Más
de 1.500 rehenes y 88 barcos secuestrados en los últimos dos años. Es
el extenso currículum de éxitos de los piratas somalíes. Han capturado
barcos de todas las nacionalidades y banderas posibles, pero a la hora
de escoger a sus presas, prefieren barcos grandes y de tripulación
europea. "Son más caros", reconoce Stephen Askins, abogado de uno de
los bufetes británicos que se ofrece como mediador a los armadores
durante los secuestros. La mayoría se han resuelto pagando. Entre 2007
y 2009, 46 barcos fueron liberados previo pago de rescate. Sólo 14 se
resolvieron por la fuerza y no siempre terminaron bien, si la medida
del éxito es la ausencia de bajas. Además, en la mayoría de países
existen pactos tácitos para excluir este tipo de cuestiones de la
bronca política. Lo que sigue es un análisis de cómo están abordando el
problema.
-
Holanda: primer juicio a piratas en Europa. El primer secuestro se
resolvió tras pagar un millón de dólares. Del segundo y último hasta
ahora, no trascendió el monto del rescate. Un tercer ataque, frustrado,
dio con cinco piratas en una cárcel holandesa. Cayeron al mar al
intentar asaltar el Samanyulo, fueron auxiliados por la marina
danesa y entregados a Holanda. Cinco meses después, comparecieron ante
los jueces de Rotterdam. Fue el primer juicio de este tipo en Europa, y
llegó precedido de agrios debates parlamentarios. El proceso obligó a
desempolvar códigos antiguos, y puso muy nervioso al Gobierno holandés
cuando oyó a los abogados de los detenidos decir que sus clientes
"pobres y desesperados" querían pedir asilo político. El Parlamento en
pleno exigió explicaciones al Ejecutivo. El ministro de Exteriores
propuso la creación de un tribunal especial contra la piratería, tal
vez en Kenia. Se debatirá en una conferencia internacional el próximo 7
de julio, en La Haya.
- Francia: asaltos e infantes de marina. Es el único país de la UE
que ha embarcado infantes de marina en los buques. En abril de 2008, un
grupo de piratas secuestró a 30 tripulantes de un velero de lujo, Le Ponant.
Una semana después, el armador pagó un rescate y los piratas liberaron
el barco. . PEl ejército persiguió a los secuestradores en su huida y
horas después, helicópteros especiales de la armada francesa
bombardearon el refugio de los piratas en tierra. Murieron tres
corsarios y otros fueron detenidos.Parte del botín fue recuperado,
según el Estado Mayor francés.
Las fuerzas especiales francesas liberaron poco después otro velero, el Carre d'As IV.
Pero en abril de este año fue secuestrado otro más con dos parejas y un
niño de tres años a bordo. No hubo rescate. Fuerzas especiales
francesas procedentes de la base de Yibuti tomaron al asalto el Tanlit.
En la operación murió un rehén y dos piratas. Otros dos secuestradores
fueron arrestados y enviados a Francia, donde serán juzgados. Tras el
asalto, el presidente de la República,
Nicolas Sarkozy, aseguró que estaba "determinado" a "no ceder al
chantaje de los piratas". Ninguno de estos incidentes provocó especial
polémica en Francia, donde un pacto tácito que se respeta desde hace
años excluye del enfrentamiento político diario dos cuestiones: la
política exterior y la política militar.
- EE UU: tres piratas muertos.
En abril de este año, un grupo de piratas asaltó el carguero Maersk Alabama
y, tras un enfrentamiento con la tripulación, lo abandonó con el
capitán Richard Phillips como rehén. Mantuvieron a la nación en vilo, a
la deriva en un bote salvavidas, durante cinco días. El presidente
Obama autorizó al grupo de operaciones especiales de la Marina que intervinieran. Mataron a tres piratas y salvaron al rehén.
Obama prometió redoblar los esfuerzos en Washington para luchar contra la piratería. La Secretaria
de Estado, Hillary Clinton, presentó un programa para desarmar a los
piratas que incluye más cooperación internacional y congelar los
recursos de los grupos criminales. Además, el ejército ha emprendido un
silencioso y lento despliegue militar en la zona, comenzando en las
Seychelles.
