Vincent Van Gogh y su obsesión por el color amarillo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Vincent_van_Gogh
Vincent Van Gogh
(1853-1890). No hace falta ser un erudito en historia del arte para
saber que, en algún momento de su vida, ese pintor holandés se cortó
una oreja y se dejó enturbiar la mente por pensamientos oscurísimos. De
ellos brotó una luz intensa que se instaló en su telas que,
especialmente en sus últimos años, rezumaban una intensidad amarilla.
Para su corte de oreja hubo un detonante: el síndrome de Meniere, que
le llenaba la cabeza de zumbidos y le provocaba mareos que siempre
terminaban en un vómito. Su preferencia por el amarillo también tiene
una explicación.
Wolf y su equipo cruzaron datos médicos con síntomas registrados en
textos que describen su vida y concluyeron en que su pasión amarilla
tenía que ver con el licor de ajenjo o absenta y con el consumo de una
planta, la Digitalis purpúrea. Esa combinación le provocó un trastorno
en la retina que se tradujo en esa intensidad casi enfermiza que
volcaba en sus cuadros.
http://www.clarin.com/diario/2006/01/08/sociedad/s-04401.htm
Asocian obras geniales de algunos artistas con sus enfermedades
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