Como podrás ver, la catadura moral de Guevara y de Castro, es la misma, dos individuos ambiciosos, de los que hacen los que sea, para conseguir poder. El lema que los mueve es ' El fin justifica los medios'. Por eso para nosotros los argentinos, de norte a sur y de este a oeste, nuestros héroes de la patria, son el general don José de San Martín, que dedicó su vida, a liberar a los países de América, del poder del rey de España; don Manuel Belgrano, militar y abogado, creador de nuestra Bandera, y hombre de honor, que como San Martín, luchó contra los españoles, en el frente de batalla; Mariano Moreno, abogado y periodista, que denunció la corrupción que había, en algunos individuos del primer gobierno patrio, que para callarlo, lo enviaron en una misión al exterior, y murió envenenado, en el barco en que viajaba. Nunca se supo quien lo asesinó, pero días antes de su muerte en alta mar, su esposa, que estaba en Buenos Aires, recibió un correo conteniendo un crespón de viuda. Y además don Juan Manuel de Rosas, quien defendió Buenos Aires, del ataque invasor de los ingleses; y un héroe que no era argentino, pero que cuando los ingleses pretendieron infiltrarse, se puso a disposición de mi país, para defenderlo del enemigo, luchando como uno más de los nuestros, y por eso en Argentina, lo consideramos nuestro, y lo amamos y respetamos como a un hombre de honor que fue, se trata del militar irlandés don Guillermo Brown. Y del mejor presidente que tuvimos jamás, Perón y de Evita Duarte, que nos dieron la posibilidad de crecer como personas, de estudiar, y de progresar a cada uno de nosotros y a nuestro país. De todos estos nombres estamos orgullosos en Argentina.
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