La gente es más o menos “egoísta” por naturaleza, y por ello no le gusta estar siempre escuchando los problemas de la gente. Obviamente si son tus amigos, estos siempre estarán ahí para ayudarte y aconsejarte, pero si abusas de ser una persona pesimista y que solo se dedica a contar sus penas a los demás, seguro que a la larga la gente se "cansará" de ti. Por esta razón, cada vez que te ocurra algo negativo, cuéntalo de una forma cómica.
No es lo mismo decir:“¿Sabes qué? El otro día me resbalé en un charco y me puse perdido de barro mientras todo el mundo se reía de mí. "Pobrecito de mí” ... que decirlo de la siguiente manera:“El otro día me caí en un charco lleno de barro. Me puse perdido, pero me dio igual porque dicen que es bueno para el cutis, jejejeje” Así seguro que consigues sacar unas risas a tu círculo cercano de amigos.