CRISTO REGRESA PRESTO YA PREPARAOS ! Día de Jehová. Hebreos 4:13
Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
(heb. y^m Yahweh; gr. h'méra tóu Kuríou).
En forma consecuente, tanto el AT como el NT usan esta y otrasexpresiones similares para indicar el tiempo cuando Dios interviene en los
asuntos humanos para ejecutar juicios o castigos sobre los que hacen
maldad y liberar a su pueblo de las manos de sus opresores. El día de la
visitación divina sobre el Egipto antiguo (Jer. 46:10) y sobre Babilonia papado aliados e hijas (ls.
13:6, 9) se identifica con "el día de Jehová" sobre las naciones, pero
también es el día cuando Dios promete restaurar a Israel (Is. 14:1, 2; Jer.
46:27, 28). "El día de Jehová" también sería un día de juicio sobre su
propio pueblo por causa de sus malos caminos (Jl. 1:15; 2:1), refiriéndose
en particular a la cautividad babilónica (Sof. 1:7, 14, 18; 2:2). La expresión
también llegó a usarse para el gran día final cuando Dios domine a las
naciones rebeldes de la tierra y establezca a su propio pueblo en su
dominio legítimo (ls. 2:2, 12; 34:8; Jl. 3:14; Abd. 15, 17; Zac. 14:1; Mal. 4:5).
Como día de juicio sobre los que hacen maldad se lo llama "día de
tinieblas las plagas sobre el papado y aliados " (Jl. 2:1, 2; Am. 5:18-20), oscuro por causa de la ira divina plagas castigo (Ez.
7:19).
Los escritores del NT también pintan el día de Jehová como un "día de ira"
(Ro. 2:5, 6) y el "día del juicio" (Mt. 10:15; 2 P. 3:7). Se refieren a él como "el
día del Señor Jesús" (2 Co. 1:14), "el día de Jesucristo" (Fil. 1:6) o
sencillamente como "el día de Cristo" (v 10). En vista de que la historia de
la tierra llegará a su fin en ese tiempo -sería el último de este mundo
actual-, se lo llama "el gran día" (Jud. 6), "aquel día" (Mt. 7:22; 1 Ts. 5:4) o
sencillamente "el día" (1 Co. 3:13). "El día de Jehová" es principalmente el
momento cuando aparecerá Jesucristo para llamar a los justos de sus
tumbas primera redirección justos (Jn. 6:39), para purificar la tierra con fuego Apoc 19:20 (2 P. 3:7-12) y para
establecer su reino eterno de justicia (Mt. 25:31, 34; cf 2 P. 3:13, 14). Véase
Día del Señor.
Día de reposo.
Véase Sábado séptimo día Apoc 7:2 14:7cap14:12Genesis 1:1,2Genesis2:1,4Exodo20:8,11Exodo 31:12,18 .
Día del juicio.
En la Biblia se presenta frecuentemente el concepto de que Dios entra en
juicio con los habitantes de la tierra. Enoc, "séptimo desde Adán", presentó
al Señor viniendo para ejecutar juicio sobre todos (Jud. 14, 15). Isaías
describió a Dios al venir con fuego para hacer juicio (Is. 66:15, 16), y el
profeta Jeremías describe el momento majestuoso en que "Jehová rugirá
desde lo alto" y "tiene juicio contra las naciones" (Jer, 25:30, 31). Daniel
previó el tiempo cuando "el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos" (Dn.
7:10), y en lenguaje místico Joel profetizó que Dios se sentará "para juzgar
a todas las naciones de alrededor" (Jl. 3:12; cf vs 13-16).
Con frecuencia Jesús se refirió al juicio final. Declaró que las antiguas
Sodoma y Gomorra serían tratadas con más lenidad en el juicio porrechazar la luz que tuvieron, que las ciudades de sus días que lo habían
despreciado (Mt. 10:11, 14, 15); y que las ciudades paganas de Tiro y Sidón
recibirían una condenación menor que Corazín, Betsaida y Capernaum,
que lo rechazaron (Lc. 10:13-15). Afirmó que los hombres darán cuenta de
"toda palabra ociosa" en el juicio (Mt. 12:36; cf 16:27; 24:30, 31; 25:31-46;
Mr. 8:38; Lc. 9:26; etc.).
Pablo declaró que Dios ha designado un día en que juzgará al mundo
(Hch. 17:31). Predicó del juicio venidero a Félix con tanta convicción que el
procurador romano tembló (24:25). Mostró que la convicción de un juicio
futuro se encuentra implantada en la conciencia humana (Ro. 1:32; 2:14-
16), y que para los malos la perspectiva de un juicio futuro es temible (He.
10: 26, 27). Pedro notó que tanto los ángeles malos como los impíos
están reservados para el juicio (2 P. 2:4, 9; 3:7; cf Jud. 6). Los santos han
de participar en el juicio de ellos (1 Co. 6:2, 3).
Ninguno puede escapar del juicio, porque todos deben comparecer ante "el
tribunal de Cristo"; y las decisiones del juicio estarán basadas en lo que
"cada uno... haya hecho mientras estaba en el cuerpo" (2 Co. 5:10; cf Mt.
