Juan 8:3-11 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
3 "Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio, 4 le dijeron:
—Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio, 5 y en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
6 Esto decían probándolo, para tener de qué acusarlo. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo:
—El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, fueron saliendo uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los más jóvenes; sólo quedaron Jesús y la mujer que estaba en medio. 10 Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo:
—Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo:
—Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo:
—Ni yo te condeno; vete y no peques más."
No puede haber un retrato más hermoso que la compasión que Jesucrito tuvo hacia la pecadora pero al mismo tiempo vemos el rechazo al pecado con sus palabras al final donde le dice..."vete y no peques más."