Los árboles combaten el efecto del gas invernadero. Los árboles absorben el dióxido
de carbono (CO2), removiendo el carbón y liberando el oxígeno en el aire.
Los árboles limpian el aire al absorber olores y gases contaminantes filtrando
partículas del aire, a las cuales atrapan con sus plantas.
Los árboles brindan oxígeno.
Los árboles ambientan las calles y la ciudad.
Los árboles conservan energía. Al colocar árboles de manera estratégica, se
puede reducir el aire acondicionado hasta en un 50%.
Los árboles cuidan el agua a través de la evaporación. La mayoría de los árboles
nuevos necesitan sólo 15 galones de agua a la semana.
Los árboles previenen la contaminación del agua.
Los árboles previenen la erosión del suelo.
Los árboles protegen a los niños de los rayos ultravioleta.
Los árboles brindan comida.
Los árboles sanan síntomas de trastornos emocionales, así como de fatiga mental.
Los árboles reducen el riesgo de violencia.
Los árboles marcan las temporadas del año.
Los árboles crean oportunidades económicas.
Los árboles son maestros y compañeros de juego.
Los árboles proveen diversidad, uniendo a las personas.
Los árboles otorgan unidad a la humanidad.
Los árboles incrementan los valores de las propiedades.
Los árboles brindan madera.
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