HAGAMOS
HOMBRE…. (Gn. 1:26-27)
Dice la Sagrada Escritura, que Dios por medio de su Palabra [el Verbo],
hizo todas las cosas (Salm. 33:6, 9; Jn. 1:2-3; Heb. 11:3; 2 Pdr. 3:5). Y ese
Verbo era Dios, porque precisamente era ÉL, quien pronunciaba su Palabra creadora
para que todo fuese hecho con sus manos, como al efecto ocurrió (Jn. 1:1). Por
esto que cuando EL dice en Gn. 1:26 refiriéndose al hombre nada más y no a otra
cosa que hagamos hombre....., lo dice respecto a su Palabra que: "Hagamos",
y porque en el contexto inmediatamente posterior como lo es Gn. 1:27 y 2:7, es
evidente que el verbo está en singular, al decir respectivamente:
“Creó Dios al hombre….” “Formó Dios al hombre….”. El verbo que es la
acción realizada por el sujeto, allí no está expresado en plural, sino en
singular. Por lo tanto no fueron Dioses o varios los que hicieron al hombre,
sino Dios; y de hecho es el único que sopla aliento de vida sobre la nariz del
hombre, porque precisamente fue el único que lo creó o formó del polvo de la
tierra (Gn. 1:27; y 2:7), de lo contrario hubiesen sido varios los que soplaran
sobre la nariz del hombre para que tuviera el aliento de vida, y ya no hubiera entonces un Padre Creador,
sino varios Padres Creadores, en
contravención de la misma Palabra.