El Santo grial
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"Según
la mitología cristiana el Santo Grial es el plato, patena o copa usado
por Jesús en la Última Cena, del cual se dice que posee poderes
milagrosos. La relación entre el Grial, el Cáliz y José de Arimatea
procede de la obra de Robert de Boron Joseph dArimathie publicada en el
siglo XII. Según este relato Jesús, ya resucitado, se aparece a José
para entregarle el Grial y ordenarle que lo lleve a la isla de
Britania. Siguiendo esta tradición autores posteriores cuentan que el
mismo José usó el cáliz para recoger la sangre de Cristo y que, más
tarde en Britania, estableció una dinastía de guardianes para
mantenerlo a salvo y escondido. La búsqueda del Santo Grial es un
importante elemento en las historias relacionadas con el Rey Arturo (el
Ciclo Arturiano o Materia de Bretaña) donde se combinan la tradición
cristiana con antiguos mitos celtas referidos a un caldero divino.
Otras leyendas acerca del Grial se entrecruzan con las relativas a las
distintas copas antiguas que se consideran el Santo Cáliz ".
http://es.wikipedia.org/wiki/Grial
EL GRIAL DE VALENCIA .
EL SANTO GRIAL DE VALENCIA.
En
la Catedral de Valencia (España) se venera el Santo Cáliz, cuya
fotografía acabamos de ver. Según la tradición, éste sería el cáliz que
utilizó Jesús en su Última Cena. ¿Es ello cierto, o se trata de una piadosa leyenda?
Existen buenas razones para sostener que el Santo Cáliz de Valencia es
auténtico. De hecho, los distintos investigadores que se han ocupado de
su estudio se han pronunciado en favor de su autenticidad. Del año 1736 es el primer estudio sobre la reliquia, efectuado por el presbítero D.
Agustín Sales bajo el título de Disertación histórica crítica y
expositiva del Sagrado Cáliz en que Cristo Señor Nuestro consagró en la
noche de la Cena, el cual se venera en la Santa Metropolitana Iglesia
de Valencia. En 1914 D. José Sanchis y Sivera publicó un trabajo titulado El Santo Cáliz de la Cena (Santo Grial) venerado en Valencia. De gran interés para conocer el itinerario del Santo Cáliz por las tierras de Aragón es el estudio denominado El Santo Grial en Aragón, publicado por D. Dámaso Sangorrín en 1927. En 1952 se publicó la primera edición del libro de D. Juan Ángel Oñate Ojeda sobre El santo Grial, cuya tercera edición apareció el año 1990. En 1960 se publicó el libro Estudio sobre el Santo Grial de la Catedral de Valencia, de D. Antonio Beltrán, Catedrático de Arqueología de Zaragoza. En el año 1994 el profesor Don Manuel Sánchez Navarrete efectuó un completo estudio sobre el Santo Cáliz, bajo el título de El Santo Cáliz de la Cena,
en el que concluía la autenticidad de la reliquia. En 1999 fue el
profesor de Ética y Sagrada Escritura del Centro Universitario
Francisco de Vitoria de Madrid, Don Salvador Antuñano Alea, el que
estudió la reliquia en su libro "El Misterio del Santo Grial. Tradición y leyenda del Santo Cáliz",
obra en la cual se sostiene que la reliquia es verdadera. Y,
finalmente, y ya en los comienzos del siglo XXI, otros dos
investigadores, esta vez extranjeros, el alemán Michael Hessmann y la
norteamericana Janice Bennett, han escrito sendos libros en los que
concluyen que el de Valencia fue el Cáliz utilizado por Cristo en su
Última Cena. En octubre de 2008 ha aparecido la edición española del libro de Janice Bennet, con el título San Lorenzo y el Santo Grial, la historia del Santo Cáliz de Valencia (Editorial Ciudadela). Los días 7, 8 y 9 de noviembre de 2008 se celebró en Valencia el I Congreso Internacional sobre el Santo Cáliz,
lo que ha servido para que un grupo de investigadores de diferentes
países y disciplinas hayan expuesto lo último que se conoce sobre esta
reliquia. La conclusión principal de este Congreso ha sido que no
se ha encontrado argumento alguno que impida mantener que el Santo
Cáliz de Valencia pudo ser el utilizado por Cristo en la Última Cena.
