Cada año, coincidiendo con el solsticio de invierno, debido a la peculiar orientación de la Catedral de Palma de Mallorca, poco tiempo después de la salida el sol, este se
filtra por el rosetón situado sobre el altar mayor y atravesando toda
la nave central de la catedral por su interior, sale por el rosetón de
la fachada Oeste. Produciendo un
Efecto único, los rayos confluyen casi exactos con la vidriera de poniente, después de entrar por la del este e iluminar el interior. El
fenómeno, dura unos diez minutos y se repite en días sucesivos .
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