7:16-20; Ap. 20:13). La norma del juicio es la "ley de la libertad" (Stg. 2:12;
cf vs 8-11). El juicio de Dios será justo (Ro. 2:5; 2 Te. 1:5; cf Gn. 18: 25; Sal.
19:9), decisivo y de consecuencias eternas (He. 6:2; 9:27). En el juicio la
vida entera estará abierta ante Dios (Ec. 12:13, 14; cf Lc. 12:2). Para un
estudio de los diversos aspectos del juicio véase CBA 4:854-857; 7:842,
862, 863, 876.
Día del Señor
(gr. kuriaké h'méra, "día señorial" o "día del Señor").
Con este nombre identifica Juan en Ap. 1:10 el día cuando estaba "en el
Espíritu", es decir, cuando vio la visión registrada en el cp 1. Esta
expresión, que aparece sólo en este lugar de las Escrituras, ha sido
interpretado de varias maneras:
1. El gran día del juicio final.
En el AT (véase Jl. 2:11, 31; Sof. 1:14; Mal. 4:5) y en el NT (1 Ts. 5:2, 2 P.
3:10) "el día de Jehová" se refiere al tiempo cuando Dios destruirá el
pecado y a los pecadores, y liberará a su pueblo. Los abogados de este
punto de vista señalan que el Apocalipsis centra su atención en el
gran
día final de Jehová, y en los eventos que lo anteceden. Traducen la frase
gr. en t'´ kuriak'´ h'méra, "en el día del Señor", por "con respecto al día de
Jehová". Sin embargo, la frase griega traducida como "el día de Jehova"
siempre es t' h'méra (tóu) Kuríou (1 Co. 5:5; 2 Co. 1:14; 1 Ts. 5:2; 2 P. 3:10).
Si hubiera sido la intención de Juan señalar que sus visiones tenían quever con acontecimientos relacionados con el gran "día de Jehová", se
podría esperar con cierto fundamento que usara la fraseología corriente de
los escritores bíblicos para ese suceso. Sin embargo, en Ap. 1:1 ya había
anunciado que el panorama de las visiones que había recibido abarcaba
las "cosas que deben suceder pronto". En el v 9 se identifica, da el lugar
donde recibió las visiones y explica por qué estaba allí. Por lógica, se
podría esperar que en el v 10 se dieran más informaciones relacionadas
con la recepción de la visión y no con su contenido. La evidencia textual,
junto con la analogía de la Escritura, parece así eliminar la posibilidad de
aplicar kuriak' h'méra al gran día de Jehová,* al fin de la era evangélica
2. Un aniversario imperial.
Inscripciones y restos de vasijas romanas con grabados de los tiempos
del NT muestran que el adjetivo kuriakós se aplicaba al "tesoro imperial" y
al "servicio imperial", que pertenecían al emperador como "señor" del
imperio. Generalmente se llamaba kúros, "señor", al emperador. En
consecuencia, su tesoro y su servicio eran el "tesoro del señor" y el
"servicio del señor". Por tanto, algunos sugieren que kuriak' h'méra indica
un día imperial, tal vez el del nacimiento del emperador o el aniversario de
su coronación. Sin embargo, no se ha encontrado hasta ahora ningún
ejemplo de su uso para tal expresión. Además, los judíos del s I d.C. y los
cristianos, por lo menos en el s II d.C., rehusaron llamar kúrios al César.
Por ello parecería poco probable que Juan se hubiera referido a un día
imperial como "el día del Señor", especialmente en una época cuando él y
sus hermanos cristianos estaban sufriendo amarga persecución por
rehusarse a adorar al emperador como "señor".
Bib.: FJ-GJ vii. 10. 1; El martirio de Policarpo 8.
3. El Domingo.
Según esta postura, kuriak' h'méra es una designación cristiana para el
1er día de la semana. Sin embargo, no hay evidencia alguna de que los
cristianos de tiempos del NT usaran una sola vez la frase griega para
identificar al domingo, aunque el término kuriak'´ sin h'méra se empleó
algunas veces para designar al domingo en la literatura cristiana posterior.
Los eruditos cristianos conservadores están de acuerdo en que Juan, autor
del Apocalipsis, también escribió el 4o Evangelio más o menos en la
misma época. Sin embargo, en Jn. 20:1 designa al domingo como "el
primer día de la semana", el título corriente que usan todos los otros
escritores del NT. La analogía de la Escritura también está en contra de la
interpretación de kuriak' h'méra como el 1er día de la semana. Un examen
del contexto, hecho sin prejuicios, de los pasajes del NT citados para
apoyar esta interpretación no bíblica nuestra que los textos nada dicen
sobre el tema de un cambio de día de reposo.4. El sábado.
En Mr, 2:27, 28 nuestro Señor declaró específicamente que él era el "Señor"
del sábado (7o día de la semana). En el 4o mandamiento (Ex. 20:8-11)
Dios especificó el 7o día de la semana como suyo en un sentido especial:
"El séptimo día es reposo [sábado] para Jehová tu Dios" (v 10), y en Is.