Pocos
objetos han sido el centro de tantos misterios, leyendas y estudios
como esta copa de sólo 7 centímetros de altura y 9,5 de diámetro cuyo
fondo esconde uno de los más profundos enigmas de la tradición
cristiana.
Lejos
de las miradas de buscadores de reliquias o de las historias tejidas en
torno al acervo artúrico, una pequeña capilla de la catedral de
Valencia guarda el Santo Cáliz, una de las dos reliquias de esta
naturaleza aceptadas por la Iglesia y venerada como la copa que Jesús
utilizó en la Última Cena para consagrar el vino e instaurar así la
eucaristía.
Ésa
es al menos la teoría de Janeice Bennet, una investigadora
norteamericana que reivindica la autenticidad de la reliquia en un
libro, «San Lorenzo y el Santo Grial», cuya presentación está prevista
en Valencia el próximo noviembre, cuando la capital del Turia acogerá
también la celebración del I Congreso Internacional sobre el Santo
Cáliz.
Visita del Papa Benedicto XVI a España. Celebración en Valnecia .
El
cáliz custodiado en Valencia llegó a la ciudad en 1424 tras un largo y
azaroso peregrinaje. Exhaustivos análisis realizados durante los
últimos años le han permitido ser reconocida como auténtica por la
tradición cristiana, frente a las veinte copas que reivindicaban tal
consideración en el siglo XVI.
Bennet,
doctora en Literatura Española por la Universidad de Colorado, forma
parte del Centro Español de Sindonología para el Estudio de la Sábana
Santa y otras reliquias de Jesucristo. En su obra, la norteamericana
hace un minucioso seguimiento de la figura de San Lorenzo y de los
lugares y circunstancias de su vida vinculados a la copa que, según la
tradición, Jesucristo utilizó antes de ser crucificado.
Desde
entonces, el objeto ha sorteado los peligros crudos de la historia,
como fueron la invasión musulmana o los persecuciones cristianas en los
primeros siglos de nuestra era.
Adornada
en su parte superior con una piedra de ágata, que al igual que otros
elementos que la enriquecen añadidos durante los últimos siglos, la
copa valenciana no es la «copa de un carpintero», como la define
Indiana Jones en su última cruzada, sino más bien la que correspondería
a una familia acomodada. Esto, aparentemente paradójico, se ajusta de
manera bastante coherente al relato del Nuevo Testamento, en el que se
consigna que la Última Cena fue una celebración de Pascua, cuando las
familias echaban mano de la mejor vajilla de su ajuar.
Tras
la crucifixión, la copa siguió siendo utilizada por sus apóstoles, tal
como les pidió Jesús, hasta que San Pedro la llevó a Roma, donde fue
utilizada por los primeros pontífices.
Con
las primeras persecuciones a los cristianos comienza el peregrinar del
Santo Grial, entregado por el Papa Sixto II a su diácono Lorenzo, el
santo español que acabó asado en la parrilla, quien antes de su
martirio logró poner a salvo la copa enviándola a casa de sus padres en
Huelva. Es en esta parte de la historia del Santo Grial en la que se
centra el libro de Bennet, aunque posteriormente el cáliz seguiría
siendo objeto de otras muchas vicisitudes. Se
salvó de la invasión musulmana: fue trasladada a San Juan de la Peña y
de allí a Zaragoza y después a Valencia, donde ha permanecido los
últimos 584 años.
http://valencians.wordpress.com/2008/08/21/el-autentico-santo-grial-se-encuentra-en-valencia/
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