Que sepas que sigo siendo la misma loca,
la tuya, la mía, la nuestra, la de nadie.
Que sepas que sigo cerrando los ojos
y te miro por todas partes,
que el viento me sigue trayendo tu risa
y la lluvia me sigue mojando de ti.
Que sigo siendo la misma loca,
la romántica, la cursi.
La que desgasta insomnios pensándote,
la que te sueña y amanece sin ti.
La que reza, la que te susurra antes de cerrar los ojos.
Yo, la que sólo tú conoces,
mujer de mil letras y caricias calmas.
Que sepas que sigo siendo yo, que soy, que estoy,
que vivo y suspiro para llenarte el alma
en cada sorbo que le das al aire.
Que sepas que sigo siendo yo,
con piel nueva todas las mañanas, con sueños eternos.
Que sigo siendo yo, contigo, sin ti, extrañándote, escribiéndote, susurrando en tu oído,
no me olvides, no me olvides.
Sigo siendo tan yo y tan tuya,
como siempre, como nunca.
De Mercedes Reyes Arteaga