Un día como el de hoy, pero del año 1925, nace en Granada (Nicaragua) Ernesto Cardenal. Comprometido políticamente con los conflictos sociales de su país, desde 1954 participará en las luchas contra el dictador Somoza. Tras su experiencia en un monasterio trapense de Kentucky, se ordenará sacerdote en 1965 y creará , en su país, la abadía de Solentiname, poderoso foco de la revolución de la vida cultural y religiosa iberoamericana. A esta maravillosa obra, se sumaron campesinos y pescadores que pudieron renacer como pintores, artesanos y poetas. Como reflejo de su compromiso social, su poesía, que ha sido traducida a infinidad de idiomas, denuncia el sufrimiento y la explotación de las llamadas “Repúblicas bananeras” y se la reconoce como una de las más originales de Latinoamérica. Tras la caída de Somoza será nombrado, en 1979, Ministro de Cultura por el gobierno sandinista. Ocupará este cargo hasta 1987. Un pilar de la vida y la obra de Ernesto Cardenal es la búsqueda de la divinidad que alienta en lo cotidiano. Asi lo expresa en sus memorias : “Para mí lo importante era todo lo que me llevó a este encuentro, y todo lo ocurrido después a consecuencia de él. Fue un encuentro con Dios que devino en una vida dedicada, primero, a la contemplación, y más tarde, a la ayuda comunitaria, a la poesía y a la acción política. Cardenal es considerado uno de los más importantes miembros de la Teología de la Liberación, corriente progresista de la Iglesia Catolica Latinoamericana.
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