

Identifica tus pensamientos negativos
Analiza los pensamientos automáticos negativos que desarrollas frente algunas circunstancias. Para ello debes permanecer atento ya que se trata de procesos mentales rápidos. Puedes hablar con alguna persona de confianza sobre tus miedos, muchas veces al escucharnos hablar descubrimos cosas que nos eran ajenas. También puedes escribir un diario en el que hables de tus pensamientos más íntimos y releerlo pasado un tiempo. Allí quedarán plasmados gran parte de ellos y te facilitará el trabajo.
Desarrolla un espíritu crítico en relación con los pensamientos negativos
Cuando identifiques un pensamiento automático, analízalo y evalúa las posibilidades objetivas de que se haga realidad. Por ejemplo, si cada vez que quieres ponerte a dieta piensas en que no tienes fuerza de voluntad, recuerda la voluntad que tienes para levantarte cada mañana para ir a trabajar o en la que tuviste para dejar de fumar. ¿De verdad no tienes fuerza de voluntad?
Empieza a modificar los pensamientos de negativos a positivos
Una vez identificados, analizados y relativizados, deben ser reemplazados. Cambia el pensamiento negativo automático por otro positivo. Practica a menudo esta técnica para automatizarlos.
Protégete de las influencias negativas externas
Si las noticias o algunas películas afectan a tu estado de ánimo y potencian tu negatividad ¡evítalas!. Si percibes que ciertos estímulos externos te perturban, no te expongas a ellos. Es así de simple. En un tiempo notarás una mejora en tu percepción sobre la vida.


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