menos ahora se lo digo por mensaje de texto, ya que no puedo
vivir con este pensamiento un momento más sin su conocimiento.
La verdad es que he estado cogiendo con su mujer toda la semana que lleva usted de viaje.
Su mujer es muy simpática, la tentación era demasiado y fui yo quien se lo propuso siempre.
Ya no puedo vivir con la culpa y espero que acepte mis más sinceras disculpas
y me perdone. Prometo que no volverá a suceder, no sin preguntárselo primero.
Saludos, Felipe.