En
el Senado, el demócrata Russ Feingold ha pedido reiteradamente otro
enfoque: "No nos podemos permitir depender sólo de acciones militares
para combatir a los piratas... Ese enfoque podría fomentar la
desesperación y el antiamericanismo en Somalia".
- Alemania: asalto abortado. Los piratas que secuestraron el carguero alemán Hansa Stavanger el pasado 4 de abril pertenecían al mismo clan que capturó al Alakrana.
Los piratas liberaron a sus 24 tripulantes a los cuatro meses tras
cobrar un rescate de 2,7 millones de dólares. Un comando de la unidad
antiterrorista GSG 9 de la Policía Federal
abortó el asalto al buque para evitar un posible baño de sangre a
bordo. Según medios alemanes, porque los ministerios de Interior y
Defensa no lograron ponerse de acuerdo. El entonces ministro de Defensa
Franz Josef Jung propuso una reforma de la Constitución para permitir al Ejército que pueda realizar operaciones similares en el futuro. La fragata Mecklenburg-Vorpommern
llegó a acercarse al barco secuestrado, pero se alejó tras las amenazas
de los piratas de matar a sus rehenes. El pasado 19 de julio también
fue liberado el Victoria tras pagar más de un millón de dólares de rescate.
- Rusia: en contra de la vigilancia privada. La tripulación rusa del Thai Union III está
en manos de los piratas y la negociación para liberarles, muy dura, se
prolonga ya por tres semanas. En julio, Rusia envió buques de guerra al
golfo de Aden. El presidente, Dmitri Medvédev, ha asegurado que
aumentará su presencia y ha insistido en la necesidad de crear un
tribunal internacional especial para juzgar a los piratas. La oposición
apoya la política del Kremlin. Que se sepa, el Gobierno nunca ha
entrado en negociaciones para pagar rescate. Además, los rusos
consideran peligroso armar a la tripulación de los mercantes. Alexandr
Oblovati, jefe del servicio de seguridad del Departamento de la Flota Marítima,
explica: "El tener una decena de kaláshnikovs no salvará la situación,
ya que los piratas están mucho mejor armados, con cañones y lanzaminas.
Nosotros somos partidarios de lo que llamamos variante inglesa, a
saber, el total sometimiento a los corsarios. Porque nuestra
preocupación fundamental es la seguridad de la tripulación y no la
conservación de la carga o el dinero del barco".
También
Ucrania sufre a los piratas. Hoy hay 24 ucranios, entre ellos dos
mujeres, una de ellas menor, y un bebé, secuestrados a bordo del Ariana. El Gobierno ucranio va a participar en la Operación Atalanta.
-
Reino Unido: el país de los mediadores. Los piratas piden siete
millones de dólares para liberar al matrimonio británico secuestrado el
pasado 23 de octubre en su velero, Lynn Rival . La posición
oficial del Reino Unido es la de "nulas concesiones ante quienes toman
rehenes", pero la ley británica permite a los armadores pagar rescates
si no se demuestre que los secuestradores tienen conexiones con grupos
terroristas -los servicios de inteligencia están convencidos de que Al
Qaeda opera en Somalia-. Las navieras suelen recurrir a bufetes y
compañías aseguradoras que ejercen de intermediarios sin necesidad de
informar a las autoridades. Pero los familiares del matrimonio no
pueden pagarlo y el Gobierno no está dispuesto. La oposición no se ha
enfrentado al Ejecutivo en este tema porque los asuntos de interés
nacional se mantienen al margen de las disputas políticas. Un sector de
la prensa denunció que la Royal Navy fue testigo pasivo del secuestro. El Ministerio de Defensa alegó que no abrió fuego para no ponerles en peligro.
- China. Llamada a la ONU. Los
navíos de la armada china desplegados en el Índico no pudieron hacer
nada para impedir el secuestro el pasado 19 de octubre del mercante Xin Hai,
con 25 tripulantes a bordo. El Gobierno chino ha asegurado que está
negociando su liberación, pero no da detalles. Sus captores aseguran
que será pronto porque han acordado con los propietarios un rescate de
3,5 millones de dólares. Han surgido voces para que China asuma el
liderazgo en la coordinación de los buques de guerra en la zona, pero
Pekín dice que es papel de la ONU. Proponen
que se definan áreas por países, en lugar de que los navíos realicen
extensas labores de patrulla o sigan a los barcos de su nacionalidad.