58:13 y 14 categóricamente lo llama "mi día santo". La conclusión más
lógica es que con la expresión "día del Señor" Juan estaba identificando al
sábado, 7o día de la semana, como el día en que se le dio la visión
descripta en Ap. 1.Diez Mandamientos.
La ley, registrada en Ex. 20:2-17 y también llamada Decálogo, que resume
lo que Dios demanda de los hombres y define su deber para con sus
semejantes (cf Mt. 22:34-40). Los principios enunciados por los Diez
Mandamientos son eternos, porque se basan en el carácter de Dios, pero
la forma de estos principios dados en el Sinaí estaba adaptada a la
comprensión e instrucción de los hombres en su estado de
pecaminosidad y natural inconformidad a la voluntad divina. Los 10
mandatos del Decálogo tienen la singular distinción de ser las únicas
palabras que en forma audible Dios dirigió a toda la congregación de Israel
(Ex. 20:1, 18, 19; Dt. 4:10-13; 5:22). Todas las demás leyes y reglas queDios ordenó fueron comunicadas mediante Moisés como intermediario (Ex.
20:19- 22; Dt. 4:14; 6:1). Después de la entrega oral de la ley, Dios escribió
estos 10 mandatos sobre 2 tablas de piedra que dio a Moisés para
conservarlas en el arca (Ex. 31:18; 32:19; 34:1-4; Dt. 5:22; 10:1-5). El
informe mosaico original de la ley, como fue proclamado por Dios y más
tarde grabado sobre tablas de piedra, presenta el Decálogo con las
palabras de Ex. 20:1-17. Más tarde, Moisés repitió la ley en forma oral con
ligeras variantes en las palabras (Dt. 5:6-21). La única diferencia
significativa en esta repetición de la ley es la razón específica para la
observancia del sábado: la liberación de la esclavitud egipcia, en lugar de
la creación del mundo en 6 días, como estaba en la forma original. Las
muchas reglas civiles puestas en vigencia en el monte Sinaí eran una
aplicación de los principios de la 2a tabla del Decálogo para la sociedad y
para las necesidades del pueblo judío. La ley ceremonial, que presenta un
sistema de adoración ordenado divinamente y apropiado para el período
de la historia de la tierra en que fue dada la ley, era una extensión y un
desarrollo de los principios enunciados en el Decálogo, en particular con
respecto a la relación del hombre para con Dios.
En tiempos de Cristo, los judíos habían ordenado y numerado los 10
mandatos del Decálogo como los tienen la mayoría de los protestantes en
la actualidad. La disposición y enumeración que sigue la Iglesia Católica
Romana, dividiendo el 10º (sobre la codicia), es la que adoptó San Agustín,
que prefirió, de los 2 métodos que había en su tiempo, el que combina el 1º
y el 2º mandamientos y divide el 10º. De este modo, él asignó 3
mandamientos a la 1a tabla del Decálogo, y 7 a la 2a. Una de sus razones
para adoptar esta disposición fue la de incluir los números simbólicos 3, 7
y 10 en el Decálogo.
El 1er mandamiento ordena el monoteísmo, o la adoración exclusiva al
único y verdadero Dios, Yahweh,* en contraste con el politeísmo, o la
adoración a muchos dioses. El 2º prohibe la idolatría de todo tipo; es decir,
el intento de adorar al Dios invisible mediante formas visibles (cf Os. 8:6;
Col. 1:15- 17). El 3º prohibe toda irreverencia, en especial la mención
innecesaria del nombre de Dios en la conversación ordinaria, el perjurio
acompañado por una invocación del nombre divino. El 4º ordena la
observancia del sábado e identifica al verdadero Dios como el Creador del
cielo y de la tierra. Si al guardar el sábado los hombres debían recordarlo
como tal, habrían quedado protegidos contra toda falsa adoración. El 5°
ordena el respeto y la sumisión a los padres, a quienes Dios ha designado
como agentes para la transmisión de su voluntad revelada a las
generaciones sucesivas (véase Dt. 4:9; 6:7). El 6º protege la vida como
algo sagrado. El 7º ordena la pureza y así salvaguarda la relación
matrimonial para que el hogar pueda cumplir sus objetivos divinamente
señalados. El 8º protege la propiedad. El 9° salvaguarda la verdad y
previene contra el perjurio. El 10º ataca la raíz de todas las relaciones
humanas al disponer que el hombre no codicie lo que pertenece aotro, y mucho menos, privarlo de ello por la fuerza.
Una hoja fragmentaria de papiro, el famoso Papiro Nash, contiene el
Decálogo en la forma presentada en Dt. 5 junto con la "Shemá", una cita de
Dt. 6:4 y 5. Este famoso documento hebreo, proveniente del s I a.C., está
ahora en Cambridge, Inglaterra. Hasta el descubrimiento de los Rollos del
Mar Muerto era el documento más antiguo en hebreo que contenía una
porción de la Biblia (fig 165).
Bib.: FJ-AJ iii.5.5.
165. Los Diez Mandamientos en el Papiro Nash (c 100 a.C.).