Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Esta variación, que se debe a causas naturales y a la acción del hombre, afecta a todas las variables climáticas: temperatura, precipitaciones, nubosidad,…

En la actualidad existe consenso con respecto a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática que ocasionará serias consecuencias sobre toda la tierra y economía.

La influencia humana en el sistema climático es clara y va en aumento y sus consecuencias afectan a todos los continentes.

La temperatura ha aumentado aproximadamente 0,6º C en el siglo XX y el nivel del mar ha crecido de 10 a 12 centímetros; los investigadores consideran que esto se debe a la expansión de los océanos que cada vez están más calientes.

CONSECUENCIAS

El cambio climático nos afecta a todos y su impacto en la tierra es enorme; concretamente, el cambio climático lleva consigo la falta de agua potable, grandes cambios en la producción de alimentos y un aumento de la mortalidad debido a inundaciones, sequías y olas de calor.

Si no se le pone freno aumentará la probabilidad de impactos graves, generalizados e irreversibles en las personas y en los ecosistemas. Sin embargo, existen opciones para la adaptación a estos cambios y medidas que pueden mitigar sus consecuencias y crear un futuro más claro y sostenible.

CONVENCIÓN

Entre los días 30 de noviembre y 11 de diciembre de 2015 tuvo lugar en París la vigésimo primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21). Ministros y altos representantes de más de 200 países se reunieron para tomar acuerdos universales con respecto al clima y para reconocer que la adaptación a los impactos adversos del cambio climático es necesaria para todos los países, así como la necesidad de planear, preparar y responder a dichos impactos para poder conseguir un desarrollo sostenible.

La negociación internacional se enfrentó al reto de establecer un nuevo tratado vinculante que fije el marco global de lucha contra el cambio climático a partir de 2020.

Este acuerdo tiene como objetivo reducir la emisión de gases efecto invernadero de todos los países, en especial de las grandes economías. Se trataría de conseguir bajar 2º C la temperatura de la tierra.

PROTOCOLO DE KIOTO

Es un tratado internacional que fue adoptado en la ciudad japonesa que lleva su nombre el 11 de diciembre de 1997 con el objetivo de que los países comprometidos redujeran al menos un 5% las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990.

Este tratado entraría en vigor cuando lo ratificasen los países industrializados responsables de al menos el 55% de las emisiones de CO2, lo que ocurrió el 16 de febrero de 2005, tras la firma de Rusia.

Fundamentalmente por medio de este tratado los países acordaron que la evidencia científica sobre el cambio en el clima hacía necesario adoptar medidas a nivel global.

El Protocolo ha movido a los países a establecer leyes y políticas para cumplir sus compromisos y a que las empresas tengan en cuenta el medio ambiente controlando así sus emisiones.

En la reunión de las partes que tuvo lugar en Paris el objetivo era fijar este nuevo protocolo, vinculante y con contribuciones ambiciosas y significativas de los países miembro para iniciar nuevamente en el 2020 y luchar para que la temperatura del planeta no supere los 2 grados, evitando con esto consecuencias que ponen en riesgo nuestra vida en el planeta.

Con el protocolo de Kioto se ha logrado reducir en diez años un 22,6 % de las emisiones. Un buen dato que debe seguir en aumento.

Fuente: LaRegión.es CRISTINA CACHALDORA 13/01/2016