La corrupción regional
Corrupción en Latinoamérica
Autor: Juana Marcó
Existe
en la actualidad una organización que se dedica a medir la situación de
cada país analizando su trayectoria y su situación.
Transparencia Internacional conforma un ranking de
percepción de corrupción para hacer tomar conciencia que, seguramente
también, contribuye como parámetro para el resto del mundo para
proyectar sus inversiones.
En América latina los países considerados más corruptos son
Venezuela, Paraguay, Ecuador, Nicaragua, Honduras, Bolivia y la
Argentina, según el estudio reciente. Resultando más favorecidos Chile,
Uruguay y Costa Rica .
Argentina, con 2, 9 puntos, y Venezuela con 1, 9, también se ubican
entre los países “con desempeño más deficiente en el índice, lo que
indica que los altos niveles de percepción de corrupción no están
asociados exclusivamente con la pobreza”.
Por lo tanto, la idea de que los partidos de izquierda cuentan con
mejores recetas y más sensibilidad social para mejorar la situación,
pareciera ser una utopía.
Estos países con tan bajo nivel de confiabilidad no cuentan con
instituciones independientes y libres como los poderes judicial y
legislativo ni con organismos de control eficaces con mediciones serias
sobre su situación productiva y económica.
Ecuador, Venezuela, Nicaragua, y hasta ahora Honduras, se aseguraban
situaciones de dominio político sin contar con ningún mecanismo de
control. Al no tener censura y nadie que vigile, se hace imposible
encauzar su rumbo buscando la transparencia. y la gobernabilidad.
Es por todos sabido que los Jefes de Estado de estos países se han
adueñado parcialmente de todas las instituciones estatales y que ahora
intentan dominar a los medios. Como también señala el informe: “los
periodistas de la región enfrentan un entorno cada vez más restrictivo
y varios países sancionaron o propusieron proyectos de ley destinados a
silenciar al periodismo crítico, lo que atenta contra la libertad de
prensa”.
Cuanto más consigan dominar la situación y evitar ser analizados e
investigados, la corrupción será cada vez mayor en esos países.
Ahora bien, la Argentina no se queda atrás en su ambición por lograr
encabezar algún día este ranking. La habilidad de sus gobernantes para
dominar la situación y fracturar a la oposición, es justamente lo que
les permite seguir atropellando con total impunidad.
Mientras sientan que no existen frenos, ni una oposición consolidada
y firme que les haga frente, continuarán llevando adelante sus
objetivos, independientemente del gran perjuicio que le ocasionan al
país. La recuperación de tan profunda crisis por la falta de producción
será muy difícil de revertir.
La mandataria sigue asistiendo a innumerables cumbres que le
permiten viajar por el mundo y alejarse de la crítica situación en que
se encuentra el país como también de las internas gubernamentales que
tanto agobian a sus funcionarios.
Mientras, la población demanda con cierta esperanza a sus dirigentes
de la oposición, a quienes confiaron la suerte del país, que comiencen
a imprimir carácter y a poner freno a tanta impunidad y desorden.
Próximamente convocan a una marcha los dirigentes del campo, aunque
aseguran representar a todos los sectores en la misma. Procurarán
mostrar el respaldo a los nuevos legisladores y manifestar el repudio a
la mala administración de gobierno. Quizás esta manifestación sirva de
llamada de atención a las autoridades, aunque no será suficiente si la
dirigencia no comienza a actuar en forma incuestionable y enérgica.
Es de esperar que no se destruya lo que aún no se ha construido, o
sea, una oposición consolidada que permita dar impulso a una etapa de
gobernabilidad, acompañando y exigiendo, en el tiempo que queda, a la
actual gestión de gobierno.