Una de las premisas
que más se escucha en la palabra de Cristo es: "No juzgar"
¿Por qué no hacerlo?¿Por qué no criticar?
Por muchas razones...
El hacer juicios, es malgastar nuestra energía, no podemos etiquetar
nada, nadie tiene el poder de decidir si algo es bueno o malo, porque
nadie tiene la verdad absoluta de los hechos. Ignoramos tanto la causa
que motiva a alguien a tener algún tipo de actitud, como también
ignoramos los designios de Dios al permitir cosas que probablemente no
están a nuestro alcance comprender.
Cuando tomamos la decisión de no juzgar, nos estamos dando la oportunidad
de encontrar la calma en nuestra conciencia, porque ¡tenemos una
carga menos! en nuestra existencia, ya no tenemos que preocuparnos por
las acciones de los demás y eso nos permite ¡ocuparnos de
las nuestras íntegramente!.
El estar continuamente juzgando, etiquetando, evaluando, interpretando,
suponiendo y creando mil y un conjeturas en nuestra mente, creando historias
formidables tipo telenovela. Solamente hace que concentremos nuestra energía
y nuestros pensamientos a cosas que no pertenecen a la realidad, porque
a fin de cuentas una suposición no garantiza la fidelidad de la
historia o la veracidad de ella.
Cuando tejemos estas telarañas en nuestra mente, solemos poner
actitudes o palabras que en realidad no existen, por ejemplo: María
quedó de verte hoy a las 2:00, tu cancelaste todas tus citas para
llegar puntual, ¿Ella? ¡jamás llegó! y por
si fuera poco no te avisó. ¿Que pensarías?.
Empecemos a fabricar historias... tal vez pienses que se burló
de ti porque no tuvo siquiera la delicadeza de avisarte, o no te quiere,
no te soporta, prefirió salir con otra persona, le importas tan
poco que se olvidó de la cita... mil y un etc.
Cualquiera de estos pensamientos, te empiezan a generar inseguridades,
rencores, inestabilidad, y probablemente hasta termines con la amistad.
Pero tu no conoces la verdad, son solo suposiciones, pero los sentimientos
negativos ¡ya los generaste!
Debemos de tomar en cuenta, que si queremos que nuestra vida camine bien,
debemos de procurar manejarnos siempre en equilibrio, todo en la vida
se nos facilita, cuando nuestra mente está libre y todo fluye dentro
de su curso normal.
La prosperidad y el dinero también son energía, por lo tanto
se comunican con la energía que tu creas.
Por eso...
Es mejor concentrarnos en nuestros proyectos, nuestras metas... nuestras
realidades.
No podemos ni debemos juzgar, porque no somos poseedores de la verdad
absoluta, y porque ya tenemos bastante trabajo ¡con solucionar nuestra
vida!.
Si queremos arreglar el mundo tenemos que comenzar con nuestra propia
vida
Desconozco
su autor